Ha llegado a la Corte con las manos atadas a la parte de arriba de la furgoneta. Daniel Sancho estaba serio. Día crucial para su futuro penal y al finalizar la jornada su padre satisfecho. El interrogatorio se ha centrado en el crimen dentro de la habitación.
Según Daniel se defendió de una agresión sexual, es su última versión, un mal golpe y el desconcierto. Sancho ha asegurado que estaba en shock, que descuartizó el cuerpo y por eso no fue a la policía a denunciar lo ocurrido hasta que no se vio acorralado por la insistencia de la familia de Edwin.
También le han preguntado por la compra de cuchillos antes de que Edwin llegara a la isla o el alquiler de una segunda habitación, pruebas para la policía de la premeditación. Solo ha contestado a su abogado.
Mañana le toca el turno al fiscal que preguntará por las otras dos versiones. La primera, una discusión que acabó en homicidio, y la del asesinato cuando dijo que le golpeó la cabeza en el lavabo hasta la muerte.

