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Paul McCartney: 82 años, 3 bodas, 5 hijos y unas cuantas amantes

El pasado 14 de junio Paul McCartney celebró su octogésimo segundo cumpleaños. Una leyenda que aún se resisten a jubilarse.

El pasado 14 de junio Paul McCartney celebró su octogésimo segundo cumpleaños. Una leyenda que aún se resisten a jubilarse.
Paul McCartney | LD

De gira con su espectáculo "Got Back", de tres horas de duración, que empezó en Estados Unidos en 2022, tiene comprometida su presencia en Madrid, en el Wizink Center en el mes de diciembre. Con algo más de seis meses de anticipación las localidades para ese evento ya se han vendido. En un par de días, nada más anunciarse. Imagino que la picaresca reventa habrá tenido algo que ver también. Entradas cuyo precio oscilaba entre cuarenta y cinco y ciento sesenta y cinco euros. El recinto deportivo, que es a su vez el más activo en actuaciones musicales, tiene capacidad para diecisiete mil espectadores. McCartney es junto a Ringo Starr, superviviente de los míticos Beatles: asesinado John Lennon, fallecido George Harrison. Hacía ocho años que no actuaba en nuestra capital.

Es considerado el músico británico que más dinero ha ganado hasta la fecha. Según "The Sunday Times", su patrimonio alcanza mil trescientos millones de dólares. Creemos que el diario se queda corto. Un breve ejemplo: el año pasado ingresó sesenta y tres millones y medio también en dólares solo por los derechos de autor devengados tras la versión que hizo Beyoncé de "Blackbird" en disco y luego la llevó en el repertorio de una gira. Es uno de los muchos temas estrella de Paul, fechado en 1968.

Se han cumplido ahora seis décadas del primer viaje que hizo el cuarteto de Liverpool a Norteamérica. McCartney llevaba una cámara Pentax y grababa cuanto llamaba su atención en todas las capitales estadounidenses donde estuvieron. Aquel material fotográfico lo tenía guardado y, escondido, dio con él. Una selección de aquellas imágenes se exhibieron en la National Portrait Gallery de Londres. Y en estos días en el Brooklyn Museo de Nueva York, con la leyenda "1964: Eyes of the Storn" (Los ojos de la tormenta).

"Esas fotos – recordaba Paul – son mi historia, y la de los Beatles, cuando éramos unos chicos de Liverpool tratando de hacernos famosos, sin serlo todavía, y resulta que al llegar a Estados Unidos nos trataron hace sesenta años como auténticas estrellas y éramos número 1 en las listas de éxitos. La gente nos amaba, nosotros amábamos a aquella gente. Estuvimos en el célebre "Ed Sullivan Show", un programa de televisión de costa a costa que alcanzaba una audiencia de setenta y tres millones de espectadores".

La historia de los Beatles acaeció desde principios del decenio de los 60 hasta 1970. Las verdaderas razones de su ruptura cuando eran, junto a sus rivales los Stones, ídolos mundiales, nunca se supieron con certeza. Eso sí: circularon infinidad de suposiciones. La más razonable: que Yoko Ono, la mujer de John Lennon, se entrometía constantemente en la banda y era odiada por los tres restantes. La otra posibilidad: que John y Paul eran distantes. Siendo la base del cuarteto por cuanto el repertorio lo firmaban ambos, al llevarse como el perro y el gato, dieron el cerrojazo a aquel grupo mítico cuyas canciones hace ya tiempo son un legado para varias generaciones. Existe otro precedente: la muerte de Brian Epstein, mánager de Los Beatles, en 1967, al que consideraban como un padre, muy respetado. Entonces, Paul se autoproclamó sucesor de éste, lo que molestó a sus tres compañeros, y así generaron más de una sonada disputa.

John Lennon dijo sobre Paul McCartney: "Como guitarrista, tocando el bajo, ha sido un innovador, modesto para no valorarlo en público. Por otra parte, ególatra en todo lo demás". Y eso apareció en las páginas de "Playboy" en 1981, muy poco antes de ser asesinado por un perturbado admirador.

Ambos eran músicos geniales. En el caso de Paul, autodidacta, sin estudios musicales. Compositor excepcional a pesar de ser indocto, como lo definió el musicólogo Ian McDonald.

