
Se disputaba entre los cronistas de Hollywood quién de estos dos galanes, Warren Beatty y Jack Nicholson, se había llevado más mujeres a la cama. Evidentemente era imposible constatarlo. Pero sólo con la propuesta, ya quedaba expuesta la atracción que entre el género femenino despertaban ambos actores.
En la biografía sentimental de Jack Nicholson consta el nombre de la mujer que más quiso: la hija del gran director John Huston, Anjelica, con quien formó una apasionada pareja a lo largo de diecisiete años. Sin estar casados; ignoramos por qué no lo hicieron. Quizás más adelante habrían dado ese paso. Pero una infidelidad de Jack significó la ruptura definitiva de ambos. El propio Nicholson, sin que ella se lo pidiera, le confesó haberla engañado: con una camarera llamada Rebecca Bronssard. Debió pensar el actor que, al ser tan sincero, ella podría perdonarlo. No fue así. Una mujer traicionada suele reaccionar como un tigre enjaulado. Y así le fue a Jack: perdió al gran amor de su vida. Con la camarera tuvo un hijo, que es ahora el más cercano a él de cuantos vástagos tiene: media docena. Consejo para los varones infieles: nunca deben confesar a sus esposas haberlas traicionado. Es de ingenuos no tenerlo en cuenta.
Ha pasado mucho tiempo de aquello. Jack no ha olvidado a Anjelica. Durante los pavorosos incendios que asolaron buena parte de Los Ángeles, él se interesó, por vía telefónica, de cómo se encontraba ella y en qué condiciones había quedado su vivienda, ofreciéndole la suya propia en caso de que la de su antigua novia hubiera sido pasto de las llamas. Anjelica, sin perder la compostura, le agradeció el gesto, aunque no aceptó el ofrecimiento. Se las buscó como pudo, pues desgraciadamente su rancho de quince hectáreas quedó completamente destrozado. Lo compró con el dinero que le pagaron por su película "El honor de los Prizzi". La rodó no porque la dirigiera su padre, sino porque el protagonista era Nicholson y éste impuso a Anjelica en el reparto.
La admiración que Anjélica Huston tuvo siempre hacia Jack Nicholson provenía de una de las primeras películas de éste, "Easy Rider". Y cuando comenzaron su relación sentimental, con la complacencia de John Huston que consideraba a su posible yerno como uno de los mejores actores, ella estaba viviendo un sueño y pasados unos años de convivencia Anjelica se atrevió a proponerle matrimonio. Con su aire sardónico, Jack le fue dando largas porque no le apetecía complacerla.
Esa historia de la boda que no pudo ser y, sobre todo, la confesión de Jack a Anjelica de haber dejado embarazada a una camarera, se ha sabido recientemente. Puede que a ambos les importe un pepino que lo sepa la gente. Sólo es la revelación de que ambos perdieron la oportunidad de seguir juntos, cuando ellos mismos estaban convencidos de vivir un gran amor.

Se ha sabido también que Jack trató de reconquistarla cuando ella volvió a su rancho, abandonando la casa donde ambos vivían. Le envió un brazalete de diamantes, que había pertenecido a Ava Gardner: por razones que ignoramos fue a parar a manos de Nicholson. Al envoltorio le acompañaba una nota firmada así: "Tu Jack, tu cerdo". Por un tiempo ella cedió, hasta que decidió casarse con el escultor Robert Graham, quien falleció en 2008, entre tanto, tras el abandono de Anjelica, él continuó con su vida, sin faltarle nunca una mujer a su lado.
¿Qué quiénes fueron esas mujeres que pasaron por la vida del gran actor? Entre sus amantes, contamos a Michelle Phillips, una de las dos componentes del cuarteto Mamas & Papas; Janice Dickinson, Lara Flynn Boyle, Rachel Ward, Candice Bergen, Joni Mitchel…Se contó que rodando la segunda versión de "El cartero siempre llama dos veces" con Jessica Lange, ambos interpretaron con tal verismo las escenas de amor, que dieron la impresión que, efectivamente, eran explícitas, reales.
Nicholson sólo se casó una vez: con Sandra Knight, en 1962. Duraron juntos seis años. Ella actriz, coprotagonista con Jack en "El terror". Por lo que fuera, Jack no tuvo más ganas de repetir boda alguna. A lo que no renunció fue a seguir ligando a cuantas se le ponían a tiro.
Buscando una causa, algo difícil, para comprender su postura sobre el matrimonio, encontramos datos sobre la identidad del actor, quien no conoció a su padre y ni siquiera, que sepamos, se enteró de quién era. Uno de los biógrafos de Nicholson apuntaba la posibilidad de que fuera un cómico italo-americano, de nombre Donald Furallo. Pero es que la madre de Jack no estaba segura de quién pudiera ser el progenitor. Ella, una cabaretera llamada June Frances Nicholson, de vida completamente disoluta.
