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Charlton Heston sólo se casó una vez y estuvo unido a su esposa 64 años

John Charles Carter, asiduo a nuestro país y amante de Shakespeare, prefirió la lealtad familiar a los efímeros romances del mundo del celuloide.

John Charles Carter, asiduo a nuestro país y amante de Shakespeare, prefirió la lealtad familiar a los efímeros romances del mundo del celuloide.
Cordon Press

Era frecuente en España, cuando todavía no se había aprobado el divorcio, que a través de las revistas de cine y del corazón nos enteráramos de cuantas parejas de actores se separaban, hasta casarse cuatro o cinco veces, o nueve como Zsa-Zsa Gabor, a quien saludé un día en Miami, ya octogenaria y más pintada que una puerta, que había ido a un concierto de "El Puma" y coincidí con ella en el camerino del cantante. En Hollywood, lo habitual era que los matrimonios durase poco tiempo. Con escasas excepciones; una de ellas la de Charlton Heston, mítico actor de películas épicas, que estuvo casado con la misma mujer sesenta y cuatro años, hasta su muerte en 2008.

Si traigo a colación la figura de este extraordinario héroe cinematográfico es porque en estas fechas navideñas las televisiones suelen programar dos de sus más conocidas películas: "Ben-Hur" y "Los Diez Mandamientos", donde era Moisés.

Se llamaba realmente John Charles Carter y lo de su sobrenombre artístico fue porque su madre, a quien su marido abandonó, volvió a casarse con un tal Chester Heston.

El futuro astro de la pantalla, hijo único de un modesto trabajador de un molino de harina, se casó con una joven estudiante de arte dramático. Instalados en Nueva York, comenzaron por ganarse la vida como modelos, hasta que pudieron hacerlo como actores. A Charlton le fascinaba representar las obras dramáticas de William Shakespeare. Tendría la satisfacción de llevar al cine "Marco Antonio y Cleopatra", que rodó en Madrid junto a Sofía Loren, también su compañera en "El Cid".

Hay en su centenaria filmografía títulos importantes, como "El mayor espectáculo del mundo", "55 días en Pekín" (que asimismo se filmó en la capital de España), "El planeta de los simios", "El tormento y el éxtasis", donde fue Miguel Ángel… Pero con ser notables sus intervenciones en ellas, quizás una de las películas que mejor hizo fue al comienzo de su ascenso cinematográfico, "Sed de mal", dirigido por Orson Welles, en blanco y negro.

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Una de sus peculiaridades como protagonista del cine de acción es que no toleraba ser doblado por especialistas en escenas de alto riesgo, asunto que preocupaba a las productoras cuando lo contrataban y tenían que firmar una póliza de seguros para cubrirse las espaldas en caso de algún accidente. Por ejemplo, en "Ben-Hur", donde ganó un Óscar en 1959, se empeñó en ser él quien llevara las riendas de unas cuadrigas a toda velocidad. A punto estuvo de tener un accidente, que sí se registró con la muerte de un doble de acción. Pudo sucederle también a él, que se libró por los pelos en aquella secuencia, la espectacular carrera frente a su rival, interpretado por Stephen Boyd.

Al ser frecuente su presencia en España en varias ocasiones se familiarizó con nuestro idioma, que entendía y chapurreaba junto a su chófer, amigos y periodistas, con su voz grave, profunda. Su figura, era impresionante, midiendo un metro y noventa y un centímetros de estatura. Por un lado, defendía la libertad de que cualquier ciudadano pudiera adquirir un arma, y luego, al presidir la Asociación Nacional del Rifle se convirtió en un ultraconservador a ultranza.

Su mujer, Lydia Clarke, le dio un hijo, Fraser, quien se dedicó a la interpretación. El matrimonio adoptó una niña, Holly.

Durante los sesenta y cuatro años que vivieron juntos no se le conoció aventura amorosa alguna a Charlton Heston. "Nada vale la pena para poner en riesgo nuestro matrimonio". Se murió a consecuencia de una neumonía y de padecer una demencia degenerativa similar al mal de Alzheimer.

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