
La naturalidad y espontaneidad de Marta Pombo le han llevado a acumular más de 1 millón de seguidores en Instagram. Desde que María saltó al estrellato en redes, sus hermanas, con las que compartía y comparte gran parte del tiempo, también lo hicieron. Cada una fue haciéndose su ‘huequito’ entre los perfiles de lifestyle mostrando su personalidad y su día a día y la ‘fama’ aumentó con el documental familiar de ‘Pombo’. Entre las tres sus seguidores son más de 5 millones, y eso sin contar a sus maridos que también muestran actividad en sus perfiles.
Marta Pombo ha compartido un honesto mensaje con sus seguidores en el que habla abiertamente sobre cómo se siente respecto a su trabajo en redes sociales y su papel como madre reciente, debido a que muchas personas le escriben diciéndole que su perfil "les da pereza" por hacer publicidad y no contar tantas cosas de su vida "como solía hacer antes". Asimismo, ha expresado que este tipo de críticas son bien recibidas: "A mí las críticas constructivas me gustan porque me hacen analizar en qué puedo estar fallando y qué puedo mejorar".
La influencer reconoce que está pasando por un momento complicado de desmotivación, en gran parte provocado por los cambios en el algoritmo de Instagram, pues Marta siempre ha sido de lanzarse ha hablar con sus seguidores en las publicaciones que solo duran 24 horas, algo que le "encanta" pero que ahora penaliza, de forma que de todo ese "montón de gente" que la visualiza normalmente, cuando publica este tipo de contenido los datos disminuyen a la mitad. "Me desmotiva porque yo soy vuestra chica de confianza de Stories", afirma Marta que defiende el contenido "puro y real".
"Sé que la que aquí se tiene que reinventar y adaptarse soy yo, porque las cosas cambian y o te adaptas o te mueres", reflexiona.
Trabajo y maternidad
El matrimonio de Marta y Zama convirtieron en familia numerosa de golpe el 1 de septiembre de 2024. La primera hija de la pareja fue Matilda (2022), y el segundo embarazo dio la bienvenida a María y Candela.
La influencer ha tenido que aprender a compaginar su vida profesional con la personal, y reconoce que este ha sido un "año en blanco". "Me ha costado nueve meses, después de parir a las niñas, entender esto y aceptarlo, porque estaba muy bloqueada", confiesa. Marta asegura que se vio obligada a frenar muchos proyectos laborales porque, simplemente, "no le daba la vida". "Me frustraba y me enfadaba conmigo misma por no llegar a cumplir con todas las ideas de contenido que tenía", admite con total honestidad.
A pesar de todo, Marta asegura que ha empezado a priorizar lo más importante: su familia. "Un día dije: Marta, lo más importante que tienes que hacer ahora es criar a tus hijas. El contenido y el trabajo pueden esperar."
La influencer también ha admitido que siente miedo de "pasar de moda" o no estar adaptándose a la nueva dinámica de las redes, pero asegura que vienen cosas emocionantes, como la llegada de su nuevo coche, que ha recogido recientemente.