Jack Nicholson no se enteró de sus orígenes hasta que un periódico norteamericano lo averiguó teniendo él treinta y tantos años, en la creencia siempre de que su madre era la que se supo luego era su hermana. Del padre le contaron que era un alcohólico que los había abandonado. Y fueron los abuelos los que en realidad se encargaron de la crianza del pequeño. Y la hermana, que, repetimos, Jack creyó era su madre biológica. El trauma que ya adulto vivió tras conocer su verdad, insistimos, pudo llevarlo a ese resquemor al matrimonio.
John Joseph (Jack) Nicholson hubo de superar otros inconvenientes y trabas profesionales, aceptando para ir sobreviviendo en Los Ángeles trabajos tales como cargador de cables, asistente… hasta que pudo convertirse en el gran actor de talla internacional que los amantes del cine reconocen. Y si no, recuerden entre otros estos títulos inolvidables en su larga carrera: "Easy Rider", que ya citamos, y que iba a interpretar Rip Torn, pero no estando de acuerdo con el dinero que le ofrecía la productora, su papel fue a manos de Nicholson, su trampolín en adelante; "El resplandor", "Alguien voló sobre el nido de cuco", "La fuerza del cariño", "Chinatown", "Infiltrados"…Sobre estos dos últimos títulos, hay algo que les contamos a título anecdótico. Sabido es para todos los que lo conocen y saben de su mayor afición que es un forofo de la NBA y que no se pierde un partido de Los Ángeles Lakers. Y si no está allí recurre a la televisión. Rodando "Chinatown" estaba tan embebido con la retransmisión de un encuentro que se demoró en su "roulotte" en tanto que Roman Polanski lo llamaba a gritos. Tan cabreado estaba que, al verlo pegado al televisor tomó el palo de una fregona rompiendo el aparto ante la mirada absorta – y divertida – del actor. En cuanto a "Batman", ganó más dólares que el protagonista, Michael Keaton, además de cobrar un porcentaje de las ganancias obtenidas por la productora. Como tantos otros colegas de su categoría rechazó el papel de Michael Corleone en "El Padrino". Se desquitó al personificar a uno de los jefes de la Mafia, Frank Costello, en "Infiltrados", que le brindó Martin Scorsese. Y el de Hannibal Lecter, que hizo ante su renuncia Anthony Hopkins. Nunca se le conoció remordimiento alguno por ello. Puede que sí se arrepienta de una cosa: haber debutado como director de "Camino del Sur". No repitió la experiencia.
Jack Nicholson suele tener buen humor y ejercitar la ironía a menudo. Durante el estreno de una de sus películas en Londres tuvo la oportunidad de saludar a la princesa Margarita de Inglaterra. En un momento dado de la recepción, ante la hermana de la reina Isabel II que le prestaba a Jack mucha atención, no se le ocurrió a éste otra ocurrencia que sacar de su bolsillo un sobre que contenía… cocaína. Imaginamos la reacción discreta de la princesa al advertir de cómo iba "colocado" Nicholson.
Llegado 2010 tomó parte, no en un papel habitual de protagonista, en la película "How Do You Know", traducida aquí "Cómo sabes si…". Pasaron tres años. Y entonces se supo que fue su última aparición ante las cámaras. Declaró en el diario The Sun que se retiraba. Hubo medios informativos que especularon con una supuesta enfermedad del actor, llegando a afirmar que era víctima del mal de alzhéimer. Lo que con el tiempo se supo no era verdad. Sencillamente, Jack Nicholson decidió que había llegado al final de su carrera y necesitaba descansar definitivamente. Desde que tomara tal decisión, dejó de aparecer en estrenos, desestimó otras ofertas, negándose a cualquier entrevista. Recluido en su mansión de Mulholland Drive, situada en la cima de una colina, donde se dedica a la lectura, la vida contemplativa, el seguimiento por televisión de la liga de la NBA… Una suntuosa residencia que algunos aseguran se la compró a su vecino Marlon Brando, aunque no tenemos muy claro si eso ocurrió así. El caso es que no tiene vida social alguna y sólo se le ha visto alguna vez en los asientos del estadio donde juegan los Ángeles Lakers en compañía de uno de sus hijos, el que tuvo con aquella camarera que desató la ira de Anjélica Huston.
Ha cumplido ochenta y ocho años el pasado 22 de abril. Fotogramas ha recogido este comentario, relativo a su trato con tantas mujeres que pasaron por su vida: "Me cansé de discutir con ellas acerca de las cenas, así es que opté por contratar a un cocinero". Su fama de rebelde y conquistador ya pertenece al pasado. "Me entristece no sentirme ya irresistible para las mujeres".