
Miguel Bosé afronta su reaparición musical tras un largo periodo inactivo, por culpa de haber perdido la voz a causa de una infección en su boca, que no le detectaron los médicos hasta someterse a un sinfín de consultas. Tanto tiempo sin ingresar dinero en caja le ha supuesto un profundo revés económico, al que se enfrentó vendiendo su chalé al guardameta del Real Madrid, el belga Courtois, según se ha dicho, por una cantidad estimada en seis millones de euros. Por lo demás, con su carácter decidido, tenaz, y a pesar de su conflicto amoroso con quien fue su último amante, ha depositado su cariño en sus dos hijos.
Será en febrero del nuevo año cuando el cantante emprenderá su gira Importante Tour 2025 por distintas capitales de México, hasta que a finales de junio la complete con actuaciones en España.
En abril cumplirá sesenta y nueve años. Una edad a la que no llegan muchos ídolos del pop como sin duda ha sido Miguel. Y empleamos ese término, en pasado. Lo fue en 1973, inicio de su fascinante carrera de cantante, aglutinando tras de sí una legión de admiradores adolescentes. La continuó cuando ya su público se extendía a mamás e hijas. Ahora serán abuelas las que entonces lo admiraban: aquí, en Italia, en Hispanoamérica… Amplia es su discografía, con más de treinta millones de discos vendidos, aunque no todos corrieron la misma suerte. Su popularidad en España fue menguando cuando decidió establecerse en Ciudad de México hace doce años.
Pero, ¿cuáles fueron las causas de su pérdida de voz? De resultas de un accidente de automóvil en 1999, fue operado durante siete horas, intervención quirúrgica que precisó la implantación de catorce tornillos en su cuerpo. Luego hubo de acudir a una consulta odontológica por sus dolores de muelas. Le implantaron mal una, que se le infectó. Y durante bastante tiempo estuvo privado de sus cuerdas vocales. Hablaba como si padeciera una afección gripal, afónico. Su voz sonaba rota. Y así estuvo unos años, acudiendo a distintos facultativos, hasta que uno de ellos acertó a diagnosticarle sus males. Extirpada aquella muela, Miguel fue poco a poco recuperando esa voz. Luego, ha tenido que recurrir a un foniatra, practicar mucho hasta estar convencido de que puede cantar. No sabemos si igual que en sus mejores tiempos, pero él asegura que no decepcionará a nadie. ¿Quiénes irán ahora a sus conciertos? ¿Las admiradoras de cuando interpretaba "Linda"? ¿Las de otra generación que lo aplaudían años más tarde escuchándolo en "Mi amante bandido"? ¿O serán jovencitas de ahora descubriendo a un cantante a punto de ser septuagenario? Miguel, siempre tuvo encanto suficiente para conquistar con su repertorio a tres generaciones, al menos. En su inmediata reaparición, piensa también dar a conocer sus nuevas composiciones, con un disco después de varios años sin entrar en un estudio, y cuando le sea posible estrenará una comedia musical. Del cine ya no quiere hablar. Dice que no ha sido nunca un buen actor pese a haber intervenido en unas cuantas películas.

La reciente muerte de Marisa Paredes le afectó mucho. Ambos intervinieron en una de las películas de Pedro Almodóvar, "Tacones lejanos", ella en el personaje de Becky del Páramo y él como el juez Domínguez, con una doble vida cuando de estar en los juzgados por la mañana se transformaba de noche en el travestido Femme Fatal. En su cuenta de Instagram, Miguel incluyó una fotografía del filme, con una imagen de Marisa y suya luciendo unas espectaculares pelucas rubias. Añadió unas líneas: "Las aventuras vividas juntos quedarán como un tesoro".
