
El Seven Seas, el megayate propiedad del director de cine estadounidense Steven Spielberg, se encuentra en Mallorca después de cruzar el Atlántico para pasar la temporada estival recorriendo el Mediterráneo. Se trata de una imponente embarcación valorada en más de 200 millones de euros que está haciendo su primera escala en la isla, concretamente en las aguas de Puerto Portals. Aunque está a una notable distancia del puerto deportivo, su imponente tamaño ha llamado la atención de vecinos y prensa local.
El buque de recreo de Spielberg tiene 109 metros de eslora, varias alturas y siete camarotes para alojar a 14 invitados. Su nombre se debe a los siete hijos del cineasta y fue construido por encargo en 2022 por la firma Sinot Yacht Architecture & Design en Países Bajos. Entre sus numerosas comodidades están una sala de cine, gimnasio, jacuzzi, sauna cubierta, salón de invitados y comedor al aire libre.

Precisamente en exteriores también cuenta con dos piscinas, una de hidromasaje y la otra, más grande, en la zona trasera de la embarcación y destinada a juegos acuáticos y natación. No falta el helipuerto para que Spielberg, familia y amigos puedan desplazarse en el momento que sea necesario. Se trata del segundo megayate que Spielbert ha tenido en propiedad. Se deshizo del primero en 2021 por no tener tiempo para disfrutarlo y su comprador fue el multimillonario canadiense Barry Zekelman.

El caso de Spielberg es parecido al de Leonardo DiCaprio, que a pesar de ser reconocidos activistas contra el cambio climático, cuentan con propiedades nada ecológicas como grandes barcos de recreo y jets privados. "Me aterra [el calentamiento global]", comentó Spielberg durante una entrevista en 2018 para su película Ready Player One. "El calentamiento global es una realidad científica. No es un truco político. Es un ejemplo real de ciencia, medible y cuantificable".
En 2022 además habló además de lo arrepentido que estaba de haber estigmatizado a los tiburones por culpa de su película Tiburón, a los que dio una imagen terrorífica y violenta y su impacto muy negativo en la biodiversidad y en la vida de los estos animales.
En una entrevista concedida a BBC Radio 4, tal y como recoge The Guardian, Spielberg confiesa que este es el gran error de una de sus cintas más importantes. "Es una de las cosas que todavía me dan miedo. No el ser devorado por un tiburón, sino que los tiburones estén de alguna manera enfadados conmigo por alimentar el frenesí de pescadores deportivos locos que se dio después de 1975", expone.
Tras el estreno de la película, la población total de tiburones se vio muy mermada. Según los datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, en la actualidad más de un tercio de las especies de escualo se encuentran en peligro de extinción, cifra que aumenta notoriamente en el caso de los tiburones marinos.

