Felipe Juan Froilán lleva ya un año en Abu Dhabi, donde fue recibido por su abuelo, el exiliado rey Juan Carlos I y ha desarrollado una actividad profesional relevante en la petrolera Abu Dhabi Nacional Oil Company. Pero pese a su trabajo colaborando con la ONU, Froilán echa de menos su ritmo de vida nocturna en Madrid.
Mucho se habló en su momento de la decisión familiar de enviar a Felipe Juan Froilán a Emiratos Árabes tras varias polémicas fuera de lugar. Su afición a la juerga y a los amigos estaba a punto de jugar en contra del joven, al fin y al cabo un miembro destacado de la familia Borbón.
Todo parecía ir sobre ruedas hasta que, tal y como ha informado El Confidencial Digital, el sábado se presentó en un restaurante de El Retiro, en Madrid. Froilán iba a acompañado de un grupo de amigos ingleses y de una "amiga especial".
Allí se pudo oír al joven decir que se encontraba un tanto harto de Emiratos Árabes y que no terminaba de adaptarse. Una de las causas, según señala el portal digital, es que no tiene amigos con los que se sienta cómodo.
Mucho trabajar y poco divertirse sería el resumen de la vida de Froilán en Abu Dhabi, que por otro lado ha demostrado ser un buen puente entre su abuelo y España, así como demostrado la madurez suficiente como para alejarse de polémicas y trabajar cuando le fue requerido. Incluso pese a estar lejos de su hogar.
Eso sí, a partir de ahora Froilán, pese a la excelente relación que mantiene con Juan Carlos en Abu Dhabi, planea venir más a menudo a España, todo para intentar más de esos planes con amigos que tanto echa de menos.