Al principio de la carrera de Los Beatles, John Lennon y Paul McCartney, entonces en buena armonía como paisanos que lo eran de Liverpool, decidieron firmar todas las canciones creadas por ambos con sus propios apellidos, sin tener en cuenta los casos en los que la inspiración correspondía solo a uno de ellos. Así, por ejemplo, "Yesterday", considerada como una de las más grandes baladas pop de la historia, que compuso de pe a pa McCartney. Conservo un ejemplar de la revista "Rolling Stone" de enero de 2005 donde la redacción eligió las 500 mejores canciones pop-rock hasta entonces. El puesto décimo tercero lo ocupó "Yesterday". Que es la más grabada de todos los tiempos: existen dos mil doscientas versiones catalogadas, entre ellas la de Frank Sinatra, Ottis Reding y Willie Nelson. Un poema sincero de arrepentimiento. Susurrado, casi, por Paul. No intervino ningún otro Beatle en la grabación. Tardó en grabarla año y medio desde que la compuso: le daba pudor, pues no ignoraba que él pertenecía a una banda de rock. Y, ya ven: es la canción más completa que compuso. Con quince años ya había urdido "I lost My Little Girl". Y, andando el tiempo, firmaría otras bellas baladas, como "Let it be", él solo también. Sin olvidarnos de otra más rítmica, "Hey Jude", dedicada al hijo de Lennon, Julian, cuando su padre se separó de Cynthia.

Al desaparecer los Beatles, cada cual se buscó su futuro actuando en solitario, por libre, Paul fundó otra banda, los Wings, con quienes lanzó un tema propio asimismo, "Mull of Kintyre", de los discos sencillos más vendidos en el Reino Unido. Diez años duró desde 1971 aquel conjunto. Y ya a comienzos de los 80 fue el inicio de la carrera en solitario de Paul hasta el presente. Sintetizando su inigualable carrera de autor, ha ganado 18 premios Grammy y es autor de 32 temas que fueron número 1 en el "Billboard Hot".

Dejamos de lado un asunto muy serio relacionado con las drogas. Las tomó de todas las clases a lo largo de más de cuatro décadas, al menos. Desde 1964 cuando estando en Estados Unidos, Bob Dylan comenzó a introducirlo en la marihuana. Alucinaba, se pasaba horas riendo sin parar. Sus adicciones lo marcaron mucho tiempo, visitó unas cuantas comisarías de varios países, fue a la cárcel, y la policía de Escocia lo detuvo al comprobarse que en su granja había sembrado marihuana. En algunas sesiones de grabación estaba bajo los efectos de la cocaína u otras sustancias, lo mismo que rodando la película "Help": el director Richard Lester comprobó que vacilaba al pronunciar su texto.

Hemos dejado para el final su historial amoroso. Guapo, barbilampiño, con algunos mofletes, tuvo encuentros de cama muy a menudo con sus "fans". Esas "groupies" que se arremolinaban en torno a sus ídolos a las puertas de los camerinos. Todavía no había triunfado con Los Beatles, eran sus comienzos, cuando en 1959 se enamoró como un corderillo de Dot Rhone. Dos años y medio le duró su locura por ella, al punto que iban a casarse, pero su novia tuvo un aborto involuntario y eso determinó a Paul su ruptura.

No pasó mucho tiempo cuando en 1963 conoció a la actriz Jane Asher. Se fueron a convivir a la casa de los padres de ésta, luego a un piso adquirido por él. Estando a su lado, a Paul le llegó la inspiración para componer "Yesterday", más otras tres piezas pensando en Jane, como la titulada "And I love Her". El idilio terminó cuando llevaban acostándose cinco años seguidos, incluso con la expectativa de una boda, a la que ella renunció, airada al conocer que Paul le ponía los cuernos con una tal France Schawartz.

McCartney comenzó a enrollarse con una neoyorquina divorciada y madre de un hijo, llamada Linda Eastman, quien en principio, cuando siendo mitómana de Los Beatles y fotógrafa de profesión con quien se sintió atraída fue por John Lennon. Transcurría 1967 y al ir tratando a los cuatro melenudos, de pronto se dio cuenta que quien le gustaba más era Paul, y se dispuso a conquistarlo, casándose en 1969. Eran dos caracteres enfrentados, hasta tal punto que la víspera del enlace tuvieron una descomunal bronca. Como el amor todo lo puede, veinticuatro horas después firmaban sus esponsales. Paul animó a su esposa a cantar, y así lo hizo nada más fundarse el grupo Wings. Tuvieron cuatro hijos, uno de ellos, Heather, la hija de Linda de una unión anterior, que él adoptó sin problemas. Este matrimonio fue el más duradero de los tres habidos en la vida del ídolo, extinguiéndose en 1998. Veintinueve años de felicidad.

Paul se enamoró después de la ex modelo Heather Mills. Era el año 1999. Tres años más tarde se casaron. Padres de una hija, Beatrice Mills. Y en 2008 optaron por divorciarse.

El último matrimonio del cantautor fue con la empresaria neoyorquina Nancy Shevell, en 2011. Curioso: se celebró en el ayuntamiento de Old Marylebone, cerca de Londres, el mismo escenario de su primera boda con Linda. El vestido nupcial de la novia fue diseñado por la hija de Paul, Stella. Que sepamos, siguen juntos. No se han conocido otros amores del legendario Paul McCartney, ya dedicado más que a historias de cama a su pasión eterna por la música. Ya está, desde luego desde hace tiempo, en la historia de los más grandes genios del pop.

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