Soria o viajar a aquella España
La pequeña Soria es una ciudad interesante que nos permite recordar o conocer una España que quizá se está desvaneciendo.
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Uno de los actores que ameniza el viaje en tren hace su entrada en la estación de Sigüenza
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Otro de los actores recita poemas de Antonio Machado
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El claustro de San Juan de Duero, probablemente el monumento más interesante que conoceremos en nuestra visita a Soria
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Las puertas con unos arcos de herradura apuntados que ocupan las esquinas del claustro
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Los llamativos arcos entrelazados que forman uno de los lados del claustro, también con lo que podríamos llamar un "gusto orientalizante"
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Uno de los bellísimos capiteles en la iglesia de San Juan de Duero, que respresentan distintos episodios bíblicos
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La ermita de San Saturio, en un enclave excepcional junto al Duero
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Y el Duero visto de la altura de San Saturio, en un tramo en el que es reembalsado y resulta particularmente hermoso
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El barroco y peculiar interio de San Saturio
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Santo Domingo, otra maravilla románica de Soria
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El conjunto escultórico de las arquivoltas y el tímpano de Santo Domingo es excepcional
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La anunciación, maravillosamente explicada en un detalle escultórico de Santo Domingo
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Una de las calles peatonales del centro de Soria
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El llamado Palacio de los Linajes es la sede actual del Ayuntamiento de Soria
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El Rincón de Becker, junto a unas poéticas y evocadoras ruinas
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El segundo día la ruta nos lleva fuera de Soria, empezando por la Laguna Negra
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El monumento a la resistencia de Numancia, en el lugar en el que se encontraba la ciudad
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Una vista de parte de las ruinas de Numancia, que son una visita interesantísima para el viajero interesado en la historia
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Un tramo de la muralla numantina, reconstruido tal y como debía ser en el S. II a.C. y, de fondo, los campos de Castilla que rodean a Soria
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Una imagen de la parte de Numancia en la que vivían las clases más altas cuando la ciudad era ya una pequeña urbe romana
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