
La actriz norteamericana Julianne Moore, galardonada con los cuatro premios más importantes de la industria cinematográfica mundial, comenzó este lunes 4 de marzo en unos estudios madrileños el rodaje de La habitación de al lado, a las órdenes de Pedro Almodóvar. Es la primera incursión del manchego como realizador de este largometraje en inglés.
Previamente, semanas atrás, Julianne Moore llegó a Madrid con el fin de familiarizarse un poco con Pedro y repasar el guion de su película. Durante su estancia en la capital española, hemos sabido que ocupó un hotel en la calle del Barquillo y consiguió que la dirección del establecimiento le permitiera llevar hasta su "suite" un surtido de lámparas, que adquirió en una tienda cercana. Paseó por otros lugares matritenses y muy cerquita de la Plaza Mayor dio con un sitio muy conocido donde fabrican zapatillas artesanales comodísimas, adquiriendo un par de ellas. En este viaje, Julianne estaba acompañada por su segundo marido.
El físico de esta gran actriz no pasa inadvertido, sobre todo por el color de sus cabellos: pelirrojos, color caoba, que resaltan en su rostro de piel muy blanca. De niña casi los aborrecía, y mucho más las pecas que poblaban la cara. Es de considerable estatura física y en los eventos, como desfilando por la alfombra roja del Festival de Cannes, ya volvió a lucirse en la pasada edición con su innata elegancia. Cuida mucho su alimentación, con no pocos sacrificios, única manera de no engordar, claro está.
La habitación de al lado, película de la productora de los hermanos Almodóvar "El Deseo", se desarrolla entre Madrid y Nueva York. En esta ocasión sin protagonistas españoles. El filme nos mostrará a una profesora, personaje de Julianne Moore, que recibe las confesiones de una madre preocupada por una hija rencorosa de la que está separada. En el argumento se desarrollan secuencias en las que se alude a la crueldad de las guerras, la importancia de la amistad y el sexo y las obsesiones que se viven ante la muerte.
Julianne Moore cumplió sesenta y tres años el pasado diciembre, nacida en el estado norteamericano de Carolina, criada y educada por un padre militar y una madre psicóloga. La profesión paterna significó para Julianne y su familia residir en distintos países europeos. En su infancia quería ser cuidadora de un zoológico, pero al hacerse mayor y asistir un día a la proyección de la película de Robert Altman 3 mujeres, su deseo inmediato ya fue convertirse en actriz. Residiendo en Nueva York recibió clases de interpretación, que pudo sufragarse gracias a un empleo de camarera. Tras probar suerte en el cine con breves papeles halló uno que le posibilitó poco a poco ir logrando mejores oportunidades: fue gracias a La mano que mece la cuna.
A modo simplemente de recordatorio, elegimos unos cuantos títulos de su brillante filmografía: Jurassic Park, Magnolia, El Gran Lebowski, Hannibal, El fugitivo, Asesinos (junto a Sylvester Stallone y Antonio Banderas), Las horas, Los juegos del hambre, Lejos del cielo…Con Siempre Alice consiguió el Óscar a la mejor actriz. Y en otras ocasiones también fue galardonada con el Globo de Oro, el premio del Sindicato de Actores, el Bafta, el Oso de Plata, la Palma de Oro en el certamen de Cannes… Pocas colegas suyas pueden presumir de tener en su casa tales trofeos.
En el mes de febrero se estrenaba Secretos de un escándalo, junto a Natalie Portman, acerca de una historia de abusos sexuales. Y a partir del 8 de marzo está disponible una serie televisiva, Mary & George, protagonizada por Julianne para la cadena SkyShowtime, acerca de una ambiciosa madre que pretende de su hijo algo realmente complicado: seducir al Rey Jacobo VI de Escocia.

Julianne Moore es una mujer culta, apasionada de la escritura, autora de varios libros infantiles. Siempre ha preferido mantener sus obligaciones de esposa y madre por encima de sus compromisos cinematográficos. Se casó muy joven, y ella lamentó siempre esa decisión: con el actor y productor John Gould Rubin, en 1986. En 1995 se divorciaron. Y en 2003 reincidió en otro casamiento, esta vez con un director cinematográfico, Bart Freundlich, con quien ha sido madre en dos ocasiones: el varón, Caleb, cuenta en la actualidad veintidós años y la hija, Liv, de dieciocho, físicamente muy parecida a su madre, con quien ha trabajado como asistente en una película. Por su dedicación a ellos cuando eran menores, renunció a varios contratos. No le parecía adecuado estar pendiente de un rodaje pensando en lo que podrían estar haciendo sus retoños en casa o en el colegio. Muy familiar, reside con su familia en el conocido barrio bohemio neoyorquino de Greenwich Village.
A lo largo de su vida ha tenido a veces que enfrentarse a ciertos riesgos, como le ocurrió a sus cuarenta y nueve años, al aceptar ser modelo de una campaña publicitaria para la casa Bulgari, en su producción de bolsos y carteras, donde aparecía semidesnuda; eso sí, fotografiada con suma delicadeza para que aquello no supusiera un escándalo erótico. No hay que ser muy sutil para imaginar que ese contrato lo aceptó a cambio de una elevada cantidad en dólares. Al margen de ello, Julianne Moore digamos que, por lo sabido, siempre ha llevado su carrera sin servirse específicamente de su físico, y menos apareciendo sin ropa. Su talento artístico está por encima de esa actitud.

