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¿Cómo hacer un huevo frito perfecto?

El huevo frito, esa comida tan rica y complicada de que salga perfecto. No todos lo consiguen. En LD tenemos algunos trucos.

El huevo frito, esa comida tan rica y complicada de que salga perfecto. No todos lo consiguen. En LD tenemos algunos trucos.
huevo frito, yema, proteína | Pixabay/CC/Alexas_Fotos

Un huevo frito es un plato que gusta a todo el mundo, o casi, con un buen pedazo de pan o incluso con patatas fritas es ideal para una cena rápida en familia o amigos. Sin embargo, no es tan sencillo de hacer como podría parecer, salta, se rompe la yema, queda feo...

Por ello desde Libertad Digital queremos daros algunos trucos y consejos para que el huevo frito os quede perfecto. Así tanto vuestra familia como pareja o amigos quedarán alucinados con vuestro don para la cocina.

Una de las cosas más importantes es que el huevo no esté recién sacado de la nevera, es decir, el huevo debe ser fresco y estar a temperatura ambiente. De hecho, si los tienes en la nevera lo ideal es que los saques 1 o 2 horas antes de la nevera.

Ahora llega quizá la gran duda de todo aquel que se enfrenta por primera vez a un huevo frito. ¿Cuánto aceite echo a la sartén? Pues realmente esto va en gustos ya que se puede hacer prácticamente sin aceite, incluso a la plancha, y quedan también perfectos y más saludables. Para hacerlos así simplemente deja que la sartén se caliente bien y después de echar el huevo debes taparlo y dejar que se cocine, se saca de la sartén cuando la yema esté al gusto del consumidor. Sin embargo, lo habitual es echar suficiente aceite como para que se cubran unos milímetros el fondo de la sartén o bien poner aceite de forma más abundante para que al echar el huevo el aceite lo llegue a cubrir por encima.

Ahora, la temperatura del aceite también es de vital importancia. La teoría dice que a unos 120ºC, así que si tienes un termómetro de cocina puedes medirlo y cuando llegue a esa temperatura bajar un poco el fuego y echar el huevo. Si no dispones de termómetro simplemente el aceite estará listo cuando esté bien caliente pero sin llegar a humear, si humea habrá que bajar la temperatura antes de echar el huevo.

El siguiente paso es el más importante, cascar los huevos. Lo ideal para evitar sorpresas y que se nos rompa la yema a la hora de cascarlo encima de la sartén es hacerlo de uno en uno y en un pequeño bol o recipiente para postres, en mi caso utilizo el cuenco donde hago la gelatina, y de ahí echarlo a la sartén. De esta manera se evitará más de una rotura de yema.

Luego el tiempo de fritura dependerá de los gustos del consumidor. Por ejemplo, si te gusta la puntilla simplemente deberás echar el huevo cuando el aceite esté bastante caliente y con la ayuda de una espumadera ir echando aceite encima del huevo para que la yema cuaje más rápido. Si por el contrario te gusta la yema más líquida para poder mojar el pan, simplemente uno o dos minutos serán suficientes para su fritura.

Dos trucos para que salga todavía mejor

Si calientas la espumadera en el propio aceite de freír evitarás que el huevo se pegue cuando lo vayas a sacar. El huevo queda listo cuando la clara esté cocida aunque ya hemos dicho que depende del gusto del consumidor. Lo ideal es pasar la espumadera por debajo de todo el huevo y tener un plato listo en la otra mano: es una operación precisa, la yema no puede romperse en este momento.

El siguiente truco es para darle un toque especial al huevo. Si no quieres un huevo frito típico sino con un toque puedes poner un diente de ajo en la sartén antes de echar el huevo, déjalo apenas unos minutos y retíralo para que no se ponga amargo.

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