
Aunque España sigue siendo uno de los destinos más visitados del mundo, este verano hay un dato muy llamativo. A muchos españoles les resultará más económico viajar a otros países de Europa que pasar sus vacaciones en zonas turísticas nacionales.
Según comparadores y plataformas de viaje como BudgetYourTrip o Dream Big Travel Far, el coste diario de destinos como Albania, Bulgaria, Rumanía o Polonia es entre un 30% y un 50% más bajo que el de regiones costeras españolas muy demandadas en julio y agosto.
La razón de los precios más asequibles en el continente europeo se debe a tres factores principalmente: los precios de los alojamientos son más bajos, el coste de vida en estas ciudades es más reducido y hay menor saturación turística comparado con enclaves como la Costa del Sol, Baleares o la Costa Brava en plena temporada alta.
Por todo ello, desde Libertad Digital te recomendamos diversos países europeos para disfrutar lo que queda del verano a precios mucho más reducidos.
Los Balcanes: playas y cultura a precios bajos
Albania es el gran secreto del Mediterráneo. Su Riviera, con playas como Ksamil o Dhërmi, rivaliza con Grecia o Italia en belleza pero a la mitad de precio. Ciudades como Sarandë o Berat ofrecen el equilibrio perfecto entre costa, montaña y patrimonio histórico. Comer en un buen restaurante apenas supera los 10 euros por persona, mientras que el alojamiento en verano varía dependiendo de las condiciones, pero puede encontrarse desde 25 euros la noche.
Para quien sueña con la costa adriática sin pagar los precios de Croacia, una muy buena opción es Montenegro. Kotor, con su bahía declarada Patrimonio de la Humanidad, y Budva, con su casco antiguo amurallado, son joyas que combinan mar, montaña y gastronomía local a precios moderados, como buenos hoteles desde 45 euros la noche.
Macedonia del Norte puede parecer aburrido, ya que se trata de un país sin salida al mar. Sin embargo, tiene uno de los lagos más bonitos de Europa: el Ohrid, rodeado de pueblos históricos y montañas. La capital, Skopie, sorprende con sus monumentos y vida nocturna barata, con un coste diario estimado entre 30 y 50 euros.
Continuando con los Balcanes, Serbia es uno de los países más desconocidos del continente. Sin embargo, Belgrado es una de las capitales más interesantes, con una mezcla de historia sobre la separación de Yugoslavia que aún se siente en sus calles al recorrerlas. Novi Sad, en la región de Voivodina, también combina festivales culturales con precios muy accesibles.
Asimismo, Bosnia y Herzegovina combina diversas culturas que lo hacen un país ideal para los viajeros más curiosos. Principalmente representada por el Islam, resulta un país con una cultura totalmente distinta a la europea. Mostar, con su icónico puente otomano, y Sarajevo, su capital, son ciudades perfectas para salir de lo habitual en el continente. La comida local, como los cevapi –típica en toda la región de los Balcanes–, es deliciosa y asequible.
Europa del este: historia, naturaleza y precios bajos
Europa del este también guarda algunas de las ciudades más bonitas –aunque menos conocidas– del continente europeo. Bulgaria resulta ideal para combinar playa y ciudad. El mar Negro ofrece zonas como Sunny Beach o Varna a precios bajos, mientras que Sofía y Plovdiv permiten descubrir la historia y la gastronomía búlgara sin gastar mucho.
Por otro lado, Rumanía es un tesoro cultural y natural. Desde Bucarest hasta la región de Transilvania, se pueden visitar castillos como el de Bran. Además, los precios de comida y alojamiento se mantienen bajos incluso en temporada alta.
Otra de las zonas más históricas para visitar este verano es Polonia. Ciudades como Cracovia, Gdansk o Varsovia combinan arquitectura histórica con vida moderna. El transporte público es barato y la oferta cultural más que amplia. El alojamiento puede oscilar entre los 20 y 40 euros por noche.
Budapest sigue siendo uno de los grandes chollos europeos para escapadas urbanas y termales. Pasear por el Parlamento, recorrer el Bastión de los Pescadores o relajarse en sus célebres balnearios cuesta mucho menos que en otras capitales europeas: un baño termal oscila entre 10 y 20 euros, y comer en el centro de la ciudad sigue siendo asequible, con menús completos por menos de 12 euros.
Portugal: un paraíso al lado de España
Aunque Lisboa y el Algarve han subido precios, regiones como el Alentejo o el norte de Portugal ofrecen gastronomía excelente, playas tranquilas y alojamientos más asequibles que muchas zonas costeras españolas.


