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Se nos va de las tetas

Dorsia ha tenido que retirar la lona que anunciaba aumentos de pecho y pedir disculpas.

Dorsia ha tenido que retirar la lona que anunciaba aumentos de pecho y pedir disculpas.
El cartel de Dorsia. | Instagram.

Teta aquí, teta allá, opérame, opérame… así cantaría Mecano en 2024. Por aquel entonces lo de maquillarse estaba bien visto porque hace 20 ó 30 años existía una cosita llamada "libertad de expresión" que coincidía con una baja presencia de "ofendiditos" de la vida.

¡Ahora ya ni se puede promocionar un aumento de pecho! ¿Qué será lo siguiente? ¿Prohibir los anuncios en bikini de Rocío Crusset x El Corte Inglés sólo porque tiene cuerpazo e incita a traumas y envidias? ¿Rechazar las infusiones adelgazantes? ¿Protestar contra un anuncio de cremas antiedad?

Hemos llegado a este punto. Y nos estamos hundiendo. Dorsia ha tenido que retirar la lona y pedir disculpas. Para los que no hayan seguido el asunto, los hechos se remontan a esta semana y a una gigantesca lona de publicidad en la que, bajo el eslogan "otro verano más cambiando el panorama de las playas", se ofrecen operaciones de aumento de pecho.

La asociación sin ánimo de lucro Teta & Teta ante todo esto decidieron iniciar una campaña de boicot cuyo final se ha concluido en retirar la campaña y que la empresa de cirugía y medicina estética pida perdón, porque el permiso a Teta & Teta nunca se le ha pedido.

La pregunta que yo me hago es qué hubiera pasado si ese mismo eslogan del "cambio del panorama de las playas" hubiera sido acompañado con simplemente una mamoplastia sin definir si es para aumentar o disminuir. ¿Tampoco podemos instar a reducir el pecho?

Y es que la vida es esa maravilla que sucede entre que te crece el pecho y luego decrece o decae. Y, claro, sin tetas no hay paraíso, ni hay vida, señores. Como no hay vida sin un coño. Perdón por el taco. Pero la teta es teta y es tan válida la pequeña, como la picuda, la redonda, la que está tan separada de su gemela que cabría una tercera teta en medio, la que tiene un pezón plano, la que cuenta con pezón llamativo, la que no tiene pezón… y también la mujer sin teta. En fin. ¿Cuántos tipos de tetas hay? Juan Manuel de Prada podría hacer una segunda versión de "coños" pero trasladándolo a las "tetas". Aunque no hay prosa ni idioma que soporte la belleza de un seno, o dos, sea como fuere.

Que sí. Que lo natural es más natural. Y, por ende, más bonito. Tiremos de refranero, y… teta que mano no cubre, no es teta sino ubre. Podemos también discutir sobre si hace bien la madre que prefiere no dar el pecho y opta por el "bibe"; bien sea por un tema de estética, por un tema de dolor o porque prefiere no generar esa dependencia del neófito.

Sea como fuere, insisto, y, aunque nos llenemos la boca de mensajes sostenibles porque la sostenibilidad no sólo es el bienestar del planeta sino también de las personas, reconozcámoslo: ya no podemos opinar ni decir nada. Ni que ahora Dorsia fuera la culpable de las cientos y miles y millones de mujeres que quieren hacerse un aumento de pecho o simplemente retocárselo.

Les recuerdo que iconos de moda, influencia y juventud, y belleza también, como María Pombo o Anita Matamoros, se han sometido a una reducción de pecho. En contra, Madame de Rosa o Teresa Álvarez González, un aumento. No pasa nada que vivamos en una sociedad en la que uno quiera modificar sus senos, narices, bocas o, en general, cuerpos. No debemos demonizar cualquier marca o campaña por nadar con esta corriente social. La mujer quiere ser bella desde los tiempos de la Grecia Clásica. Pero entonces no existía Instagram ni asociaciones justicieras.

Qué necesidad de prohibir todo, impedir sentirnos libres y no poder hacer lo que nos salga de las tetas. El mundo cada vez está más imbécil, y se nos está yendo de las manos, o de las tetas.

En Chic

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