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El mantenimiento de las lunas del coche en invierno

El invierno perjudica a las lunas del coche, pero hay medios para paliar sus efectos.

El invierno perjudica a las lunas del coche, pero hay medios para paliar sus efectos.
El cristal y el invierno | Pixabay

Las lunas del coche sustentan hasta un 30% de la resistencia estructural del coche en caso de producirse algún tipo de accidente durante la conducción. Así lo afirma Carglass, empresa especializada en la reparación y sustitución de cristales para automóviles. Por este motivo, es imprescindible conocer aquellos elementos que pueden poner en riesgo su estabilidad y llevar a cabo medidas de seguridad. Si a pesar de todo ocurriese alguna rotura, siempre se puede acudir a centros especializados como Carglass para repararlos o sustituirlos.

Efectos de los fenómenos meteorológicos en las lunas del coche

En épocas invernales, las lunas del coche sufren enormemente los cambios bruscos de
temperaturas, volviéndose realmente vulnerables. La nieve y el hielo, así como las bajas
temperaturas, pueden provocar, entre otras cosas, una pérdida de visibilidad en el parabrisas y el resto de lunas del coche y convertirlos en partes muy sensibles frente a impactos de cualquier tipo. Esta sensibilidad da como resultado la aparición de grietas o roturas que acabarán provocando la reparación o sustitución de estos elementos del coche.

Sin embargo, los cambios climatológicos no solo afectan a las lunas, sino que elementos
imprescindibles
para la seguridad del vehículo como pueden ser neumáticos, correos,
manguitos del motor e incluso los limpiaparabrisas, los cuales pierden elasticidad por debajo
de los 10ºC, también se ven alterados. Todo ello da como resultado un incremento del
combustible al tener la necesidad de conectar la calefacción para crear un entorno cómodo y adecuado.

Consejos para evitar roturas

Quizás estos problemas no surjan a la primera de cambio, pero con el paso del tiempo las
lunas pueden comenzar a cambiar su estado y provocar diversos problemas. Para controlar y evitar futuros inconvenientes será necesario seguir una serie de cuidados para el óptimo mantenimiento de las lunas durante los fríos meses de invierno. De esta manera, se conseguirá aumentar la vida de estos elementos claves.

La primera medida y la más básica de todas es la limpieza periódica de todos los cristales del coche con una gamuza. A pesar de ser una de las más importantes, también es la más olvidada para la mayor parte de las personas. Sin embargo, eliminar los restos de suciedad adheridos a las lunas puede resultar realmente útil para comprobar que no se haya producido ningún tipo de impacto o rotura que ponga en peligro a los integrantes del vehículo.

Si el coche ha estado a la intemperie y el parabrisas presenta una capa de hielo, lo más
recomendable es descongelarlo mediante la pulverización de alcohol o rascar la superficie con herramientas especiales como las rasquetas. Al realizar este procedimiento se evitará
estropear o arañar el cristal de la luna. Nunca se debe eliminar la capa de hielo usando agua caliente o poniendo la calefacción al máximo, ya que por el contraste de temperatura podríamos provocar que se agrietara el cristal.

Otro factor a tener en cuenta es que los limpiaparabrisas también deben ser renovados cada 6 o 12 meses. Es algo relevante, ya que si estos se hallan en mal estado pueden rayar el parabrisas, disminuyendo la visibilidad del conductor, además de no realizar una limpieza
adecuada. Por otro lado, en época de lluvias se recomienda aplicar el tratamiento antilluvia.
Se trata de un producto especial
, un repelente, que facilita la visibilidad en esos momentos y,
por lo tanto, incrementa la seguridad de los conductores.

Si llevas a cabo todas estas medidas, conseguirás mantener la salud de las lunas y la seguridad del conductor.

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