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Katy Mikhailova

¿Gin o Gym?

Las campañas online y movimientos en contra han podido con Victoria's Secret y su monumental desfile anual.

Las campañas online y movimientos en contra han podido con Victoria's Secret y su monumental desfile anual.
Adiós al desfile de Victoria's Secret | Cordon Press

La presión contra la "perfección" de los ángeles de Victoria's Secret ha vencido. Todas esas manifestaciones de mujeres en las calles en Nueva York o las muchas campañas online se movimientos en contra de los cánones de belleza de las modelos han podido con la marca y su desfile épico de los Ángeles seguidores por millones de personas en todo el mundo. Así que, una vez más, la envidia gana; y la estupidez se sigue proliferando.

Verán: ahora resulta que de la extrema delgadez (nada saludable y que no defiendo) hay que irse al extremo opuesto que el sobrepeso, la antesala de la obesidad. Sí, así lo leen: quien me diga que los "maniquíes" de Nike (que expuso la firma en sus tiendas, mostrando cuerpos de mujeres anchas y rollizas con sus prendas deportivas) reflejan un cuerpo "saludable" miente tanto o igual como la mujer anónima que no quiere tener los glúteos de Naomi Campbell. Por amor de Dior, ¿hay quien que, acaso, no quiera tener el culo de Naomi?

Empecemos analizando los ángeles de Victoria’s Secret. Lejos quedan de ser mujeres anoréxicas, desnutridas y que promuevan la hiperdelgadez como modelo de belleza a seguir. No. Son mujeres de piernas larga, musculosas, con abdominales marcados y bastantes curvas, aunque dichas curvas estén contenidas dentro de una talla 38.

No comprendo que nos obsesionemos con el término de "mujeres reales": ¿acaso Miranda Kerr, Gisele Bündchen, Irina Shayk, Bar Refaeli, entre otras, son mujeres artificiales? ¿Nos estamos volviendo locos? O, ¿es que la envidia y la rabia de un sectores de esta sociedad, protagonizado por mujeres principalmente, no soportan que haya divas de la imagen?

Son mujeres de carne y hueso. Con dos diferencias: la primera, una genética generosa, que lógicamente ayuda; la segunda, un esfuerzo y un trabajo constante, renunciando a cenas copiosas, bebidas azucaradas, salidas nocturnas pasadas por alcohol, y horas y horas (muchas horas durante muchos meses) en gimnasio.

No puedo dejar de creer que este episodio de la firma de lencería americana es la consecuencia de la envidia que se padece en Occidente hacia las empoderadas, que trabajan, madres (muchas de ellas) y que, para colmo, son guapas. Eso no puede ser, y algo raro debe de haber en esas mujeres que presentan tanto éxito. ¡Seguro que pasan hambre! ¡Convencida estoy de que tienen asistentas internas en casa que cuidan de sus hijos! ¡Los pechos son operados! ¡Cualquier es guapa con dinero!

Salvando casos extremos, casi cualquier mujer si se cuida, puede acercarse a un ángel. ¿Entonces? ¿Tenemos que promover el sobrepeso, para solidarizarnos con la que, en lugar de gym, prefiere gin? ¿Qué será lo próximo? ¿Que se prohíba depilarse las axilas, en solidaridad con las que consideran que las cuchillas contaminan el medioambiente?

Publicaba S Moda la semana pasada un artículo que, para ser del Grupo Prisa, me provocaba bastante curiosidad. Muy en la línea de las axilas no depiladas, práctica ya habitual en la triunfita Amaia, el diario lanzaba esta pregunta: Axilas con pelo, pero, ¿por qué el bigote no?

No sé si en el caso de la navarra sus libertad de vello en las axilas es un acto de protesta social (creo que no); pero en muchos casos es una estética que arropa la ética fundamentada en el concepto de la dictadura de la mujer promovida por los hombres. Como los hombres no están "obligados" a depilarse, a nosotros sí nos hacen pasar por este "mal trago". ¡Nosotras decidimos también y pasamos de depilarnos! ¡Que nadie nos oprima! ¿Y si nos dejamos el mostacho? No tengo más preguntas.

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