
El estreno en Televisión Española de "La Revuelta" puede considerarse, después de tanto anunciarse, como un fiasco. No vamos a analizarlo con lupa. Sencillamente, si su presentador, David Broncano y sus colaboradores continúan con ocurrencias de poca gracia y zafias expresiones, Pablo Motos puede estar tranquilo respecto a las audiencias. En cuanto al tercero en liza en esta recién comenzada temporada televisiva, el "Babilonio" Carlos Latre queda bastante regazado. Lo suyo es imitar a personajes conocidos; como presentador no añade novedad alguna en ese cometido.
Como quiera que David Broncano debe su notoriedad a "La Resistencia", programa que emitía Movistar + durante seis años, siendo de pago, presumiblemente haya muchos telespectadores qué desconozcan quién es, de dónde procede, qué méritos acumula. Les despejamos esas dudas.
David Broncano Aguilera nació en Santiago de Compostela hace treinta y nueve años: cumplirá cuarenta en diciembre. Su familia se trasladó a la localidad jiennense de Orcera, que es donde transcurrió la existencia de David hasta su juventud, con temporadas en la Universidad de Santiago donde cursó Informática y Publicidad. Su madre es profesora de Matemáticas y su padre siempre ha colaborado con ella en el Centro de Profesorado del mencionado pueblo, donde continúan residiendo.
Ya en Madrid, el joven David Broncano vivió en Entrevías, barrio del distrito de Vallecas, en un modesto apartamento. No sabemos de dónde le viene su sentido del humor, que choca con su serio rostro, quizás pensando en aquel legendario Buster Keaton. El caso es que, a partir de 2017, se enroló en "El Club de la Comedia" y comenzó su carrera de monologuista, lo que en España sólo en el pasado lo había desarrollado magistralmente Gila. Después de aquel debut, el cómico pasó por la cadena Ser, intervino en otros programas radiofónicos y televisivos hasta desembocar el año 2018 en el antes mentado espacio de "La Resistencia", donde consiguió respetables audiencias de gente joven en su mayoría, considerada progresista en función del tono que presidían las intervenciones tanto de Broncano como de sus colaboradores. Cuando entrevistaba a cualquier personaje abundaba en estas interrogantes: "¿Cuánto dinero tiene en el banco? ¿Cuántas veces hace el amor a la semana con su pareja? Y en el último mes ¿cuántas veces se ha masturbado? Preguntas que eran motivo de risas.
Por esos recursos fue ganándose su audiencia joven. ¿Tendrá en adelante en Televisión Española los mismos resultados con un público diverso de más edad? ¿Mantendrá esas preguntas, que a estas alturas se nos antojan infantiles y de dudoso gusto?
Fue el 28 de febrero último cuando se resolvió el contrato de David Broncano en Televisión Española. Se deslizó el intenso rumor que fue una decisión de Pedro Sánchez para elevar la audiencia de la cadena en "prime time", cuyo liderazgo lo viene ostentando desde hace años Pablo Motos en Antena 3. No es este presentador levantino proclive a la política del Presidente de Gobierno. Hubo ceses en Prado del Rey a raíz de ese contrato por dos años, a razón de catorce millones de euros por temporada. Una cifra escandalosa, aunque el propio Broncano se ha defendido, primero negando que Sánchez lo hubiera ungido con su dedo dictatorial para rivalizar con Motos, y segundo aclarando que los catorce millones por año son para resolver los gastos de la producción, y los sueldos de su equipo. Entonces ¿cuántos de esos millones se embolsa el susodicho presentador, criticado por la mayoría de la plantilla de Televisión Española? Cuatro millones, según se asegura en medios cercanos al Ente Público. Que pagamos usted, yo, el vecino del quinto, Maroto el de la moto…
"La Revuelta" no se emite en directo, sino grabado horas antes de su emisión después del Telediario de las nueve de la noche, a partir de las diez menos veinte, con una duración de sesenta minutos. El lugar de la grabación es el teatro Príncipe Gran Vía de Madrid. Entre las novedades tecnológicas se cuentan videoproyectores y pantallas LED.
David Broncano es alto, desgarbado, no puede presumir de elegante, sino que a propósito, para comunicarse mejor con su audiencia juvenil y "progre" viste ropa desenfadada, a veces con chandal, como si estuviera paseando por la Casa de Campo donde, por cierto, cuando ganó su primer millón, se hizo propietario de un ático. Ahora, para mayor comodidad y cercanía con el teatro donde graba su programa, tiene alquilado un apartamento en la plaza de España. Ya ha ganado suficiente dinero para comprarse también un coche de alta gama, y a lo mejor, siguiendo los discursos de su protector, termina adquiriendo un "Lamborghini". Cuatro millones al año dan para eso… y un poco más. Es socio de una productora que viene obteniendo buenos dividendos a finales de año.
Cuando le preguntaron antes del verano cuál iba a ser el nombre de su nuevo programa, respondió así, muy sincero: "Será la misma mierda pero con otro nombre". Al final, tras mucho cavilar, dio con el de "La Revuelta". Al comienzo de la temporada reciente, fue Latre quien debutó en Telecinco. Después, le siguió Pablo Motos. La dirección de Televisión Española instó a Broncano a estrenar el suyo cuanto antes. Y resulta que, muy tranquilo, dijo que terminaría sus vacaciones y que hasta el 9 de septiembre no daría el pistoletazo de salida. Como así ha sido.
Indiscreto cuando entrevista, pero discreto si los colegas nos interesamos por su vida privada. Su primera novia conocida fue la atractiva y estupenda actriz Adriana Ugarte. No sabemos quién de los dos se cansó antes. El caso es que Broncano se enrolló en 2020 con Paula Badosa. Él es un furibundo seguidor del tenis, que practica, y tiene como ídolo a Roger Federer. Tampoco esta vez David estabilizó esta relación. Con quien sí lleva ya desde 2021 muy enamorado es con la actriz salmantina Silvia Alonso. Se conocieron durante una entrevista que él le hizo en "La Resistencia". Ella ha aparecido en varias series de televisión ("Tierra de lobos", "Amar es para siempre"…) y también en algunos largometrajes. Pareja que huye de los reporteros porque Broncano es muy suyo para esconder su intimidad, pero no la de los que van a sus programas.

