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Indignante entrevista de Carmen Borrego y su hijo: sin dinero no hay abrazo

Madre e hijo se negaron a encontrarse en el plató de De viernes pese a llevar cebando el duelo durante toda la semana.

Madre e hijo se negaron a encontrarse en el plató de De viernes pese a llevar cebando el duelo durante toda la semana.
José María Almoguera y Carmen Borrego. | Telecinco.es

Carmen Borrego y José María Almoguera se sentaron este viernes en el programa de televisión '¡De viernes!' para aclarar sus diferentes puntos de vista y empezar a caminar juntos en la reconciliación (previo pago, como todo en esta familia). Sin embargo, el nuevo miembro mediático de los Campos fue muy claro: "Necesito tiempo". No vimos un cara a cara y tampoco les vimos juntos. Una decisión que provocó el enfado de muchos espectadores, pues durante toda la semana se anunció que ambos estarían juntos en plató.

Primero fue entrevistada la hermana de Terelu Campos, que repitió los argumentos que lleva paseando de plató en plató desde hace semanas, y después José María. Lo que nadie esperaba es que tras más de hora y media de programa conoceríamos un dato que no había salido a la luz hasta ahora. "Hay ciertas cosas que no comparto y que no comprendo, como que no sabe por qué nos distanciamos", comenzaba diciendo el nieto de María Teresa Campos que, sin pudor, expresó que había ido junto con su madre a un mediador familiar para arreglar sus diferencias.

Una confesión que dejaba a Carmen boquiabierta al no esperarse que su hijo desvelase ese dato públicamente. "De ahí no salimos bien porque todo lo que yo digo termina como un ataque", añadía el joven. De esta manera, Almoguera aclaraba que "sí puse de mi parte para solucionarlo", pero no entraba en más detalles porque fue "una terapia con un profesional completamente privada y es algo entre mi madre y yo".

Este puede que sea el punto mayor en el desencuentro de madre e hijo. El sobrino de Terelu cree que ha tenido que soportar durante meses comentarios que reflejaban su mala actitud con su madre y su poco interés en arreglar las cosas. Sin embargo, nadie sabía que había puesto de su parte para enterrar el hacha de guerra con la colaboradora.

¿El resto de la entrevista? Más de lo mismo, un culebrón alargado hasta la extenuación con el único propósito de facturar. El abrazo entre madre e hijo tiene otro precio, algo que quedó claro en los últimos compases del programa, cuando ambos se negaron a encontrarse en plató.

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