En esta edición de Es Sexo de Sexualidad Ayanta Barilli, Eva Guillamón y Max Rekarte desvelaron cuándo empezó a festejarse el día del Orgullo Gay en España y por qué. Al principio los homosexuales eran considerados bichos raros, marginados, ahora se unen para reivindicar sus gustos y estilo de vida. Casi un millón de personas acuden anualmente a este festejo que deja millones en las arcas madrileñas. Max explicó al respecto que no hay que olvidar que esta fiesta "es un reclamo turístico", que de hecho, a la cabalgata también va "muchísima gente que no es gay" y que acuden para divertirse y pasárselo bien. Todo esto hace que "la semana del Orgullo sea algo diferente y singular", reconoció Rekarte.
Aunque la fecha oficial en la que se celebra el Orgullo Gay es el 28 de junio, en España, cada provincia lo celebra la misma fecha, pero a la semana siguiente se festeja a nivel nacional, algo que permite una mayor visibilidad. 50 organizaciones que componen la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) convocan a la ciudadanía para celebrar de forma reivindicativa el respeto a la diferencia.
Este año es especial porque la FELGTB ha declarado el 2014 como el Año de los Derechos Humanos de las personas LGTB, declaración que fue apoyada unánimente por el Parlamente Español el pasado 17 de mayo. Lo cierto es, aunque se ha conseguido extender y aceptar a los FELGTB, aún queda mucho por hacer, porque todavía hay personas que no lo pasan bien por esta situación. Pero, como recordó Ayanta, hay que tener en cuenta que en España este tema "está muy avanzado, no como otros países europeos".
El día del Orgullo Gay se remonta a 1969
Casi una semana después del fallecimiento de Judy Garland, el 28 de junio de 1969, un grupo de personas homosexuales, cansadas del maltrato y la humillación de la Policía estadounidense, se rebelaron en el bar The Stonewall Inn de Nueva York.
Esta protesta, que duró varios días, se acabó convirtiendo en todo un símbolo del movimiento por la igualdad de derechos de las minorías sexuales.
La primeras marchas en Nueva York del Orgullo Gay fueron el 28 de junio de 1970. Barcelona fue la primera ciudad española en tomar la delantera. En 1977 unas 4.000 personas salieron a la calle con miedo por lo que podría pasar.
Un año después se autorizó en Madrid, y salvo la prohibición de 1980, nunca ha vuelto a haber un junio sin día del Orgullo Gay. Desde entonces el crecimiento de este festejo ha sido imparable. En 1996 se introdujo la primera carroza, con Alaska en el trono. Ahora, Madrid es considerada la capital europea del Orgullo.
Noticiero ardiente:
Hackean los terminales de BiciMad con imágenes porno. El servicio de alquiler de bicicletas de Madrid, BiciMad, no ha parado de recoger incidencias desde su puesta en funcionamiento el pasado lunes. Primero, por la respuesta masiva de la gente que colapsaba el sistema informático; después, por la denuncia ante la Comisión Nacional de la Competencia contra la adjudicación del servicio que presentaba la Asociación de Marcas y Bicicletas de España; y ahora, para calentar más el asunto llegaba el domingo un vídeo porno en el que se veía el tronco y los muslos de un hombre moviendo su miembro viril arriba y abajo en una secuencia que se repetía en bucle, sin que hubiera que hacer nada para reproducirlo. La empresa que gestiona el servicio, Bonopark, ha preferido no hacer comentarios al respecto.
Se hace cura después de ser actor porno. La religión católica es muy agradecida, al menos con Giuliano Ferreira, un ex actor porno que después de exhibirse durante años delante de las cámaras lo dejó porque tal práctica es considerada un pecado por el Evangelio, dedicándose en la actualidad a convertir a los no creyentes. Su conversión no fue precisamente fruto de la acción de la iglesia, sino de una infección que afectó a sus pulmones, entrando en un coma inducido. Fue en ese momento cuando recibió la llamada espiritual que le hizo salir de la camilla para ir a la iglesia para predicar la palabra de Dios.
Toma el dinero y corre. Este podría ser el título de una secuela de la que fuera ópera prima de Woody Allen, pero no, también alude a una de las anécdotas más bizarras que nos llegan desde Brasil. Un individuo esperó a que cerraran las tiendas de un centro comercial, pero no sabemos si fue tanto para robar en ellas, cosa que hizo, como para culminar una excéntrica fantasía sexual. Cuando la policía revisaba los vídeos de vigilancia para descubrir cómo se había cometido el robo de varias prendas, vieron para su sorpresa que el ladrón no perdió la oportunidad de copular con un maniquí de la tienda, del que se dice que estaba enamorado.