
El próximo 4 de octubre se casa Cayetano Martínez de Irujo con Bárbara Mirján tras un largo noviazgo de nueve años. Será una ceremonia religiosa en la iglesia del Cristo de los Gitanos de Sevilla. Durante el transcurso de su relación, la pareja, sobre todo él, insistía en que no tenían planes matrimoniales. En principio, de pretenderlo, hubiera sido en ceremonia de carácter civil, al estar divorciado el quinto hijo de la duquesa de Alba, de Genoveva Casanova. Conseguida la nulidad eclesiástica de aquel enlace que apenas duró un par de años, Cayetano y sobre todo Bárbara están felices al poder casarse por la Iglesia.
La elección nupcial de la iglesia del Cristo de los Gitanos obedece al fervor que le tenía la Duquesa de Alba. Hace bastantes años que ese templo estaba semiderruido y Cayetana, con su dinero y la aportación de otros fieles, consiguieron levantarlo. Parte de las cenizas, a su muerte acaecida hace once años, están depositadas en un rincón de esa iglesia. Imaginamos la emoción de Cayetano cuando se dé el 'sí' al casarse con Bárbara Mirján. Con su hija Amina de madrina. Es la melliza junto a Luis que tuvo con Genoveva Casanova, a la que no han invitado a la boda, a no ser que a última hora cambien de parecer. Tampoco sabemos si lo han sido todos sus hermanos; imaginamos que sí, aunque en todo caso dudas existen sobre si alguno de ellos, sobre todo Alfonso y Jacobo, deciden estar presentes, porque sí son seguros Carlos (que acaba de confirmar su presencia), Fernando (con el que mejor se lleva Cayetano) y Eugenia (olvidado ya cuando estaban reñidos).
Los novios se conocieron en una fiesta marbellí. Cayetano, treinta y tres años mayor que la entonces estudiante, se quedó prendado de Bárbara. Y a su vuelta a Madrid, lugar de residencia de la pareja, iniciaron su ya prolongado noviazgo. Al decir recientemente del duque de Arjona y conde de Salvatierra, "ella es inteligente, resolutiva, le gusta el campo como a mí y no tiene inconveniente en adaptarse a vivir en él, y lo ha demostrado viajando desde Madrid los fines de semana a reunirse conmigo en mi finca de Carmona".
Bárbara Mirján (su apellido aparece sin acento en muchas informaciones) es una encantadora mujer de veintinueve años (frente a los sesenta y dos de Cayetano), graduada en Filología francesa y Gestión de Empresas, títulos obtenidos en la Universidad King's College, de Londres. Trabajó una temporada en Mediapro como experta en negocios de comunicación.
Los dos están de acuerdo en vivir la mayor parte del tiempo en la finca sevillana de Cayetano, "Las Arroyuelas", a media hora desde Carmona a Sevilla. Podrían radicarse en Madrid, donde él dispone de vivienda propia, mas ya ha dicho éste que su preferencia es compartir su vida de casado en esa finca, y ella no se ha opuesto.
"Las Arroyuelas" forma parte del legado que heredó Cayetano de su madre en vida. Una finca enorme, de mil quinientas hectáreas, donde cultiva trigo, girasol, garbanzos, con olivos de los que obtiene aceite que comercializa al por mayor. Treinta y cinco familias viven allí de su trabajo. Cayetano no tenía idea de llevar adelante un terreno de esas características. A base de créditos bancarios pudo ir poco a poco sacándole rendimiento. Confiesa haber arriesgado mucho dinero, a punto de arruinarse no en una sino en varias ocasiones. Con su tesón y fe, hoy está orgulloso de haber salido adelante en ese envite, confiando en que ya no tendrá más números rojos en sus cuentas. El logro de tener desde no hace mucho un embalse privado le permite manifestarse muy tranquilo en su futuro como empresario agrícola. También dispone de animales, sobre todo caballos, que siempre fueron su pasión durante ya cuarenta y seis años como jinete olímpico incluso.
Cayetano ha tenido una intensa vida, en todos los sentidos, hasta el presente. Si nos acordamos de su salud, la ha vivido pocos años atrás con preocupación, tras ser operado en once ocasiones. Él lo contaba así: "Fueron seis años entrando y saliendo de los hospitales". Bárbara Mirján estuvo pendiente de Cayetano en todo momento. Lleva colocada una malla en el intestino tras ser intervenido por el doctor Moreno, a quien el enfermo se refiere como quien le salvó la vida.
En cuanto a su biografía amorosa, está repleta de nombres femeninos. Mujeres de muy diversa condición a las que amó con mayor o menor pasión. Seductor siempre, no acababa nunca de decidir a dar el paso a abandonar la soltería, por mucho que su madre, la Duquesa, estuviera interesada en que sentara de una vez la cabeza. Claro que también Cayetana de Alba tuvo también sus experiencias. La lista de novias o amantes, términos que él sabrá adjudicar a sus historias del corazón, fueron las que siguen, en la creencia de que no nos olvidamos de las más importantes al menos, a saber: Katia Cañedo, con quien mantuvo relaciones a lo largo de cuatro años, podría haber sido su más perfecta compañera entonces; Mónica Hoyos, la nadadora olímpica Melani Costa, Ana Obregón, la infortunada Sonia Martínez, presentadora de televisión, muerta de sida a los treinta y un año, Mar Flores, Kika Aparicio (hija y hermana de dos toreros, llamados Julio), Leticia Sabater, Cristina Valls Taberner… Una temporada salió con la entonces directora general de RTVE, Mónica Ridruejo, sobrina de Pitita, y también con Elena de Borbón.
Cayetano ha confesado que sólo tres han sido las mujeres que más ha querido: Katia Cañedo, Genoveva Casanova (con quien matrimonió en 2005 divorciándose en 2007) y ahora el gran amor de su vida, Bárbara Mirján. En su libro biográfico se refería a su relación con una modelo, sin identificarla. ¿Acaso Mar Flores? Transcribimos: "Era una mujer maquiavélica, fría, de doble personalidad… Con ella me porté muy bien y me retiré en silencio al comprobar que la mentira estaba instalada en la relación desde el primer momento". Asimismo, confesaba cuanto sigue: "Años después mantuve una historia con una deportista que comenzó de manera entrañable y no acabó en sonrisas". ¿Quizás se refería a Melani Costa? Es posible.
Ya en las últimas páginas de sus memorias, confesaba esto: "Ahora lo sé, soy capaz de estar con una mujer y sentirla a mi lado como compañera. Ahora es cuando puedo mantener una relación equilibrada con Bárbara Mirján". En vísperas de su esperadísima boda me permito desearles que sean muy felices y coman muchas perdices. A mí me encantan escabechadas.

