
El conflicto público de Jota Peleteiro y Jessica Bueno vivió en la noche de este viernes un punto de inflexión: él concedió su primera entrevista al programa De viernes para contestar a la que previamente hacía realizado su exmujer, acusándola entre otras cosas de ser una mujer interesada e insinuar que no es buena madre. Ella por su parte, regresó al plató del mismo espacio para contestar una a una a sus declaraciones, negando la totalidad de sus testimonio.
"He vivido un calvario", aseguró Jota Peleteiro en la charla con Santi Acosta grabada en la última semana sobre los dos años de guerra mediática y judicial que lleva con la madre de sus hijos. "Han sido un par de años muy duros, nunca he querido entrar al juego porque creo que no es favorable para los hijos, pero son tantas mentiras sobre mi persona que debo hablar. Ahora necesito sacar todo lo que llevo dentro, la gente necesita saber la otra parte de la balanza", explicó sobre el motivo que le ha llevado a hablar por primera vez en una entrevista, pues siempre se había mostrado muy discreto en sus asuntos privados.
Una vez más, el deportista hizo gala de su victimismo en el asunto de la manutención de los pequeños: "Firmé un acuerdo de divorcio de 15.000 euros por presiones y amenazas", dijo Jota, acusando a Jessica de aprovecharse de un momento de debilidad al amenazarle con negarle ver al hijo mayor que ella tiene con Kiko Rivera, con el que dice tener una estupenda relación: "Él firmó el acuerdo porque tenía mucha prisa para que yo me fuera de la casa familiar", contestó ella desde plató, confirmando que lleva meses con problemas para recibir los pagos.
Jota justifica estos retrasos alegando problemas de liquidez, motivo por el que quiso llegar a "un acuerdo razonable" : "Yo me he encargado de todo lo que necesitaba su hijo mayor. Ahora todo le parece poco y no para de atacarme (...) Creo que hemos sido unos privilegiados como familia, ella era la primera que quería lo más de lo más. Íbamos a un hotel y tenía que ir a la mejor suite", dijo sobre el supuesto alto de vida que pretendía llevar Jessica, insistiendo en el dinero que gastó en la educación de Fran, su hijo mayor: "Yo siempre me he ocupado de los viajes de Fran cuando tenía que ir a ver a su padre, me pedía ir en avión privado y le decía que no tenía mucho sentido gastarse ese dineral''.
Aunque lleva meses sin pasar la manutención de sus hijos, asegura que es una persona "muy generosa" que ha mantenido "durante años" a la familia de Jessica: ''He sido el primero que le regalaba un coche a mi padre por su cumpleaños, y Jessica me obligaba a regalarle uno a su padre. He pagado sueldos a familia de Jessica durante años (...) La gente olvida muy pronto (...) Creo que alguien de la familia le debía haber dicho que hay unos límites en la vida, lleva 10 años ocupándose de nosotros, arreglando casas, coches, sueldos para todo el mundo. Eso me ha dolido''.
Ella por su parte, negó ser caprichosa y afirmó que era él el que le pedía "presumir de lujos y comportarse como una mujer de futbolista": "A él le encantaba que yo presumiera de bolsos, porque si no era una desagradecida, porque era muy simplona, no era como las mujeres de los futbolistas (...) Todo el mundo que nos conoce y que ha vivido nuestra relación de cerca sabe perfectamente qué tipo de persona es él, que le encantaba el lujo. Le encanta chulear y ostentar", narró.
Sobre si Jota pidió a Jéssica que dejara de trabajar para dedicarse a la casa familiar y los hijos, una vez más, tienen dos versiones muy distintas: él dice que jamás impidió a su mujer volver al trabajo: "Es mentira. Cuando yo la conozco no está trabajando. Yo no le he dicho nunca que no podía trabajar. No quiero que mi mujer esté en casa 24 horas, si quiere trabajar porque le hace feliz, que trabaje. El trabajo más duro en el mundo que hay es el de ser madre", dijo. Ella insiste en que le pidió durante años que se quedara en casa.
En cuanto a las presuntas infidelidades por parte de Jota, negó que ocurrieran aunque reconoció que, cuando la relación ya era casi inexistente, le pilló "tonteando" con una compañera del trabajo: "Hay cosas que no me gustaban. Intento separarme muchas veces, pero nunca me atrevo a comentárselo porque me amenazaba con no volver a ver a su hijo (...) La relación estaba tan dañada, que iba a afectar a los niños porque se estaba perdiendo el respeto delante de ellos (...) He estado en tratamiento, lo he pasado muy mal. No está siendo justa conmigo y creo que se está pasando de la raya. Por dentro he estado y estoy destrozado, necesitaba sacar el daño que llevo dentro de mi cuerpo. Para mi estos dos últimos años han sido un auténtico calvario".
Desde plató, Jessica insistió en que la historia que cuenta Jota está retorcida y repleta de mentiras: "Todo lo que ha dicho es mentira tras mentira, tergiversado, contándolo dentro de su realidad. Yo quería que me devolviera el dinero que yo me había gastado durante esos meses en los que él no pagó, la pensión de mis hijos y que me dejara mudarme a Sevilla", explicó, asegurando que todo esto se deberá resolver en un juzgado: "Hay una denuncia aceptada que sigue adelante. Todo eso lo tendrá que demostrar ante el juez (...) No le tengo ningún miedo. He aguantado muchísimas cosas e igual que él dice que tiene, yo tengo muchísimo también".



