
Los días de calor suelen ser insoportables, sobre todo si no tenemos aire acondicionado en casa o simplemente preferimos ahorrar y "aguantar" el calor sin encender el aire. Para sofocar el calor normalmente cambiamos de habitación, de postura e, incluso, el lugar en el que dormimos pero, a menudo, no conseguimos aliviar el sofocante calor. Esta condición puede desanimarnos, quitarnos las ganas de hacer actividades e, incluso, impedirnos dormir, por lo que es fundamental saber cómo refrescarse en casa en verano.
De hecho, aunque ahora parezca imposible, hubo un tiempo en el que pasaban los veranos sin aire acondicionado y los sobrevivían igualmente. Así que, si todavía te resistes a instalarlo o simplemente encenderlo, hay unos cuantos consejos que pueden venirte bien para sofocar el calor.
Sea en verano o en invierno, uno de los factores más importantes para estar a gusto en casa es la temperatura. ¿Por qué? Porque si la casa acumula demasiado calor, se hace insoportable descansar o realizar cualquier tarea dentro de ella. Si quieres refrescar la casa sin preocuparte por el consumo del aire acondicionado con la nueva factura de la luz, sigue leyendo.
Recomendaciones para mantener el hogar fresco
Aunque tengas aire acondicionado de bajo consumo, te gustará saber cómo mantener la casa fresca de forma natural. Por eso, te mostramos unos consejos para enfriar las estancias y disfrutar de tu hogar sin necesidad de depender del consumo de un aire acondicionado. Son trucos sencillos que podemos realizar cualquiera y que en Libertad Digital resumimos en unos pocos puntos.
- Vestir el hogar con ropa de verano
Retirar cortinas de invierno y alfombras antes de que llegue el intenso calor. En verano, es conveniente que los suelos de la casa estén despejados y las ventanas cubiertas por visillos de un tejido ligero de color blanco o un tono claro.
¿Por qué debe hacerse esto? Porque este sencillo truco otorgará mayor sensación de frescor a tu vivienda sin que suponga un consumo energético. También es muy efectivo mojar las cortinas con agua para aumentar el frescor del aire que pasa a través de ellas. Si se tiene un pulverizador a mano los días calurosos es cuando hay que sacarlo.
- Ventilar a primera hora de la mañana
Recomendamos ventilar la casa a primera hora de la mañana, a ser posible entre las siete y las ocho de la mañana, pues son las horas más frescas del día. Lo ideal es hacerlo con la técnica del aire cruzado, es decir, creando corrientes de aire abriendo ventanas y puertas que estén unas en frente de otras.
Un dato a tener en cuenta a la hora de crear corrientes de aire es que si la ventana es de salida de aire, aquellas que den a la calle, deberá abrirse por completo, mientras que las de entrada de aire, situadas en patios interiores, tan solo tendrán que abrirse un poco para obtener una corriente de aire fresco.
Otro truco con las ventanas es dejarlas semiabiertas durante las horas de más calor, cerrar las persianas, visillos o cortinas. Además, si se cuenta con toldos en las ventanas, dejarlos bajados durante el día. En caso de dejar las ventanas abiertas por la noche, es fundamental que tener mosquiteras o visillos para evitar que entren los mosquitos.
- Procurar refrescar los suelos
Si quieres conseguir una auténtica sensación de frescor en casa, en el caso de los suelos cerámicos fregar por la mañana con agua fría las terrazas, balcones y habitaciones, es un método bastante eficaz de bajar la temperatura, aunque tengas un aire acondicionado de bajo consumo.
- Aporte adecuado de agua
Debemos beber entre 1,5 y 2 litros de líquido al día, fundamentalmente agua. Hay que tener especial cuidado con las bebidas dulces, gaseosas y/o azucaradas ya que pueden darnos una sensación de hidratación falsa, que nos obligue a seguir bebiendo sin tener en cuenta las calorías que nos aportan. Por supuesto, si vamos a estar en la calle expuestos al sol más cuidado todavía con las bebidas alcohólicas ya que puede resultar peligroso. También pueden ayudar las duchas de agua templada o más bien fría, o meter los pies en remojo con agua fresquita.
- Cocinar solo al mediodía
El momento idóneo para cocinar con altas temperaturas es, sin duda, por la mañana. Además, si evitas utilizar el horno y el fuego contribuirás a no aumentar la temperatura de tu hogar. Ya que el calor corporal es alto, y en la calle también, lo ideal es cocinar platos fríos como ensaladas, gazpacho andaluz, cremas frías y otras recetas que no precisen ser cocinadas.
Sin embargo, en caso de cocinar con fuego, hacer recetas que puedan tomarse a temperatura ambiente, como pistos, tortillas de patata, huevos rellenos, escabeches… También pueden prepararse postres fríos como macedonia de frutas de temporada, helados o sorbetes de zumos naturales.
Cuando se cocine, encender siempre la campana extractora de aire para que no se acumule el calor en la cocina. De este modo, además de expulsar los malos olores, se echará el calor que se acumula al cocinar proveniente de los fuegos, así que es una buena forma de eliminar los focos de calor de la casa.
- Comida ligera e hidratación
El primer paso para saber cómo refrescarse en verano es pensar en nuestra alimentación. Lo mejor es tomar alimentos ligeros e hidratarse continuamente. Si comes pucheros, guisos o alimentos calientes te sentirás más pesado, lo cual hará que aumente tu temperatura corporal, aumentando, también el sofoco.
Lo más aconsejable para aliviar el calor es tomar ensaladas o frutas. Además, te aconsejamos refrescarte e hidratarte tomando agua, helados o refrescos sin mucho gas, lo más adecuado es beber dos litros de agua cada día.
- Enfría la cama antes de dormir
El dormitorio es fundamental a la hora del descanso, así que si el calor no te deja dormir, enfría la cama envolviendo una botella de agua helada en una toalla o utilizando una bolsa de agua caliente llena de agua helada o hielo picado. Ponlo sobre la cama antes de ir a dormir, verás como el calor no te impide conciliar el sueño, y sin necesidad del consumo de un aire acondicionado.
Otro truco es colgar las sábanas en la estancia más fría de la casa durante el día, así las tendrás más fresquitas a la hora de dormir. También puedes poner tu almohada dentro de una bolsa y meterla en el congelador una hora antes de dormir.
Además, te recomendamos que uses sábanas de seda o satén, pues te harán sentir más fresco durante la noche. