Menú

El triste destino del vestido de novia de Carmen Otte, la no-novia de Juan Ortega

Tras la llamada de Juan Ortega, Carmen Otte reaccionó tirando el vestido de novia por la ventana.

Tras la llamada de Juan Ortega, Carmen Otte reaccionó tirando el vestido de novia por la ventana.
Carmen Otte | Instagram

Mucho se está hablando de la "no boda" de Carmen Otte y el torero Juan Ortega, que tenía que haberse celebrado el sábado en Jerez de la Frontera y que finalmente no se llevó a cabo por una "espantá" del novio. Libertad Digital y Es la mañana de Federico saben qué triste destino corrió el vestido de la novia cuando se enteró de que el enlace no se iba a producir. Por su parte el torero está, según personas cercanas a él, "tranquilo ". "Y liberado", añaden.

La noticia de que no iba a casarse el 2 de diciembre Dios Mediante le llegó a Carmen Otte por vía telefónica cuando estaba inmersa en los preparativos habituales de las novias. Maquillaje, peluquería, últimos detalles. Uno de los muchos momentos casi mágicos que se viven cuando se está en capilla y en los que suelen participar la madre y, en este caso, la hermana de la novia.

Hasta unos minutos antes Carmen no sospechaba lo que se le iba a venir encima. Ni emocional ni mediáticamente. Al colgar a su novio, que acababa de comunicarle sus dudas ("No lo veo", dicen que les explicó a su padre y a algún miembro de su cuadrilla), la entonces no-novia reaccionó de una manera quizá no demasiado racional pero sin embargo lógica: arrojó su impoluto vestido blanco por la ventana.

La mala suerte, aseguran personas conocedoras de la historia, hizo que el diseño nupcial cayese sobre el patio de unos vecinos que, por desgracia, habían salido ese fin de semana, lo que hizo que el vestido se quedase tirado sobre el suelo de ese patio ajeno durante un número de horas indeterminadas. Una escena absolutamente poética que describe a la perfección lo que estaba por llegar.

"Tranquilo y liberado".

Cinco días después del "no quiero" de los novios, Juan Ortega sigue en paradero desconocido. Horas después de anular la boda se montó en el coche con su padre y se dirigió a Sevilla, seguramente a la casa de sus progenitores en la capital hispalense.

Dicen los que le conocen que está "tranquilo y liberado" y que sólo él y Carmen saben qué ha ocurrido realmente. Las dudas sobre el matrimonio por parte del torero venían de lejos, y ella era conocedora de los miedos del diestro a la hora de pasar por la vicaría.

Lo que parece claro es que no va a hablar. No va a redactar un comunicado oficial ni va a utilizar sus redes sociales para explicar qué ha pasado por su cabeza para tomar esta decisión. Quiere seguir siendo un personaje anónimo. Aunque lo va a tener muy complicado a partir de ahora.

En Chic

    0
    comentarios