Los que lo tienen no lo valoran; a veces crees reconocerlo cuando lo vives, pero, con el tiempo el otro no te responde, no te da lo que necesitas, no es amor, y se va... y le das gracias a la vida por ese fin, que aunque duele sabes que "no es", "no era", solo lo parecía.
Y hoy estoy ante un nuevo amor, el cuerpo no me obedece, responde a tus impulsos, está descontrolado, tiemblo, como poco, tengo mariposas en el estómago, duermo mal, no tengo aire, estoy nerviosa, estoy muy sensible, parezco ausente, y, reconozco los síntomas, estás ahí, y heme aquí con esta duda mortal, otra vez aquí, qué hacer, ya no tengo fuerzas, sabes que cuando te vas y me dejas, quedo gris, muerta, me dejas sin energía y tardo en reponerme, y, ahora pienso, si me compensa o es mejor dejarlo ir...echar a correr, huir, pero, soy animal y me vence el instinto, soy persona y me vence el corazón, no es cuestión de querer, es cuestión de vivir, y lloro, llora mi corazón cor lágrimas amargas que se pierden en mis mejillas, que tú ni ves ni sientes, y yo cada día más vulnerable, más frágil, más débil.
Serás tú por fin, o vuelvo a vivir sin alegría, porque en el fondo, yo te espero, sé que vendrás, que estás ahí esperándome, y me da miedo, porque cada vez que creo enamorarme, me entrego toda, sin medida, y pierdo un poco de mí, y mi corazón se va encogiendo, se arruga y estremece, sangra, y, rezuma mi sangre, me duele tanto.
Pero también sé, que siempre tengo fuerza, para comenzar otra vez, más despacio, y solo le pido al cielo que siga ahí, que me proteja de mí, que pueda sentir esa reciprocidad del amor que nunca tuve y que siempre ansío. Esperanza, solo, eso esperanza para vivir. Te espero, pero, duele.
Ana
