Miriam, en 'Adán y Eva': "Soy bipolar y era lesbiana"

Como era de esperar, Adán y Eva vuelve a dar de qué hablar una semana más gracias a los concursantes. En la primera edición del concurso los participantes dejaron a los espectadores con la boca abierta porque no sabían dónde está la Alhambra ni el río Manzanares.

Esta segunda entrega del reality, que ha alcanzado un share de 13,8% y 2.558.00 de espectadores, se ha caracterizado porque ninguno consiguió encajar a la perfección. Para empezar, esta vez había solo una Eva, que se llamaba Miriam, y dos Adanes: Iván, el gallego hippie, y Álex, el francés.

La concursante, que prefiere el lujo y el dinero, y el bohemio, que es muy feliz con su furgoneta y con las olas, fueron los primeros en conocerse y, como era de esperar, no congeniaron muy bien al principio. "¡Socorro! Estoy aquí con un hippie, que alguien me saque de la isla", chilló Miriam, nada más ver a Iván, porque ella es "pija" y le encanta "que le sirvan" y entendió que no lo iba a conseguir con el joven. La cita no estaba yendo del todo bien y a eso se le sumó los problemas que tiene la joven consigo misma: "Tengo un conflicto con mi yo y es que no puedo dormir con nadie. Así que yo me quedo con la cama y tú duermes fuera". Y es que, cómo es la vida, ya que mientras el hippie busca a "a su sirena en el mar", la chica reconoció "ser lesbiana hasta que vio a un tío cachas que le gustó".

Después llegó el segundo Adán, Álex. Éste no perdió el tiempo y consiguió un beso de la pija nada más entrar. Esto no gustó al bohemio, que aunque busca a su sirena entre las olas, tiene sentimientos y orgullo. Sin embargo, y contra todo pronóstico, Miriam e Iván se fueron juntos. La pareja se vio vestida y decidió iniciar su historia de amor, la cual, posiblemente, dure menos que un telediario, algo que se descubrirá en las próximas semanas.