
Taylor Swift concluye este diciembre su gira mundial, que le ha resultado sumamente productiva: se calcula que ha ganado ¡quinientos millones de dólares!, lo que sigue situándola entre las divas del pop más cotizadas. Detrás de ella están Rihanna, luego Madonna, Beyoncé, Celine Dion… El patrimonio de Taylor se eleva a mil seiscientos millones de dólares, según la siempre acreditada revista Forbes. Puede presumir, además de tan importante patrimonio, con inversiones inmobiliarias sobre todo, y de tener un "jet" Falcon propio. Además, su catálogo musical con partituras propias está valorado en seiscientos millones de dólares.
Quienes en Madrid asistieron este año a cualquiera de los dos conciertos que la artista ofreció en el estadio Santiago Bernabéu, no olvidarán su espectáculo, con una impresionante puesta en escena, y la voz electrizante de esta gran artista del pop, quien cumplirá treinta y cinco años el próximo13 de diciembre.
Natural de estado norteamericano de Pensilvania, residió a partir de sus catorce años en la ciudad de Nashville, Tennessee, conocida por su vinculación con la música. Taylor se destacó allí con un repertorio "country", pero en su carrera, que inició justo hace veinte años, ha exhibido una variada gama de géneros. Esa particularidad ecléctica al no sujetarse a uno solo le ha proporcionado públicos de muy variados gustos, y así sus conciertos nunca son monótonos.
La muy influyente revista Billboard, dedicada por completo a la música, con sus celebradas listas de éxitos, la declaró en 2019 "La mujer de la década". Cinco años después mantiene ese liderazgo como cantante, y también siendo actriz, productora y letrista de sus canciones, en las que suele expresar sus pensamientos y vivencias.
La vida de Taylor Swift es frenética. Así puede, acaso, explicarse que nunca ha encontrado la estabilidad en ninguna de sus historias amorosas. Les evito reseñar cuántas ha tenido a partir de 2008, por la sencilla razón de que sus parejas son absolutamente desconocidas en España, entre cantantes, actores, músicos, y un político, Conor, nieto de Robert F. Kennedy, aquel político asesinado, como lo fuera antes su hermano John, Presidente de los Estados Unidos
Repasando el tiempo que Taylor mantuvo con cada uno de sus novios, resulta que con el que más duró fueron tres meses. Sus aventuras sentimentales solían cifrarse en dos. Parecería una cosa de broma, de ligues fugaces, como de "aquí te pillo y aquí te mato", que reza un antiguo refrán popular. La pregunta inmediata de cualquiera sería por qué no se aplicaba en sostener relaciones más permanentes. De lo que podría deducirse que es ella misma la que rompe con sus amantes de "quita y pon". Casualidad sería también que podrían haber sido ellos los que no la soportan por su aparente frivolidad.
Viaja casi constantemente, sobre todo este año de la gira mundial; tiene dos residencias, en Nashville y en Beverly Hills, Los Ángeles. Pero nos enteramos que su novio actual, al que conoció el pasado año (le viene durando, por lo contado, más meses) ha comprado una vivienda en Kansas City, para estar más cerca de Taylor, lo que significa que ésta adquirió otra residencia allí también.
Este novio de la diva se llama Travis Kelze y es jugador de fútbol americano (nada que ver con su equivalente europeo e internacional), y milita en el equipo Kansas City Chiefs. Contemplar imágenes de la pareja nos lleva a advertir la diferencia física entre ambos, él casi un gigante y ella muy estilizada y no de elevada estatura. Por ahora les va bien su "rollo". Y si ella ha superado la marca de los dos y tres meses con otros hombres, este Travis Kelze tendrá algo especial que le diferencia, a los ojos de la diva, con los anteriores. Lo mismo les da por casarse. Ella aportaría unos ingresos estratosféricos y él un simple contrato deportivo. Pero ya se sabe que, en el amor, todo es posible.

