Hay vidas truncadas por una infancia y adolescencia atroces, culpa de unos padres que maltratan a sus hijos, sin que nada ni nadie ponga coto a tamaña barbaridad. Eso le ocurrió, por ejemplo, a Tatum O´Neal, quien forma parte de la historia de los Óscar, por haberlo logrado en 1973 siendo la actriz más joven en recibirlo: contaba sólo diez años. Desde entonces, su carrera cinematográfica no alcanzó hasta el presente ningún otro reconocimiento parecido. Tampoco su existencia transcurrió por cauces felices. Fracasó su matrimonio, mantuvo otras relaciones nada estables, y por culpa de las drogas a las que se enganchó estando divorciada, no pudo hacerse cargo de sus tres hijos. Un auténtico drama, que supera a muchos de los que se han llevado a la pantalla.
Tatum es hija de los actores Ryan O´Neal y Joanna Moore, quienes se divorciaron en 1967. Su padre, galán cinematográfico de películas románticas como aquel folletín titulado "Love Story", volvió a casarse con Leight Taylor-Young, con quien sólo estuvo seis años unido. A ella la recuerdo cuando la entrevisté en 1970 a su llegada a Madrid para rodar una película con Raphael: "Sin un adiós".
La relación paterno-filial fue un desastre. Ryan, según contó Tatum, era un drogadicto, alcohólico, que a ella con sólo seis años quería obligarla a beber. Abusó de ella física y verbalmente. Y lo mismo hizo con la pequeña un amigo de su padre. Tatum fue víctima de aquel hogar donde faltaba la presencia de su madre, siendo Ryan O´Neal quien se hizo cargo de ella. No tuvo éste voluntad alguna de desengancharse de las drogas que consumía, ni de la presencia en su casa constantemente de mujeres de toda condición. Tatum era espectadora de aquel ambiente depravado.
Como Tatum, por ser sus progenitores actores de cine, se vio tempranamente interesada en ser actriz, fue contratada por el director y productor Peter Bogdanovich para ser protagonista de "Luna de papel", donde también encabezaba el reparto su padre. Más o menos, el rodaje transcurrió bien, pero resulta que Tatum fue nominada como actriz de reparto para los Óscar, pero los votantes, miembros de la Academia de Hollywood, ignoraron a Ryan O´Neal. A éste le supuso un impresionante cabreo, lo que aumentó más la inquina que tenía a su hija. Para agravar más esa situación, a Tatum le concedieron la estatuilla dorada. Su padre, lleno de ira, no quiso acompañarla, con la disculpa de que se encontraba lejos de Los Ángeles, en Irlanda, rodando "Barry Lyndon" a las órdenes de Stanley Kubrick. La jovencísima actriz acudió a la gala vestida de esmoquin, porque con esa prenda había visto unas imágenes de Bianca Jagger en una revista que le fascinaron; la imitó esa noche tan importante para ella.
De la noche a la mañana, en Hollywood se hablaba sobre todo de ese triunfo de una niña en la frontera con la adolescencia. Ya había recibido un Globo de Oro y, después del Óscar, también en Italia la premiaron con el David di Donatello. Se había coinvertido en una jovencísima estrella en todo el mundo cinematográfico.
Al regreso a casa de Ryan O´Neal su trato con Tatum no varió. Al ser ella menor de ella aquel impuso siempre su autoridad cuando a su hija le llegaban guiones. Por ejemplo no transigió para que Tatum hiciera de joven prostituta en "Táxi Driver". Desde un punto de vista moral, la decisión podía entenderse como correcta, aunque desde una óptica artística supondría una ocasión de oro para la adolescente, cuyo papel fue a manos de Jodie Foster. Ni qué decir que Tatum odió a su padre durante mucho tiempo.
Tenía quince años cuando la emparejaron en la pantalla con un maduro Marlon Brando en el filme "Circle of Two". (Círculo de dos, también conocida como "Obsesión"). En pausas del rodaje éste quiso meterle mano, incitándola a beber alcohol. Tatum se resistió. Lo curioso es que en uno de sus dos libros de memorias ponía a Brando por las nubes, impresionada claro está por su fama. De la película no guardó otros recuerdos que no fueran penosos, pues tuvo que aparecer en "top-less" en algunas secuencias.
Otras películas de Tatum O´Neal, fueron: "The Bad News Bears", en 1976, "Little Darling", cuatro años después, junto a Mat Dillon y algunas otras que no le aportaron mucha gloria que digamos, caso de "Nichelodeón", donde Bogdanovich perdió "hasta la camisa" por su fracaso como director y sobre todo productor; "Faldas revoltosas"…"Ella estaba no obstante satisfecha cuando intervino en "Rescue Me".
Para una joven que había vivido desde muy pequeña episodios inmorales de su padre, en un ambiente deprimente, la aparición del primer novio iba a suponerle si no un choque emocional al menos una experiencia desconocida. Pero resultó que su encuentro con Michael Jackson resultó decepcionante. La primera vez que se vieron ella contaba sólo doce años y el cinco más. Fue en 1979 cuando ya fueron intimando más en el momento en el que ella creía que iba a tener su primera experiencia a sexual resulta que Michael se echó atrás y no tuvieron sexo alguno. Fueron amigos, desde luego e intercambiaban recuerdos amargos de sus padres pues a los dos los maltrataron.