Antes de su estreno, visité a Luis Miguel Dominguín en su finca "La Virgen" del término municipal de Andújar, mostrándole unas fotografías de su hijo con atavíos femeninos. El torero se mantuvo un par de minutos contemplándolas, para decirme: "Está muy guapo y me parece bien lo que hace". Era ya la época en la que padre e hijo habían hecho las paces. Con Lucía Bosé tardó Miguel un tiempo en recobrar el cariño que se tenían. Lucía se había ido a vivir a un pueblo segoviano, cuando el cantante, que había ayudado económicamente a su madre durante unos años, se quedó en propiedad el chalé situado en los alrededores de la Casa de Campo, del que hizo importantes reformas. Fue la primera construcción en 1958 que adquirió Luis Miguel Dominguín. Luego tuvieron como vecinos a Luis García Berlanga y familia, Una gran casa en una parcela de diez mil metros cuadrados. Por donde en la década de los 60 desfilaron grandes personajes, desde Orson Welles, a Ernest Hemingway, Luchino Visconti y otras celebridades, entre estrellas del cine italiano colegas de Lucía Bosé. Chalé del que decíamos tuvo que desprenderse porque lo acosaban las deudas y Hacienda: hubo de pagar casi dos millones de euros en concepto de impuestos Y allí habita el portero madridista Courtois, como contamos al principio, que convive con su novia, la modelo israelí Mishel Gerzin, con quien lleva tres años de relaciones. Ha podido permitirse pagar esa millonada a Miguel Bosé porque cobra quince millones al año por temporada. Bien ganados pues ha salvado a su equipo merengue de más de una goleada gracias a su habilidad deteniendo balones peligrosos.
En ese chalé Miguel Bosé convivía discretamente con su amante, el escultor valenciano Ignacio Palau, con los dos hijos de cada uno. Los tuvieron por gestación subrogada. Tadeo y Diego los de Miguel; Ivo y Telmo, los de Nacho. Esa pareja de amantes llevaba junta, en amor y compañía desde 1992. Rompieron tras veintiséis años de relación. No dieron tres cuartos al pregonero, no contaron las razones de su adiós. Nacho acabó solitario en su casa valenciana junto a su madre y los dos niños lamentando aquella ruptura, enfermo algún tiempo. Y Miguel residiendo en Ciudad de México, en una urbanización privilegiada, "Rancho San Francisco", cerca de la capital, donde tiene como vecino al multimillonario Carlos Slim. Que sepamos, Miguel, aunque viaje a España de vez en cuando, no tiene intenciones de abandonar su residencia mexicana. Curiosamente dispone de cuatro nacionalidades en su pasaporte: la panameña, por nacimiento, la española, la mexicana y la colombiana. ¿Quién le supera en eso? Ciudadano del mundo.

Miguel Bosé, a quien conocimos a través de muchas entrevistas y encuentros (me citó una vez en su chalé como asimismo él me visitó en mi casa), siempre me pareció un tipo encantador, culto, con una mundología producto de sus muchos viajes fuera de España y sus continuas lecturas. Por eso me extrañó, como a muchos, su actitud negacionista, cuando la pandemia y ahora últimamente con la Dana. Acaso eso tenga que ver con una extraña enfermedad que sufre, si no nos equivocamos, la sinestesia, que influye en el cerebro con experiencias sensoriales que afectan a la percepción de la realidad.
La vida de Miguel Bosé en México continúa siendo discreta. Fue noticia cuando en agosto de 2023 diez encapuchados penetraron en su vivienda, tuvieron atados a sus hijos y a los empleados domésticos, amenazaron al cantante, llevándose objetos de valor. Uno de ellos tuvo la desfachatez de pedirle encima un autógrafo. Esos malhechores serían detenidos meses más tarde.
Nada se sabe si Miguel ha tenido algún amor después de romper con Nacho Palau. De su amplia biografía sentimental, él mismo se refirió a ella permaneciendo en Ciudad de México, al declarar lo que sigue: "Pude haberme casado con Giannina Faccio, con quien estuve cuatro años de relación, tras "quitársela" a Julio Iglesias. Hubiera sido un error, que no cometí. Pero fue la mujer que más he querido". Inspirándose en aquella belleza escribió la canción "Nena".
El inmediato futuro profesional y personal de Miguel Bosé irá poco a poco despejándose en el transcurso de este año nuevo. Creemos que su personalidad podrá imponerse de nuevo, si no con la intensidad de hace décadas, al menos con sus virtudes creativas y su indiscutible don de gentes.