
El camping en la playa es sinónimo de aprovechar al máximo un espacio natural y de sobrellevar mejor las altas temperaturas de la primavera y el verano. Sin embargo, resulta adecuado conocer algunas recomendaciones para que la experiencia supere cualquier expectativa.
Nociones básicas para acampar en una playa
El primer requisito que hay que cumplir para que la acampada sea un éxito pasa por informarse, en el ayuntamiento de la localidad correspondiente, de cuáles son las playas en las que se permite instalar una tienda para pasar una o varias noches. En ocasiones, hay entidades locales que permiten semejante alternativa, pero se requiere el abono de una cantidad diaria en concepto de limpieza y de los posibles servicios prestados (baño público, duchas, etcétera).
Otro factor esencial es consultar el parte meteorológico y las mareas que afecten al litoral en cuestión para elegir dónde colocar la tienda. Esta, debe ser resistente, permitir su fijación con facilidad e incluir un equipo para dormir cómodamente. No acampes cerca de las dunas y tampoco en áreas naturales para respetar el ecosistema.
Añadir al equipaje toldos, lonas o cualquier elemento adecuado para tener sombra. Así, se consigue reducir la temperatura en tu tienda con relativa facilidad. Igualmente, llevar un botiquín con analgésicos, protector solar, crema para la picadura de las medusas y repelente contra los mosquitos, como mínimo, genera una adecuada sensación de seguridad.
A la hora de comer, hay que respetar las zonas limitadas para tal fin y evitarás un posible incendio. Como complemento, debe utilizarse una nevera amplia con bebida y comida que sea fácil de rellenar con hielo o que se conecte a la batería del coche o autocaravana. Tan grande como la nevera debería ser el cubo para reciclar los residuos. Comportarse como en la ciudad de origen y separar la basura son los dos primeros pasos para dejar el lugar de acampada tal y como se encontró.
¿Cuál es el mejor lugar para instalar una tienda de campaña en una playa?
Lo más aconsejable sigue siendo elegir el punto más lejano a la orilla teniendo en cuenta la marea del día. Alejarse de los médanos, de los excesos de arena y de las zonas totalmente planas permite dormir tranquilamente y despertarse para comprobar que no hay daños que lamentar. Además, se cocinará a una distancia prudencial del resto de usuarios de la playa. En definitiva, se trata de no molestar a los que han decidido pasar un día junto al mar.
Actividades y tiempo de ocio durante una acampada en la playa
Permanecer tomando el sol durante horas, nadar y refrescarse en el mar son atractivos suficientes para romper con la rutina, pero hay mucho más por descubrir. Las rutas urbanas por la localidad donde está la playa, y por las ciudades vecinas, permiten apreciar mejor la cultura de esa zona del país y conocer otros detalles como su gastronomía o su patrimonio histórico.
De viajar en familia, las múltiples empresas que organizan actividades para los más pequeños adquieren un peso específico con actividades que bien podría disfrutar toda la familia. Alternativas como los deportes acuáticos, las rutas en barco o la visita a yacimientos arqueológicos, así como las rutas de senderismo o en bicicleta, animan a convertir cada jornada en una repleta de diversión.
¿Acampada libre o en un campin con áreas delimitadas?
Los consejos antes comentados son válidos para ambas opciones. No obstante, habría que aclarar algunos factores esenciales en cada caso. La acampada libre, siempre que se realice en playas autorizadas, aporta independencia, ausencia total de horarios y la posibilidad de disfrutar casi en solitario de parajes únicos.
Pagar por disponer de una parcela en un campamento tiene sus ventajas al disponer, normalmente, de piscina, supermercado y la inestimable ayuda de otros campistas que terminan siendo amigos y que siempre estarán ahí para colaborar en el montaje y desmontaje de la tienda. La alternativa de dormir en un bungaló modifica el estándar habitual del hotel de playa y le da una pincelada original, e irresistible, a las vacaciones.
Por lo tanto, cualquier persona que quiera viajar, ver las mejores playas por un precio módico y sentir la libertad de dormir en un espacio distinto tiene ahora la oportunidad de hacerlo. Decenas de playas y de campamentos esperan ya a quienes decidan vivir unos días libres, alejados del mundanal ruido y de la rutina. Con los consejos arriba indicados será mucho más fácil formar parte de esas 200 000 personas que en España debutan como campistas cada año.
