La crónica rosa contó en primicia que Bertín Osborne ha pasado página en la historia con Gabriela Guillén y su hijo y ya se deja ver con otra mujer, en concreto con una masajista llamada Aída que reside en Marbella. "Se les ha visto mucho por los alrededores y porque ella va a la finca de él. La presenta como su masajista (...) No he dicho que sea su novia, es su masajista", explicó Carlos Pérez Gimeno el pasado jueves.
Una noticia que el cantante no quiere confirmar ni desmentir porque ha cambiado de número de teléfono y no quiere responder a las preguntas de la prensa. Por otro lado, la reacción de Gabriela Guillén ha llegado de la mano de Beatriz Cortázar, que aunque no pudo hablar directamente con ella, sí está en posición de confirmar que está algo decepcionada.
"He hablado con gente cercana y me cuentan que la noticia ha sido un poquito decepcionante. Hay personas en común que le decían ‘pero si él no te olvida, él no se ha desenganchado...’ Un canto de sirena", reveló en Es la mañana de Federico. "Cuando se ha enterado de que hay una nueva mujer española de su perfil, joven y que también se dedica a la estética, pues ha sido un jarro de agua fría. Creo que no le ha hecho mucha gracia", añadió Cortázar.
La colaboradora también puso encima de la mesa el tema del bautizo del hijo en común de Gabriela y Bertín, un evento del que el artista se limitó a declarar "primero me tendrán que invitar" con cierto desdén. "Os puedo asegurar que ese bautizo se celebró el mes de marzo. Es más, no se celebró en Madrid sino en Valencia. Ya pueden decir misa que ese bautizo se ha celebrado, digan lo que digan", reveló en exclusiva en esRadio.