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Katy Mikhailova

Respirar moda

Cada vez hay más diseñadores que se salen del circuito oficial y escogen nuevas estrategias.

Cada vez hay más diseñadores que se salen del circuito oficial y escogen nuevas estrategias.
Agatha, en la MBFW | Cordon Press

Madrid es moda, pero una moda democrática y mucho más cercana. Hablo de la estrategia de diseñadoras que optan por salirse fuera de la que es la pasarela oficial de la moda en Madrid (la que es hoy la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid) y escoger nuevas estrategias.

Empezamos con Miguel Marinero que, aunque es fiel a la Fashion Week Madrid en IFEMA en febrero, el pasado miércoles ha decidido dar un giro a su estrategia y presentar su colección, a modo de exposición, organizando una fiesta de 5 horas de duración, con cocktail incluido, en dos salones del Hotel Santo Mauro de Madrid. El objetivo es que sus clientes, la prensa y otros invitados pudieran sentir, palpar e incluso oler la colección propuesta. No había ni focos, ni una pasarela, ni un front-row que jerarquiza a los asistentes a un desfile; tampoco había modelos, con actitud indiferente, que desfilaran, desde la lejanía, en un podium. No había música ni un show que comprimiera en 10 minutos una colección en la que trabajas mínimo 6 meses.

Todo ello le permite al diseñador, que lleva cumpliendo sueños de mujeres desde 1975, que la gente sienta su moda de otra manera. Con absoluta libertad, con relativos tiempos, con calma y tranquilidad, y con más alma, en suma, si me lo permiten.

También Madridjoya se suma a todo este aluvión de modas y modos. Y así, el Grupo Ayserco presenta sus "joyas" -y nunca mejor dicho- bajo algunas de sus marcas más famosas: Aviador, Poljot, entre otras tantas. No sin olvidar esos relojes inteligentes con Huawei, que marcan la diferencia por ese diseño original y elegante.

Aristocrazy es otra firma que se sale de la Fashion Week Madrid -después de desplegar ese tremendo show en la MBFWM en los últimos años, desafiando a las reglas de que en la que fue la Pasarela Cibeles debe desfilar moda y no joyería como protagonista- y aterriza en Chamartín con un desfile repleto de celebridades y mucha pompa.

Y, mientras tanto, después de que Roberto Verino abandonara la temporada pasada la MBFWM, ha decidido irse con la "competencia" que, si me lo permiten, mucho tiene que envidiar a la pasarela principal, pues desprende un tufo al ‘quiero y no puedo’. Eso sí, tener a Roberto Verino, a uno de los grandes diseñadores de España y uno de los fundadores de lo que fue en los 80 la Cibeles, eleva su concepto de moda a lo más alto. Con una colección, presentada en el Museo del Traje, llena de elegancia y distinción, levantó al público de sus asientos con la parte final del desfile en donde mostró sus vestidos de novia, cortos, pero llenos de elegancia y finura.

Pero, claro, no menospreciemos lo que de verdad nos importa y lo que acumula cientos de medios de todo el mundo. La MB Fashion Week Madrid o llamémosla "x" -el nombre es lo de menos cuando el arte se hace realidad- ha acumulado, en lo que llevamos de este viernes, a un sinfín de diseñadores como Francis Montesinos y su folclore levantino, Devota&Lomba con un Modesto que ha resurgido con más arte y gracia tras un concurso de acreedores superado, y, cómo no, el siempre esperado show de Agatha Ruiz de la Prada. Agatha… o la amas o la odias. Ayer más amada, sin duda, que odiada. En el kissing room -esa sala a la que acuden los ‘vip’ tras el desfile para darse besos, posar en el photocall, saludar al creador y tomar muchos gin tonics de Bombay Sapphire- la diseñadora apenas tuvo tiempo para dar un respiro. Tras ese momento de gloria, otro más de entre cientos y cientos de éxitos cosechados, acudió corriendo para presentar en el Mercedes-Benz Fashion Club el estreno de un hit llamado ‘Legend’ a cargo del DJ y productor Daniel Madison y la violinista -y hermana- Elena Mikhailova.

No puedo terminar sin mencionar la Vogue Fashion Night Out, cada vez más madura, que ha llenado las calles del Barrio de Salamanca de toda clase de personas: curiosos, ‘fashion victims’, ‘branding victims’, ‘victims’ a secas, o simplemente ‘fashion’, millonarias que acuden a comprar como si no hubiera un mañana, aún cuando no hay ni descuentos ni gaitas, o simplemente personas que quieren, por una noche, respirar eso que nosotros llamamos moda.

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