
Enrique Iglesias ha celebrado días atrás su medio siglo de vida. Así como este año también va a festejar – ya en noviembre – que lleva cantando treinta años. Está en la cumbre de su carrera musical. Y es el único de la familia Iglesias que mantiene estable su matrimonio, siendo padre de tres hijos. No hace falta dar detalles de lo que ocurrió con sus padres, divorciados, los casos de sus hermanos Chabeli y Julio José, y el de su abuelo, "Papuchi", quienes rompieron con sus respectivas parejas.
Tenía Enrique sólo ocho años cuando tras el secuestro y posterior desenlace feliz de su abuelo, Julio Iglesias, de acuerdo con Isabel Preysler, determinó que sus tres retoños dejaran su hogar madrileño, instalándose en Miami, donde la seguridad era máxima. Así es que Enrique, como Chabeli y Julio José, recibieron en adelante una educación más próxima a las costumbres norteamericanas, aunque siempre con la consciencia de su nacionalidad española.
Corría el año 1995 cuando Enrique Miguel Iglesias Preysler abandonó sus estudios de Administración de Empresas para probar suerte como cantante, autor de sus primeras canciones. Nadie de la familia estaba al corriente de esa decisión y cuando Julio Iglesias lo supo ni le dio importancia ni tampoco le pareció oportuno ayudar a Enrique en sus conatos discográficos. Ni corto ni perezoso Enrique recurrió a su niñera, en pos de una ayuda económica que le permitiera realizar una simple maqueta, o demo, que es como se conoce una grabación musical con fines promocionales.
Dicho y hecho: con quinientos dólares en el bolsillo facilitados por su niñera, Enrique se dirigió a una discográfica para probar suerte, pero sin identificarse como el hijo menor de Julio Iglesias. Recurrió a una mentira, haciéndose llamar Enrique Martínez, de nacionalidad hondureña.
Y así fue cómo empezó a componer canciones, la primera de ellas "Por amarte" y en 1995 debutó con su primer disco, decidido a ser cantante como su progenitor, sin contar con su ayuda. Sus dos primeras canciones, de afortunado recorrido en las emisoras, fueron "Si tú te vas" y "Experiencia religiosa".
Julio Iglesias, casi incrédulo, no sabía cómo reaccionar. Fue inútil que en adelante se hiciera perdonar por Enrique, que ya volaba solo. Se habló de que podrían gran un disco juntos. Nunca ese supuesto proyecto se llevó a cabo.
Con una tenacidad – y talento – Enrique Iglesias fue ascendiendo en las listas de éxitos de los Estados Unidos y en las de la totalidad de los países de habla hispana, interpretando en español e inglés y, más adelante, en portugués e italiano. Se calcula que, a día de hoy, las ventas de sus discos se han elevado a setenta millones de copias. Los premios recibidos son numerosos, siendo los Grammys latinos y los de la revista "Billboard", los de mayor rango. Su repertorio es propio. Entre sus éxitos: "Ritmo total", "Escapar", ·I Like it", "Cuando me enamoro", "Bailando", "El perdedor", "Loco", "Súbeme la radio"… Ritmos latinos, aunque no siempre.
Desde que comenzara a registrar sus canciones en Fenovisa, una empresa discográfica ligada a Televisa, Enrique acusó la influencia de Dire Straits, The Police, U2, incluso Bruce Springsteen, una música que para él resultaba ideal, pues podía con esos estilos cantar en grandes estadios. "Soy latino – se definía -, siempre lo seré, pero mi música no tanto, puesto que canto también pop". Atendiendo a ese sueño de actuar ante multitudes, colmó tal deseo actuando el año 2000 en un intermedio de la Super Bowl, lo que le supuso ser escuchado por millones de telespectadores en tan espectacular "show" deportivo.
Comentando la esencia de sus canciones, Enrique dice: "Busco que mi música me alegre o me entristezca, que me recuerde un sentimiento. La música te transforma".
¿Por qué Enrique Iglesias ha cantado poco en España? Se pasó ¡doce años! sin actuar en Madrid, su ciudad natal, hasta pisar un escenario el 7 de diciembre de 2019. Fue 2020, el año que montó una gira junto a Jennifer López. Con alguna frecuencia no le ha importado actuar o grabar duetos, algo que en la industria norteamericana es habitual. Acerca de su reaparición en nuestro país el presente año sólo ha decidido presentarse el próximo 5 de julio en Las Palmas de Gran Canaria, en el Granca Live Fest, que congregará en la isla a buen número de ídolos pop.
En estas tres décadas de vida artística Enrique Iglesias ha tenido otras experiencias extra musicales, interviniendo en varias películas, como "El mexicano", de Robert Rodríguez, en una breve aparición como "el pistolero Lorenzo", donde los protagonistas eran Antonio Banderas, Johnny Depp y Salma Hayek. Asimismo tuvo colaboraciones en varias series televisivas, algún culebrón mexicano, permitiendo que en algunos casos sonaran varias de sus composiciones. Luego está su proyección en campañas publicitarias: se disfrazó de emperador romano para un video-clip de "Pepsi". Y ha sido imagen de marcas de relojes, perfumes, moda masculina…, signo de que su atractivo y su notoriedad como cantante son un buen reclamo.
