El casting de Supervivientes podría haber sido aún más potente con la presencia de Jesulín de Ubrique. Aunque este año la productora ha conseguido llevar celebrities que prometen dar mucha guerra en Honduras como Carmen Borrego, Zayra Gutiérrez o Arantxa del Sol, el torero estuvo a punto de cerrar su fichaje. De hecho, Jesulín de Ubrique fue el primer nombre que se barajó en esta nueva edición, sin embargo las negociaciones se truncaron cuando la cadena se negó a cumplir una de sus peticiones.
Hay dos razones principales por las que el diestro se niega a ir al reality más extremo de Telecinco: la primera es que no quiere ausentarse de su casa y de su familia durante tanto tiempo. En la mejor de las circunstancias y llegando a la final del concurso, su estancia en Supervivientes se podría alargar más de tres meses. Una situación que actualmente se niega a asumir, pues tiene un bebé pequeño y no quiere dejar a su esposa con toda la responsabilidad.
Sin embargo hay otro motivo de más peso por el que Jesulín se ha negado durante años a ir al concurso: Jorge Javier Vázquez. Y es que tras la cancelación fulminante de Cuentos Chinos, el grupo de comunicación barajó la idea de cambiar de presentador en la nueva edición de Supervivientes. Sin embargo el bajo rendimiento de audiencias de Gran Hermano con Marta Flich hizo cambiar de opinión y recuperar al de Badalona como maestro de ceremonias y por tanto las negociaciones con el torero se truncaron.
La historia de desencuentros entre Jesulín y Jorge Javier se remontan a Aquí hay tomate y Sálvame. El presentador siempre ha mostrado su apoyo a Belén Esteban en sus reproches al diestro por no haber ejercido de padre de Andrea Janeiro. Desde estos programas se fomentó la imagen de ‘mal padre’ que arrastra Jesulín desde hace años, algo que no puede olvidar ni pasar por alto.
De haber aceptado la propuesta, Jesulín de Ubrique se podría haber convertido en uno de los concursantes mejor pagados de la historia de reality junto a Isabel Pantoja. En su lugar han aceptado el caché de 17.000 euros semanales de Carmen Borrero, el fichaje más caro de la edición, que de alzarse con la victoria sumará a ese dinero los 200.000 euros del premio final.