
Contra su voluntad, Aitana Sánchez-Gijón recibirá este sábado, 8 de febrero, el Goya de Honor como premio a su intensa carrera artística, sobre todo en la pantalla. Es la actriz más joven en obtenerlo, con razón ha dicho al respecto: "Traté de que no me lo dieran, me siento joven todavía, tengo cincuenta y seis años y creo que me queda mucha carrera por delante. Le hice saber al actual Presidente de la Academia que estaban equivocados". Pero éste, Fernando Méndez-Leite, ponderado cinéfilo y muy amigo de Aitana, a la que dirigió en la película "La Regenta", sostiene que su Goya es muy merecido porque "Aitana aporta verdad, sinceridad y profundidad en los personajes que interpreta".
Nacida en Roma, donde su padre, Ángel Sánchez-Gijón era corresponsal de prensa y su madre, la italiana Fiorella de Ángelis profesora de matemáticas, le fue impuesto el nombre de Aitana porque su madrina fue Aitana Alberti, hija del poeta. Rafael y María Teresa León llevaban impreso en su memoria ese apelativo, pues les recordaba la sierra así llamada, en Alicante, desde cuyo puerto muchos derrotados finalizando la guerra civil emprendieron su exilio.
Aitana Sánchez-Gijón se desenvolvió tempranamente en un ambiente intelectual y fue descubriendo su vocación de actriz ya con ocho años, asistiendo a clases teatrales. A los trece formaba parte de una compañía teatral, "La Barraca", que nos lleva al recuerdo de la así también conocida agrupación escénica creada por García Lorca. Su debut en el cine sucedió a sus dieciséis años, en "Romanza final", película biográfica del tenor Julián Gayarre. Desde entonces, su filmografía hasta nuestros días es prolija, situándola entre las actrices de su generación con mayor número de títulos, entre los que anotamos: "Madres paralelas", "Volavérunt", "El pájaro de la felicidad", "Un paseo por las nubes"… Esa última película la rodó en unos estudios de Hollywood y le permitió compartir secuencias con Keanu Reeves, Giancarlo Giannini y Anthony Quinn. Muchos han sido los directores con quiénes ha trabajado, y para ella fue muy importante Bigas Luna, en dos películas donde la tuvo a sus órdenes.

Considera ser una actriz afortunada pues dice que siempre ha podido vivir de su profesión, tan inestable para tantos otros colegas, señalando que si no la contrataban una temporada en el cine recurría a la televisión o bien al teatro, que tanto la apasiona, al punto de tener compañía propia, "Strion". En los escenarios ha dejado probado su talento, en funciones clásicas ("Medea"), y en una inesperada ocasión que le permitió compartir reparto con Mario Vargas Llosa, en el madrileño teatro Español, autor de "La verdad de las mentiras", "Los cuentos de la peste". En la pasada temporada, representó una obra dramática, "La madre". En cuanto a sus apariciones en televisión han sido numerosas, por ejemplo "Velvet".
Su modestia la ha demostrado en repartos donde aceptaba papeles muy por debajo de su categoría. Una circunstancia que le fue evidente a partir de la fecha en la que cumplió treinta y cinco años. Percibió que a veces ya no era la protagonista del pasado, sino que le ofrecían personajes de mayor edad incluso que la suya real. Y como siempre ha salido adelante cuenta entre otras ocupaciones la de modelo, cuando ofició de imagen de la marca Bulgari.

Actrices como ella, con un currículo de cuatro décadas, han vivido momentos especiales durante sus interpretaciones, lo que el público ignora. Fue el caso, entre tantos que pudiéramos relatar, de cuando rodaba "La Regenta", en los que hubo instantes en los que atravesando las losas de la catedral ovetense (que el autor de la trama, Leopoldo Alas "Clarín") situó en la inventada Vetusta) llegó a sufrir raptos de misticismo, lo que contribuyó a que sus registros dramáticos resultaran más intensos.
No se le conocieron nunca a esta actriz romances probados en las revistas del corazón, salvo el sostenido con un pintor argentino que sería su marido. De nombre Papín Luccadane, se encontraron en la localidad veraniega de Punta del Este, Uruguay, tuvieron un hijo, Teo, y al año de nacer éste, la pareja contrajo matrimonio. Volvieron a ser padres, esta vez de una niña, Bruna. Y en 2020, tras cuatro años de unión, se separaron, lo que Aitana llevó discretamente. Si ha conocido después otros amores, son de su exclusiva incumbencia, sin publicidad alguna. Esos dos hijos también se ganan la vida como artistas, el varón como diseñador de ropa y cantante, lo último que también ejerce la chica.