Hervé Villechaize se parecía a Felipe González, pero Peter Dinklage no se parece a Hervé Villechaize. Así que todo el rato que dura Mi cena con Hervé (HBO) te lo pasas viéndole el careto a Dinklage sin entrar en ningún momento en Villechaize. También pasa con Jamie Dornan, que interpreta al periodista que lo entrevista (aunque este no tenga referencia conocida), o con Andy García, que hace de Ricardo Montalbán, pero lo de Dinklage es más fuerte. No porque estés viendo a Tyrion Lannister, porque estás viendo al actor. Tampoco es que la película enganche. Mi cena con ‘Hervé está escrita y dirigida por Sacha Gervasi, que fue el periodista británico que entrevistó a Hervé en Los Ángeles unos días locos antes del suicidio del actor en septiembre de 1993. La película condensa el encuentro en una noche y se inventa al periodista Danny Tate (Jamie Dornan), un alcohólico al que dan una oportunidad para entrevistar a Gore Vidal. Además tiene que hacer un artículo corto y divertido con Hervé Villechaize. Como es un bobo, tiene interés en Gore Vidal (que anula la entrevista cuando Tate llega tarde) pero no en Villechaize. Como espectadora, y después de ver la película, tampoco tengo mucho interés en el Villechaize que se muestra ahí. Pero pienso en lo mucho que me habría interesando un documental sobre su estancia en España cuando vino a Viaje con nosotros.
Antes del 29 de marzo de 1988, la fecha de la emisión, ya conocíamos a Villechaize (dejando aparte El hombre de la pistola de oro) porque TVE había emitido La isla de la fantasía. Un domingo de 1981 podían estar poniendo sobre las tres y media La familia Apple en la primera cadena y La isla de la fantasía en la segunda. Veíamos al pequeño Tattoo con su traje blanco (igual que Montalbán) gritando "el avión, el avión". Un avión que antes de utilizarse en la serie había pertenecido a Richard Bach, el autor de ‘Juan Sebastián Gaviota’. No sé si se me puede ocurrir algo más camp para añadir a estas líneas. A ver, gaseosa ‘La Pitusa’.
Ese momento en que Javier Gurruchaga, haciendo de Victoria Prego, mira al enano y le dice "¡Cómo le ha desgastado el poder!" es uno de las grandes escenas de la historia de la televisión española, no sólo de TVE. En la mesa, fotografías de Alfonso Guerra y Margaret Thatcher, de la que tan bien hablaba Felipe González. Una parodia sublime. Una televisión que se reía de sí misma (una televisión que dirigía Pilar Miró desde 1986). Gurruchaga también hizo de Pilar Trenas entrevistando a Mick Jagger, al que, por supuesto, interpretaba el más feo de los Hermanos Calatrava.
En su columna de televisión en El País (vale, no solía ser de televisión pero esta vez sí lo fue) Haro Tecglen escribía del programa, de Victoria Prego y del origen de la parodia: "Últimamente se había dedicado a imitarse a sí misma o a la imagen que ella quiso dar de sí misma. Las entrevistas que mantuvo con Felipe González fueron todas ellas caricaturescas, en el sentido en que los dos estaban representando un papel". En ABC, tanto Jaime Campmany como Federico Jiménez Losantos se mostraron entusiasmados. Federico: "Lo de Gurruchaga anteanoche no basta calificarlo de meritorio: fue sencillamente genial". "El hallazgo de un enano igual que Felipe González, presentado como un presidente desgastado y hablando en francés, idioma de las hazañas diplomáticas del presidente, pertenece al ámbito de lo milagroso, es una de esas bromas que de cuando en cuando gasta la naturaleza a los poderosos. Pero la broma prodigiosa se convierte en acontecimiento cuando un cómico se atreve a ponerla ante los ojos del público dándole sentido".
Lo que pensaría Felipe González, lo que pensaría Pilar Miró, lo que pensaría Victoria Prego. ¿Por qué demonios no hacen un documental de esta maravilla?