Menú

Ana, marquesa de Torroja: "Dejé de ganar millones cuando se rompió Mecano"

Más allá de su carrera, Ana afrontó rumores de bisexualidad, un matrimonio separado y una dura multa de Hacienda tras el inesperado cese de Mecano.

Más allá de su carrera, Ana afrontó rumores de bisexualidad, un matrimonio separado y una dura multa de Hacienda tras el inesperado cese de Mecano.
Ana Torroja. | Cordon Press

El grupo musical Mecano fue el más importante del pop español desde sus inicios en los años 70 hasta casi el final de la década de los 90. Sorprendió su ruptura, tras la inesperada declaración de uno de los miembros del trío, José María Cano, decisión que ignoraban los otros dos componentes, su hermano Nacho y la vocalista, Ana Torroja. Varios fueron después los intentos para que la banda reapareciera. Pero José María estaba inmerso en sus obsesiones operísticas y en sus pinturas y dibujos, mientras Ignacio se dedicaba a componer comedias musicales. No le quedaba otro camino a la voz femenina del terceto que continuar su carrera musical como solista, lo que viene haciendo hasta el presente, con notable rendimiento. Desde hace unos meses, ocupada en la promoción de su último disco, «Se ha acabado el show». Reparte su vida entre México y España. Casada desde 2003 y madre de una hija, no se sabe en qué estado se encuentra esa unión, dado que hace ya tiempo que el matrimonio vive separado, aunque ella no ha explicado si han recurrido o no al divorcio.

No transcienden mucho las declaraciones de Ana Torroja a la prensa, aunque recientemente lo ha hecho en las páginas de El Mundo, donde confesaba que la ruptura de Mecano fue para ella un golpe durísimo e, insistimos, inesperado: «Dejé de ganar muchos millones porque en esos años no parábamos de actuar». Tanto es así que Ana fue víctima de ese exceso de contratos, aunque no se quejó de ello en su día. Hemos sabido ahora que para continuar viajando y llenando escenarios casi a diario, en la segunda mitad de los años 90, tenían que inyectarle determinadas dosis y suministrarle oxígeno antes de salir a cantar.

Tuvo que reinventarse, vivir su presente musical como solista, hasta que poco a poco recuperó la popularidad que se había esfumado al disolverse Mecano. Y cuando económicamente podía recuperar ese dinero que no había ingresado en sus cuentas bancarias, durante el tiempo que permaneció inactiva, recibió en 2014 una comunicación del Ministerio de Hacienda, reclamándole un dinero que no había satisfecho en las declaraciones de ejercicios anteriores a esa fecha. Inútil fue que recurriera a su pariente, el fiscal Fungairiño (hermano de su madre). El proceso con el Fisco concluyó con la aceptación, para no ir a la cárcel, del pago de millón y medio de euros. Su patrimonio quedó considerablemente menguado.

Al año siguiente, Ana Torroja tomó una decisión: marcharse a México, reemprender su carrera y recuperarse económicamente. Es lo que ha hecho en estos últimos diez años, con sus giras y sus discos.

¿Y qué ha sido de su relación con sus antiguos compañeros de Mecano? Inexistente. Recordando cómo se conocieron, resulta que cada uno ha llevado su vida a su manera, sin verse, sin hablarse apenas. Fue en 1974 cuando Ana Torroja conoció a los hermanos José María y Nacho Cano. En una fiesta. Hijos de familias pudientes de la zona norte de Madrid. Recuerdo cuando presentaron sus primeras canciones en los jardines del chalé de la familia Cano. Un ambiente de gente adinerada que festejaba el rumbo de aquellos cachorros, universitarios, que iban a revolucionar el mundillo de la música pop, con amables y rítmicas baladas que mantendrían el liderazgo en las listas de éxitos durante bastantes temporadas.

Ana ha evocado los años que estuvo en Mecano. Tras cada actuación, tanto José María como Nacho se iban a su casa, lo mismo que Ana. Cada mochuelo a su olivo. Y reanudaban sus encuentros en el escenario. Pero su amistad era relativa, sin coincidir al margen de sus contratos. Al romperse el trío, Ana continuaría como solista llevando parte del repertorio de Mecano.

Ana Torroja salía con José María a poco de conocerse. Hasta formaron un ocasional dúo artístico. Luego se ennovió con Nacho, que también vivía los vientos por una entonces desconocida Penélope Cruz. Mecano sonaba a todas horas. Canciones que brotaban de la voz de Ana y de fondo con las de José María y Nacho. La particularidad era que las letras eran masculinas, es decir, interpretadas por una chica que simulaba ser un chico según el texto. Con el paso de los años, y encontrándose ya ella viviendo en México, circuló la especie de que tenía una amiga muy especial. Ana Torroja desmintió ser bisexual: «Pensaban algunos que yo era lesbiana, quizás porque llevaba el pelo corto y mis brazos eran musculosos, consecuencia de mis frecuentes sesiones en un gimnasio», declararía en El País.

Aparte de sus inicios sentimentales con los hermanos Cano, por separado naturalmente, no se supo de otros amores de Ana Torroja hasta que contrajo matrimonio con su ingeniero de sonido, el cordobés Rafael Duque. Boda celebrada en 2003. La hija de la pareja, Jara, vino al mundo dos años más tarde. Pocas imágenes existen de esa pareja, ninguna en los últimos años, pues parece, como apuntábamos al comienzo, que están separados, aunque ignoremos si legalmente han recurrido o no al divorcio. Ana parece siempre muy tranquila, sin ganas de reemprender otra relación sentimental.

Es una mujer sexagenaria que no ha perdido su alegría juvenil, no representa la edad que tiene y ha dicho ya muchas veces que no hace uso de su marquesado de Torroja, que heredó de su abuelo paterno, luego de su padre, ostentando ese título en su tercera generación. En España ya hay otra cantante con título aristocrático: Luz Casal.

Temas

En Chic

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal