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Katy Mikhailova

O 'fofi' o sano: ambos, no

Más de uno ha tirado la toalla porque el milagro ha ocurrido: la barriguita cervecera está de moda.

Fofisanos por doquier. Llevamos días hablando del asunto y nombrando a Leonardo Dicaprio como precursor involuntario del asunto. Tanto hablamos del tema que algunos empiezan a padecer fofitis. Sí. Este término me lo invento ahora yo. Más de uno ha tirado la toalla y ha decidido dejar ese gimnasio al que tanto le cuesta ir o esa dieta tan estricta que le apaga el apetito sexual porque el milagro ha ocurrido: la barriguita cervecera está de moda. Pues vaya chorrada y menudo descubrimiento.

De entrada el concepto entra en contradicción. O fofos o sanos, pero las dos cosas no cuajan. Si llevas una vida sana la "tripita cervecera" no habría de asomar. Si está usted en esa situación, algo está haciendo mal, así que vaya a consultar su problema con ese super-mega personal trainer del gimnasio que le cobra 60 euracos la hora.

Resulta que lo de fofisano lo ha puesto de moda algún periodista cachondo y con sentido del humor al que la Champions le ha jugado una mala pasada. Digo lo de la Champions porque he cogido 4 kilos la temporada pasada. Sí. El fútbol algunas veces engorda. Tus nalgas postradas en el sofá van cogiendo tamaño conforme una patata frita tras otra va entrando en tu boca sin darte apenas cuenta. Acompañada de una cerveza, claro. Las pizzas son otra tendencia que se lleva esta temporada. También las hamburguesas o el sushi es lo más "it", “cool” y “chic” para esta Champions 2015. Y porsupuestísimo se lleva eso de gritar e insultar mirando a la tele. Es la nueva tendencia del año. Y claro, la consecuencia de todo esto es una barriguita. Ellos, los hombres con barriguita, de momento molan. Pero no veo hablar a nadie de las fofisanas en femenino. Pronto vendrán las fofi-bonitas y las carchuteritas-sanas y las celulonas-lindas. Poco a poco cualquier bobada que ha existido toda la vida se convierte en una moda en el momento en el que a un periodista le da por ponerle una etiqueta. Ahora se llevan los 'Leñasexuales'. Metrosexuales pero con barbas a lo leñador y camisas a cuadros, también llamados hipsters, pero ahora mola más leñasexuales. Pero las barbas largas tampoco son tan "trending" desde que algún estudio la Universidad de Chichinabo ha descubierto que una barba de más de 5 días tiene más gérmenes que un WC público. Otro estudio de la Universidad de Chichinabo II, con todos mis respetos a estas universidades, asegura que los Android también acumulan tantas bacterias como el water anteriormente mencionado. ¡Qué problemón! Pues desinfecta cada 3 días a su mejor amigo, o sea, su móvil. Lo que no dicen últimamente es que el ser humano puede llegar a comer hasta 900 gramos de insectos de manera involuntaria e inconsciente.

Benzemá ha prescindido del look leñador pero su sucesor es Carvajal. Claro que el delantero del Madrid más que leñador parecía muy a su pesar un posible terrorista islámico. Y a Carvajal muy bien no le sienta esa barba. Aunque mejor un leñasexual que juega bien que un topo ausente. La realidad es que hay que rellenar páginas de diarios en la sección de moda y tendencias, y de pronto algo que ha coexistido con todos nosotros por los siglos de los siglos es una moda en el momento en que a algún guaperas famoso le da por llevarlo y a otro periodista aburrido por reescribirlo y ponerle algún nombre original. Por cierto, me han entrado ganas de zamparme un solomillo con patatas. Como dicen que se llevará este verano lo de las fofisanas...

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