El encanto del Nuremberg medieval
Marcada por lo ocurrido antes y después de la II Guerra Mundial, Nuremberg tiene otra cara -amable, hermosa, medieval- que ofrecer al viajero.
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El Puente y la Torre del Verdugo durante el día.
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Una de las pocas calles del centro de Nuremberg que sobrevivió a la II GM.
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Parte del Castillo y una de las subidas hasta el viejo recinto imperial.
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Una de las torres del Castillo de Nuremberg.
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La fachada de la Iglesia de San Sebaldo.
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La capilla románica del Castillo, una de las pocas estancias que se mantuvo intacta tras la II GM.
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La nave gótica de San Sebaldo.
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El interior de la iglesia de San Sebaldo.
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Un coche de caballos por el centro de Nuremberg.
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El Hospital del Espíritu Santo, construido sobre el río.
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En las afueras de la ciudad hay una preciosa zona de charcas y bosques perfecta para pasear.
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Uno de los lagos.
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Una inquietante sala de muñecas en el Museo del Juguete.
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Clics de Playmobil, que es la gran industria juguetera que mantiene la tradición en la zona.
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La estación central de trenes.
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Una de las entradas al recinto amurallado.
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La Fuente Bonita.
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La espectacular fachada de la Iglesia de San Lorenzo.
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Otro de los rincones del río.
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El Puente y la Torre del Verdugo, por la noche
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