
Considerada como una de las artistas de raíces hispanas más influyentes y de las mejores pagadas en los Estados Unidos, Jennifer López, hija de padres puertorriqueños, ha conseguido desde sus humildes orígenes un patrimonio estimado en cuatrocientos millones de dólares, conseguidos por sus discos, actuaciones musicales y películas taquilleras. Un símbolo sexual de nuestro tiempo que ha vivido notorias aventuras sentimentales, cuatro matrimonios, madre de dos hijos, y que actualmente, siendo soltera, está relacionada con un actor británico.
Nacida hace cincuenta y seis años en el barrio neoyorquino del Bronx, en el seno de una familia puertorriqueña, en la que su padre trabajaba como vigilante y su madre era maestra de escuela. Ellos animaban a sus tres hijas en su vocación de ser artistas, sobre todo Jennifer, quien con muy pocos años ya asombraba cantando y bailando.
A día de hoy Jennifer ha acumulado una gran fortuna con una biografía profesional en la que figura no sólo como actriz-cantante y bailarina: también compositora, diseñadora de ropa, y empresaria. Sus muchos amores, varios de ellos tormentosos, la sitúan entre las mujeres que en el estrellato norteamericano no acaban de encontrar la estabilidad sentimental, bien por mala suerte, por elegir mal a sus parejas o, sencillamente, por su frivolidad.
Sus romances y matrimonios
Ojani Noa, cubano de nombre un tanto raro, fue su primer marido, que la maltrataba, al punto de que Jennifer contó en un libro biográfico aparecido en 2006, que llegó a violarla varias veces. Para entonces, ya estaba divorciada del tipo, con quien se casó en 1997 y apenas su convivencia desastrosa duró un año.
Chris Judd fue su segundo esposo, también sólo por espacio de un año, a partir de 2001. ¿Casualidad o no, como con el matrimonio anterior? ¿Cómo es que con su segunda pareja volvió a durar sólo transcurridos doce meses? ¿No aguantaba Jennifer más tiempo con ellos?.
Llegó a su vida en 2004 un viejo amigo y colega, el galán de la canción romántica Marc Anthony, que la conquistó, y celebraron su enlace en ese año citado. Con éste sí que era feliz, hasta 2011, al punto de que fue madre de dos mellizos, la niña Emme y el chico Maximilian David. Por cierto, Emme ha seguido los pasos artísticos de sus progenitores, actuando en público en algunos espectáculos de su madre e interviniendo asimismo en algunas grabaciones discográficas.
Algo debió ocurrir en esos siete años de convivencia, porque en 2007 saltó a las páginas de sucesos el nombre de Jennifer López y el de un amigo suyo, el rapero Sean Combs, con quien tuvo un rollo de dos años de duración, involucrados en un feo asunto en el que se registró un tiroteo. Jennifer salvó su inocencia en ese caso policial, siendo Combs culpable, lo que no impidió que la diva pasara unas horas arrestada en una comisaría de Nueva York.
En 2011, tras serles concedido el divorcio a Jennifer y a su ex Marc Anthony, ella se lió con un bailarín, Casper Smart, a lo largo de tres años; una relación que acabaría mal pues ella descubrió que su compañero de cama también se entretenía en la alcoba con un modelo transexual. Y para desquitarse de tan sucia relación, Jennifer pasó a los brazos de un ex jugador de béisbol, Alex Rodríguez. No duraron muchos meses juntos.
Ben Affleck apareció en escena hacia el año 2021. Protagonizaron un apasionado romance, y a punto de celebrar su boda ella se echó atrás: había descubierto que su novio le ponía unos descomunales cuernos. No obstante, ella acabó perdonándolo y por fin celebraron su suspendido enlace, aunque en 2025 volvieron a estar a punto de tirarse los trastos a la cabeza. Esas veleidades fueron puntualmente contadas por las publicaciones afines a los chismes del corazón. Unas semanas en las que volvían a enredarse, otras en las que él seguía con sus traicioneras andadas tras otras mujeres, hasta que lo dejaron.
Ante tantos cambios de pareja, e interrogada por avispados reporteros, a raíz de la obligada pregunta de por qué se comportaba así con sus maridos y amantes, ella respondió: "Una vez que termino una relación, para mí el otro ya está muerto". No dijo más si la culpa era de ella o no.
Revela qué hombre ha sido el mejor besándola
En sus películas, Jennifer López ha tenido la suerte de compartir protagonismo en el cine con famosos galanes, con quienes ha tenido amores ficticios, pero con besos reales, a saber: Richard Gere, George Clooney, Matthew McConaughey, Ralph Fiennes… Al preguntársele quién de ellos le dio el ósculo más recordado, la estrella pronunció un nombre menos conocido: el del actor británico Brett Goldstein, con quien ha rodado su última película, la comedia romántica "Office Romance". Se rumorea que han hecho buenas migas y que tal vez estén viviendo en la vida real un idilio que podría desembocar en algo más serio. ¿O todo lo que viene publicándose es un recurso publicitario para promocionar su película?
Goldstein procede del teatro británico en Londres, aunque ahora trabaje en los Estados Unidos, donde entre apariciones en series de televisión y como ganador de dos Emmys, debutó en la gran pantalla en una película de la factoría Marvel, en el papel de Hércules, en la secuela de "Thor: amor y trueno".
Dos millones de dólares por cantar en una boda en la India
Ni qué insistir en que ella le gana en popularidad y pasta gansa. No hace mucho que la contrataron para una fiesta privada, la boda de un magnate indio, empresario que no vaciló en pagarle una cifra poco común entre las cantantes: dos millones de dólares. Ese enlace en una ciudad india sucedió en los mismos lugares donde se rodó la película de James Bond "Octopussy". Sin embargo, haciendo memoria, resulta que en otra boda india una rival de Jennifer, Rihanna, percibió por actuar ante los novios una cifra cinco veces mayor. De escalofrío. Así se las gastan esos millonarios de uno de los países donde más hambre hay sobre la tierra, esa India de las vacas sagradas por las calles llenas de hambre y miseria.
Jennifer López ha asistido muy recientemente a un festival donde se ha estrenado "El beso de la mujer araña", según la novela de Manuel Puig, en la que tiene un papel. Y es que ella continúa alternando sus contratos, bien en la pantalla o bien en sus espectáculos musicales, donde exhibe su cuerpo serrano con muy atrevidos vestidos de poca tela dejando al aire buena parte de sus encantos. Ella sí que es transparente… y no esos chorizos que tenemos la desgracia de padecer.