Uno de esos videos en los que tomó parte iba a significar mucho en su vida sentimental. Y es que el que rodó para promocionar su disco "Escape" contó con la presencia de una bella joven, la tenista rusa Anna Kournikova. Transcurría 2001, y Enrique contaba veintiséis años y ella veinte. Fue en la Navidad, en los estudios Universal, de Los Ángeles. Los ojos de Enrique le hicieron chiribitas cuando le plantó un par de besos a esa tenista que iba a ganarse unos buenos dólares como modelo de ese video. Anna se convirtió en el gran amor de la vida de este ídolo de la canción pop romántica latina.
Han tenido tres hijos: Nicholas y Lucy, de ocho años, y Mary, de cinco. Cuida mucho que ellos no sean presa de los "paparazzi" y él mismo fuera de sus actuaciones. Esto es: procura que sus retoños no aparezcan en los semanarios del corazón. Los preserva para que en el futuro no sean objetivo constante de la prensa, lo que Enrique padeció cuando, con sus hermanos, empezó a vivir en Miami, como contábamos. Llegaba un reportero de "¡Hola!" y Julio Iglesias, que apenas se ocupaba de ellos, los reclamaba para posar a su lado como si fuera un padrazo.
Esos tres hijos de Enrique y Anna reconocen las canciones de papá, pero cuando algunas veces les han mostrado el vídeo de "Escape", no entienden por qué allí estaban papá y mamá y les preguntan qué hacía ésta allí, mientras él cantaba.
Enrique, confiesa: "Ser padre me ha cambiado la vida". No acepta ya hacer giras muy largas para estar lejos de sus pequeños. Juega con ellos. Con el niño va a pescar de vez en cuando. El cantante es buen deportista: practica windsurf y monta motos acuáticas.
No es apenas exigente con la moda en el vestir. No lo imaginamos con trajes de etiqueta. Procura dar una sensación de naturalidad, como uno más de su generación, y es feliz cuando se baja del escenario, se cambia, y aparece ya ataviado con camiseta, vaqueros, zapatillas y la imprescindible gorra, para pasar inadvertido, si le es posible. No es un chico tan guapo como su hermano Julio José, pero con ese aire tímido que exhibe, da la impresión de necesitar protección de las muchas mujeres que lo adoran. Eso sí: que se sepa, desde que está casado, nunca le ha sido infiel a su esposa. Es más bien serio, aunque en privado gasta muchas bromas a sus conocidos. En su rostro, públicamente, apenas esboza una media sonrisa, que le cuesta mantener. Un rostro por cierto donde de pequeño lucía un lunar en el lado derecho; ya siendo un ídolo, lo mandó extirpar, por si pudiera desencadenarle un proceso canceroso.
Quiere mucho a sus hermanos, incluyendo a los que nacieron de los matrimonios de Isabel Preysler, con el marqués de Griñón y Miguel Boyer, Tamara y Ana. Como vive en Miami ve a menudo a Chabeli y a Julio José, que también pasa temporadas allí. Emotivo fue que cuando Julio José se separó de Charisse Verhaert tras dieciocho años de relación, fue a refugiarse en Indian Creek, el casoplón de su hermano, para superar aquella traumática situación.
Han leído bien: Indian Creek. Donde al radicarse en Miami Julio Iglesias adquirió un inmenso chalé, que luego renovó, aunque ahora pasa más tiempo en Punta Cana, República Dominicana o en otra zona del Caribe. Y si vuelve a Indian Creek no hay testimonios de que en los últimos tiempos haya firmado la pipa de la paz con Enrique.
¿Y en qué invierte sus millones Enrique Iglesias? Mantiene a cal y canto cerrada la curiosidad periodística al respecto. Sólo sabemos qué hace año y pico se asoció con sus amigos Nadal, Pau Gasol, Rudy Fernández y Abel Matutes Jr. en un restaurante madrileño llamado "Tatel", situado en el madrileño barrio de Salamanca.
Muy amigo de sus amigos, que los escucha mirándolos a los ojos, nada frívolo, exigente en su profesión, procurando, aun siendo una estrella, no ser un ídolo distante y excesivamente vanidoso.
Respecto a su relación con los medios suele ser amable, no busca escándalos ni declaraciones explosivas, tampoco son muchas las entrevistas que ha concedido acerca de su vida privada, que protege, como decíamos, a machamartillo. Pero nos llama la atención cuando en la importante revista People, respondió así a la pregunta de cómo se bañaba, si solo o no le importaba hacerlo delante de la gente. Respondió: "Me baño desnudo… aunque no hay mucho que presumir de cintura para abajo. Lo hago cuando estoy solo, desde luego mirando a todos lados por si me sorprendiera un fotógrafo". En tal caso, esas imágenes alcanzarían un desorbitado precio para las revistas.