Quien luego fue en principio un amor apasionado fue el que vivió Tatum con el tenista John McEnroe, al que vio la primera vez a los veintiún años y con quien se casó en 1986. Un tipo duro este as de la raqueta, malhumorado en las pistas, poco amable con los periodistas. Ocho años duró esta pareja, con tres hijos, Kevin, nacido en 1986, Sean, un año más tarde y Emily, en 1991. La maternidad qué duda cabe fue decisiva para que Tatum se olvidara de su duro pasado. Pero cuando las disensiones del matrimonio fueron imposibles de superar, ella cayó en una depresión, punto de arranque de su enganche con la cocaína y otras substancias. El principio de un viaje a los infiernos. Mientras McEnroe se casaba en 1997 con Patty Smith, tuvo él que hacerse cargo de los tres hijos habidos en su unión con Tatum, al estar ella completamente incapacitada para ocuparse de su educación, trato y mantenimiento. Rota esa unión, el actor mantuvo relaciones con Farrah Fawcett.
Esa autodestrucción progresiva de Tatum O´Neal puede que juzgada desde un ángulo psicoanalítico tuviera que ver con aquel ayer de su infancia y adolescencia, ya contada por el maltrato recibido por su padre.
Si la desdicha de su matrimonio roto influyó en su ánimo, algo también acabó por resquebrajarlo: su administrador se aprovechó de ella al comprobar su estado para robarle un millón de dólares, que no pudo recuperar nunca. Nos viene a la memoria casos parecidos, como el sufrido por Luis del Olmo (su amigo y responsable de sus cuentas bancarias y contabilidad de los negocios del locutor se lucró con catorce millones y medio de euros) y Leonard Cohen, a quien estafó la mujer en la que había depositado su confianza.
En adelante, hasta Tatum O´Neal pasó por etapas en las que quiso resarcirse de su fracaso como esposa y buscó otras compañías, por ejemplo la del musculoso Jean-Claude Van Damme. Eso lo contó en su libro de memorias "A Paper Life", pero confesando que también se había enamorado de Melanie Griffith. Que sintiera hacia ella admiración y quizás deseo, es posible. Pero de ahí a que hubiera otro tipo de intimidad, lo ponemos en cuarentena. Imagino que si la mentada o su ex Antonio Banderas leyeron esa confesión, tomarían sus medidas. El caso es que en 2015, en una entrevista, Tatum O´Neal declaró que era bisexual, aunque ya en realidad ni tenía amores masculinos ni tampoco femeninos. ¿Entonces…? Estaba seguramente desengañada de todas sus experiencias sentimentales.
Sería el año 2020 cuando Tatum alcanzó la crisis más intensa sobre su salud, a causa de la mala vida que llevaba, por su abuso de pastillas, analgésicos, drogas como la cocaína y la heroína, aún más peligrosa todavía. Sufrió una sobredosis que la puso a las puertas de la muerte. Episodio que coincidió con la irrupción del Covid desde un año antes. Padeció dolores crónicos por artritis reumatoide. Le recetaron morfina para aliviar sus males. No quería vivir, confesó a sus hijos; ni siquiera por ellos. Pasó seis meses en coma. Ni podía hablar, ni ver, ni caminar. Y cuando pudo salir a flote de esa sima profunda, al fin, dijo: "Ya no quiero hacerme más daño". Había sobrevivido de sus adicciones. La revista "Variety" le dedicó una portada con este titular: "El coraje de Tatum O´Neal".
Con su padre llevaba mucho tiempo distanciado, pero fue un día a verlo y Ryan, que no abdicaba de sus vicios, todavía tuvo el cuajo de mostrarle a su hija un sobre con droga, que ella rechazó de inmediato. El 8 de diciembre de 2023 aquel guiñapo ya que había sido medio siglo atrás un guapísimo galán, el de "Love Story", moría a los ochenta y dos años después de una existencia vacía y desgraciada, alejado del cine. La madre de Tatum, Joanna Moore, hacía tiempo que se había despedido de este mundo: falleció a los sesenta y tres años, de un cáncer de pulmón, en 1997.
Un tipo como Ryan, que tanto daño había hecho a su hija, todavía acabó tratándola con absoluta mezquindad cuando firmó su testamento, desheredándola. Tatum expresó en sus memorias que esa decisión de su progenitor es muy posible fuera motivada porque en ellas lo acusaba de sus abusos, los de un amigo de él que quiso violarla, y maltrato psicológico, físico, por ser violento cuando ella era sólo una niña y luego adolescente desasistida por completo.
¿Qué ha sido de Tatum en los últimos tiempos? Desde el lado afectivo relacionándose más con sus hijos, sobre todo con el primogénito, Kevin. Acerca de su salud, antes tan delicada, se había operado del cuello. Recibía terapia dos días a la semana para recuperarse del todo de aquel maldito pasado. Económicamente parece que no tenía problemas pues de joven supo acertar en algunas inversiones. Pero es que ella no dejó de rodar películas, exceptuando el periodo en el que estuvo ingresada por su drogadicción. Desde luego sus intervenciones en series de televisión y en cine no son para que pueda vanagloriarse. En 2028 rodó su último filme, "Dios no está muerto: una luz en la oscuridad" y en 2021 puso su voz en una película de animación.
Su inmediato proyecto es producir un documental sobre su ajetreada vida. Para quienes la admiramos un día siendo niña, siempre nos quedará en la retina su "Luna de papel".