Helado o fruta, fruta o helado. En numerosas ocasiones optamos como postre por la opción menos sana de estas dos pero realmente no hay necesidad de elegir, aunque un capricho de vez en cuando no es nada malo tampoco.
El helado de limón es, sin duda, el helado perfecto para el verano y los días de mucho calor por su sabor refrescante y ligero por excelencia. Vamos a prepararlo de forma rápida, fácil y sin usar heladora, con una textura y un sabor intenso a limón que nos va a encantar.
Cuando hacemos helados con frutas tenemos aquellos en los que las añadimos en forma de puré a una crema previa o los que, como el de limón o naranja, usan la fruta en forma de zumo para aromatizar el helado. Es en este último caso en el que nos encontramos para hacer nuestro helado de limón, del que también usaremos la piel, por lo que es importante usar limones sin pesticidas.
Cuando uno cocina todos los días en casa también hay que hacer este tipo de cosas que por lo general se compran. Lo malo, que es con azúcar, eso sí 0% grasa como los del super. Además la receta del helado de limón es de las más sencillas para hacer helado en casa. Desde Libertad Digital proponemos que toméis nota de esta receta que consiste en un rico helado de limón, cremoso y fresquito, ideal para las tardes de verano. Como siempre, no olvides coger papel y bolígrafo para no perderte detalle.
Ingredientes:
- 200gr de queso fresco batido
- dos limones
- 105gr de claras de huevo
- 10gr de pasta de dátiles
Preparación:
Lo primero que debemos hacer es cortar la parte superior del limón y reservar tanto la cáscara como la parte cortada. Vaciamos con una cuchara la pulpa y el jugo. Con ayuda de un colador guardamos el jugo para más tarde.
En un bol mezclamos dos cucharadas de pasta de dátiles con el queso y el jugo de los limones. A su vez, en un bol diferente, montamos las claras a punto de nieve con ayuda de unas varillas.
Una vez tenemos las dos mezclas hechas las juntamos poco a poco con movimientos envolventes para que se integren bien todos los ingredientes y no se nos bajen las claras.
A continuación rellenamos las cáscaras de los limones, veremos que sobrará mezcla que nos servirá para volver a rellenar los limones y así sacar otra ración de helados. ¿Qué hacemos con ella hasta entonces? Guardarla en un recipiente de cristal. Ahora llevamos los limones rellenos al congelador, lo suyo es envolverlos en film y meterlos en un vaso para que no se vuelquen.
El tiempo de espera para poder disfrutar de nuestros helados es de unas 4 horas, por tanto, lo ideal es prepararlos de un día para otro y sacarlos 45 minutos antes del consumo del congelador para que se ablande ligeramente.