
Las bebidas refrescantes son una de las mejores soluciones para combatir el calor sofocante del verano. Un buen ejemplo son los granizados, que combinan varios ingredientes ideales para refrescarte. La fruta, el agua fría, el hielo y el azúcar se combinan a la perfección para crear esta receta de granizado. En este sentido, el granizado de fresa y frambuesa es uno de los más sabrosos y populares.
Aunque puedes hacer un granizado de fresa y frambuesa en cualquier momento del año, cuando esta fruta entra en temporada de verano supera en calidad y sabor a las bayas vendidas e importadas en los supermercados. Además, las fresas que te sobren en la elaboración del granizado pueden congelarse para preparar compotas de fresas, sorbetes o helados caseros.
En Libertad Digital, como siempre, nos ponemos manos a la obra para ofrecer recetas sencillas y deliciosas y, como pide esta época del año, también refrescantes. Como siempre decimos, cualquiera de las frutas puede ser sustituida por otra, puede ser un granizado de limón, se le puede añadir arándanos, quitar la fresa y dejar la frambuesa.... las combinaciones van al gusto del consumidor. Lo importante es coger papel y bolígrafo para no perderse nada.
Ingredientes (para seis raciones):
- 125gr de azúcar glas
- una cucharada de zumo de limón
- 150ml de agua hirviendo
- 250gr de frambuesas
- 250gr de fresas (sin rabito)
- nata líquida ligera (opcional)
Preparación:
Lo primero que debemos hacer es poner el azúcar glas junto con el zumo de limón en el vaso de la batidora junto con el agua hirviendo y batimos hasta que el azúcar se haya disuelto por completo. A continuación, añadimos las fresas y las frambuesas y hacemos una especie de puré.
El siguiente paso es echar este puré en un recipiente de plástico y taparlo, debemos congelarlo durante 4 horas. Es muy importante sacarlo cada dos horas y remover la mezcla con ayuda de un tenedor, debemos romperla en trozos pequeños.
Cuando tengamos totalmente roto en trocitos pequeños debemos dejarlo en el congelador hasta la hora de consumir. Puede durar incluso un mes hecho sin problemas. Lo ideal es servirlo directamente del congelador y, para darle un toque decorativo, añadir un chorrito de nata líquida por encima.

