
Pasa Eva Longoria los veranos en Marbella, donde ya la han fotografiado fechas atrás luciendo un cuerpo escultural, en sucinto bikini, tomando el sol en la playa con su tercer marido y el hijo de ambos, Santi, de siete años. Conocida por su filantropía, presenta todos los años en la ciudad malagueña un evento benéfico junto a Antonio Banderas, con quien le une una gran amistad surgida años atrás en los Estados Unidos. Eva tiene la nacionalidad norteamericana, es de origen hispano-mexicano y ha tenido hasta la fecha una intensa vida como actriz "sexy" en el cine y la televisión, en tanto su vida íntima también contiene pasajes de glamur y de sinsabores, cuando uno de sus esposos le puso los cuernos. Reaccionó inmediatamente ella al saberlo mandándolo a cierto sito maloliente y proceder al divorcio.
Eva Longoria hace tiempo que es millonaria, pero creció en una familia venida a menos, con una finca como herencia de sus antepasados, que sus padres y hermanos tuvieron que cultivar a base de no pocos esfuerzos. Quien hoy es una mujer de probada elegancia, trabajó duramente en el campo, en labores más propia de los hombres. Nadie le ha regalado nada si conocemos ese pasado laboral.
Una de sus primeras experiencias al margen de aquella dura adolescencia en un pueblo de Texas donde vino al mundo hace medio siglo como apuntamos, fue presentarse a un concurso local de belleza, que ganó. Quiso ser por entonces modelo, pero cuando en la capital se presentó en varias agencias fue rechazada de inmediato. Bajita, mide, exactamente un metro y cincuenta y cinco centímetros. Bien ha sabido ella con su experiencia mostrarse en público espectacular, con elevados tacones de aguja, por supuesto. Los hombres, al verla, se fijan mucho en su delantera: exhibe un busto prominente.
Tuvo que cambiar de idea y no siendo modelo como aspiraba se inició en pequeños papeles en series de televisión, viviendo ya en Los Ángeles. Decidida, ambiciosa siempre, acabaría protagonizando un montón de culebrones y películas donde encarnó papeles sensuales. Uno de ellos la emparejó con María Bravo (la amante española de Bruce Willis una temporada), a quien no conocía. Pero en seguida se hicieron amigas, por la simpatía de ambas. Que aceptaron su "rol": tenían que besarse ardientemente ante las cámaras. Lo que hicieron muy obedientes a cuanto les sugería el director.

La serie que le proporcionó una gran popularidad en los Estados Unidos y en países de habla hispana fue "Mujeres desesperadas", que duró casi una eternidad, entre 2004 y 2012. Correspondiendo a la notoriedad adquirida, Eva fue objeto de contratos de "spots" publicitarios, anunciando marcas de champú, ropa y helados. Imaginen a sus admiradores degustando con fruición uno de éstos, de fresa o de menta, sabiendo que es la Longoria quien los recomienda.
Una faceta más de esta tan activa profesional es la de haber participado en videoclips de cantantes de relieve, entre ellos Rocky Martin, Alejandro Sanz y Enrique Iglesias.
Por lo común ella siempre se expresaba en inglés y el español comenzó a aprenderlo a partir de 2009 y hoy lo habla con fluidez, aunque se le note el acento y tenga dudas razonables con el vocabulario. Quiso conocer el lugar de sus ancestros españoles, de allá el siglo XVII en adelante, situado en un pueblo ovetense llamado como su propio apellido, Longoria, desde donde se contemplan los Picos de Europa. Pequeña aldea de menos de cien habitantes, cuyas calles pisó en 2009, emocionada por saber que allí nacieron sus tatarabuelos. El paisaje asturiano con sus verdes valles le impresionó.
Eva Longoria no es que digamos sea una actriz salida de alguna academia de arte dramático, pero sus series y películas han dado mucho dinero, destinadas a un público escasamente exigente con los argumentos, de contenido melodramático. Con una perspicacia comercial aprendida desde que fue conociendo los entresijos de esa industria audiovisual no cejó hasta ser ella productora de sus propias películas y series, lo que como ya decíamos, acabó convirtiéndola en millonaria. ¡Qué lejos de cuando casi una niña sembraba semillas en el campo!
Una popular revista norteamericana, "TV Guide" la nombró un año "La mujer más sexy de televisión". "People" en español destacó su belleza. Se cuida, sabe cómo acicalarse, qué peinado llevar, elige su vestido con su estilo, que responde siempre a esa tendencia femenina de llamar la atención, que en ella viene de lejos, siempre sensual.
Hay una vertiente política en la que en Norteamérica inciden muchos personajes del cine y la música, no como en España donde en general, salvo algunas excepciones (los de la ceja), la mayoría de los actores "pasan" de los partidos. Eva Longoria en la campaña de reelección de Barack Obama, se mostró muy decidida a apoyarlo, hizo las gestiones precisas y el protocolo de la Casa Blanca aceptó que el encuentro – una cena – tendría lugar en la residencia de Antonio Banderas y Melanie Griffith. Fue una velada muy interesante.

Es natural que haya conocido a bastantes hombres, tres de los cuáles acabaron siendo sus maridos. El primero de ellos, una estrella de "General Hospital", de gran audiencia, Tyler Christopher, con quien estuvo casada entre 2002 y 2004. Acabó cansándose hasta que tres años después se volvió loca por un jugador de baloncesto llamado Tony Parker, que resultó ser un "pinta" de cuidado. Si no, aparte de coronarla con unos hermosos cuernos, distribuía imágenes privadas de la pareja, sobre todo de ella sola; erotismo a la carta compartido con amigos de ambos sexos. Todo ello a espaldas de Eva, naturalmente. Nunca comprendió el tipo que ella estaba muy enamorada de él, a punto de tatuarse varias partes pudendas de su cuerpo con la palabra Tony. Cuando se enteró de ser víctima de este deportista chulo, descarado e infiel, lo dejó en menos que canta un gallo. Quiso borrar aquellos tatuajes tan íntimos e imaginamos que lo consiguió cuando ya conoció al que iba a ser su tercer marido.
Las amistades de Eva Longoria siempre fueron de altura, económicamente hablando: nada de romanticismo de tres al cuarto, como era la temática de sus películas. Y en la necesidad de encontrar a un hombre con poder y dinero, acertó de una manera singular, en una cita a ciegas con el presidente de Televisa, la compañía más importante de televisión en la América hispana, José Antonio Bastón Patino.
Un amigo de ambos se encargó de juntarlos en esa, decimos, cita a ciegas. Y resultó que ambos se gustaron desde un primer momento. Y se casaron en 2016, comieron perdices y fueron padres de Santiago Enrique, un muchachito despierto que ha aumentado la felicidad de la pareja.

