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Cómo cuidar la memoria y por qué es importante

La memoria es algo que hay que cultivar día a día durante toda la vida. Es importante protegerla y, si vemos que algo falla, revisarlo.

Pensar, memoria, mente, cerebro | Pixabay/CC/Tumisu

La salud de cada persona es lo más importante. Esta es una de las frases más repetidas y más certeras que existen, pero ¿se hace todo lo necesario para cuidar de ella como se merece? Seguramente muchas personas cuando hablamos de salud piensan en problemas físicos, pero acotar al físico un término tan amplio como la salud es incorrecto. La salud va mucho más allá y llega directamente hasta nuestra mente. ¿Podemos decir que gozamos de buena salud si tenemos problemas mentales? La respuesta a esta pregunta es un no rotundo.

La memoria es una capacidad que conviene mantener, preservar y utilizar a lo largo de toda la vida. ¿Por qué motivo? Porque en la memoria almacenamos todas las vivencias adquiridas en el transcurso de nuestra existencia. Sin ella viviríamos como en un eterno presente, sin saber quienes somos, de donde venimos, o cuales son nuestros proyectos.

Hoy sabemos que el órgano especializado en el almacenaje y recuperación de la memoria es el cerebro. Este es un órgano muy complejo, que estamos comenzando a entender. A diferencia de otros órganos del cuerpo, no es una estructura homogénea, sino más bien con subespecializaciones en sus distintos lóbulos. Más concretamente, los circuitos relacionados con la memoria se ubican principalmente en los lóbulos temporales.

El cerebro es tan importante que gracias a él tenemos la capacidad de pensar, sentir, tomar decisiones, recordar.... Es en esta última acción en la que muchas personas sienten que su cerebro empieza a fallar, en los recuerdos, es decir, en la memoria.

La memoria juega un papel crucial en nuestras vidas, ya que gracias a ella conservamos los conocimientos que nos ayudan a desenvolvernos de manera correcta por el mundo. Por eso, y con el fin de tener una buena memoria es totalmente necesario ejercitarla de manera óptima. Para conseguir dicho objetivo hoy vamos a explicar cómo ejercitar la memoria a través de unos consejos, pero antes dejaremos claras algunas otras cosas relacionadas con la memoria.

¿Cuándo deben preocuparnos los olvidos?

No todos los olvidos son preocupantes. Por ejemplo, el fenómeno de la palabra en la punta de la lengua, es decir, cuando estás a punto de recordar algo pero no acaba de llegar. Un nombre, una calle, una fecha pero, al cabo de unos minutos y sin esfuerzo aparente, el dato se hace presente, estos olvidos efímeros son casi siempre benignos. También son benignos los olvidos debidos a fallos de atención. La razón es que no tenemos un cerebro multitarea, capaz de realizar varias actividades a la vez. Sin embargo, ante un olvido, el fantasma del alzhéimer se hace presente, especialmente a partir de cierta edad, pues la pérdida de memoria es su síntoma cardinal.

Al principio, la pérdida de memoria se traduce en no recordar hechos o datos adquiridos recientemente. En consecuencia, se hacen preguntas de forma repetitiva, se compra la misma cantidad de filetes cada día, no se recuerdan fechas señaladas (cumpleaños, citas médicas,..) ni los nombres de personas conocidas y resulta imposible encontrar objetos guardados en lugares no habituales. Los olvidos ya dificultan la ejecución de las actividades diarias. En este contexto se debe consultar al neurólogo sin más demora. Hoy en día hay terapias de gran valor.

Consejos para mantener la memoria activa

Algunas recomendaciones pueden ayudarnos a prevenir o detectar a tiempo estas enfermedades, preservando así esa facultad tan importante como es la memoria:

  1. Ser positivo, intentar ver el buen aspecto de las cosas, buscar las soluciones en vez de que rumiar los problemas
  2. Llevar una alimentación sana y variada, especialmente rica en frutas y vegetales frescos
  3. Mantener un buen nivel de actividad mental y social
  4. No exponerse a situaciones peligrosas que puedan implicar un traumatismo
  5. No consumir bebidas alcohólicas en exceso.
  6. Ejecutar un programa de ejercicios físicos no excesivamente intenso, pero regular
  7. Salir a la naturaleza, respirar aire puro, escuchar el silencio.
  8. Seguir sus controles regulares si se tiene una enfermedad. Si no, hacerse un chequeo preventivo al menos una vez al año
  9. Sólo ingerir medicamentos recetados por su médico. Muchos pueden afectar la memoria
  10. Evitar los ambientes contaminados. Muchas sustancias químicas volátiles pueden dañar definitivamente su memoria.
  11. La mayoría de los trastornos de memoria secundarios a traumatismos, operaciones cerebrales o accidentes cerebrovasculares, son susceptibles de rehabilitación.
  12. Si se tienen problemas con su memoria, que están comenzando a interferir con su desenvolvimiento ocupacional o social, consulte inmediatamente un especialista. La corrección temprana del problema es fundamental para obtener el mejor resultado posible.

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