Durante este tiempo, ha vivido una intensa experiencia de formación como guardiamarina, con jornadas que arrancaban al alba, guardias nocturnas y maniobras en el palo, en un entorno de disciplina y esfuerzo físico constante.
Pero no solo ha sido un desafío físico, sino también emocional. Leonor ha estado alejada de su entorno más cercano, perdiéndose momentos familiares importantes como la graduación y el cumpleaños de su hermana Sofía. No obstante, vivió un reencuentro especialmente emotivo con la reina Letizia durante una escala en Panamá, en el que compartieron gestos de complicidad y cercanía.
Estos meses también marcaron un antes y un después en su exposición mediática, destacando su primera portada en bikini durante una jornada de descanso en Uruguay, lo que generó una gran repercusión pública.
Ahora, como colofón a su formación naval, la heredera al trono iniciará una nueva etapa: un mes de prácticas a bordo de la fragata Blas de Lezo, consolidando así su preparación militar.