Las castañas son, sin duda, el fruto típico de la Navidad. Aunque desde principios de octubre se pueden encontrar. Estas se pueden recolectar en el monte o comerlas asadas por un castañero de la calle que en esta época fría hay muchos. Si uno cierra los ojos y piensa en el olor de la Navidad seguramente le recuerde a castañas asadas en la calle...
Estas son un fruto seco aunque es raramente clasificado como tal, el motivo es que sus características nutricionales no tienen mucho que ver con lo que se conoce comúnmente como frutos secos. Las castañas tienen menos calorías y grasas, siendo estas además cardiosaludables, y mucha agua. Además, por su alto contenido en hidratos de carbono y su bajo índice de proteínas se asemejan más a los cereales. Lo que sí es cierto es que son conocidas por su sabor dulce y textura suave y tienen múltiples beneficios para la salud. Gracias a sus propiedades nutricionales, pueden ayudar a prevenir varias enfermedades y contribuir al bienestar general.
¿Qué enfermedades pueden prevenir?
- Enfermedades cardiovasculares: Las castañas contienen ácidos grasos saludables, como el ácido oleico y el ácido linoleico, que ayudan a reducir el colesterol LDL y a aumentar el colesterol HDL. Además, su contenido de potasio ayuda a regular la presión arterial. Esto contribuye a mejorar la salud del corazón, previniendo enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, la arteriosclerosis y el infarto de miocardio.
- Diabetes tipo 2: Gracias a su bajo índice glucémico y alto contenido de fibra, las castañas ayudan a controlar los niveles de azúcar en sangre. Además, los carbohidratos complejos presentes en las castañas se digieren lentamente, evitando picos rápidos de glucosa. Esto hace que sean un alimento ideal para personas con diabetes o para quienes buscan prevenir esta enfermedad. La fibra también mejora la sensibilidad a la insulina y contribuye al control del peso, ambos factores importantes en la prevención de la diabetes tipo 2.
- Enfermedades digestivas: El alto contenido de fibra de las castañas favorece una digestión saludable, previniendo el estreñimiento y promoviendo un tránsito intestinal regular. Por ello, consumir castañas puede ayudar a prevenir enfermedades digestivas como el síndrome del intestino irritable y la diverticulosis. Además, la fibra actúa como prebiótico, alimentando a las bacterias beneficiosas del intestino, lo que mejora la salud intestinal en general.
- Enfermedades inflamatorias: Además de su impacto en el control del peso, las castañas tienen propiedades antiinflamatorias. Tanto que su contenido en vitaminas, como la E y las del grupo B (B1 y B6), junto con minerales como el calcio, magnesio y zinc, otorgan a este fruto seco la capacidad de reducir la inflamación en el cuerpo. Esta propiedad es especialmente beneficiosa para quienes padecen enfermedades autoinmunes, como la artritis, la psoriasis o la enfermedad de Crohn, condiciones que se ven agravadas por la inflamación crónica.
- Enfermedades neurodegenerativas: Las castañas contienen antioxidantes como la vitamina C y los polifenoles, que ayudan a combatir el daño oxidativo causado por los radicales libres. Este daño está relacionado con el envejecimiento celular y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Incorporar castañas en la dieta puede contribuir a proteger las neuronas y a mantener una función cognitiva saludable.
- Sobrepeso y obesidad: Hay que recordar que la composición nutricional de la castaña se parece más a los cereales que a un fruto seco. Su peculiaridad principal es su composición de agua: casi un 50% del fruto, lo que unido a la presencia importante de hidratos de carbono hace que sea una fuente de fibra notable. La ecuación nutricional es por tanto estupenda para las personas que quieran evitar el sobrepeso y la obesidad: la castaña no tiene contenido calórico.
¿Es necesario consumir castañas durante todo el año?
Aunque las castañas no están disponibles durante todo el año, aprovechar su temporada puede ser una excelente oportunidad para incluirlas en la dieta. Sus propiedades nutricionales son únicas, y aunque no están consideradas como un superalimento, su valor como fuente de fibra, vitaminas y minerales las convierte en un complemento ideal para prevenir enfermedades y mejorar la salud en general.
Otros beneficios de las castañas
- Fortalecen el sistema óseo
- Estimulan el sistema nervioso
- Aportan mucha energía
- Alto contenido en fibra
- Alimento saciante
- Efecto diurético
- Beneficios para la piel y el cabello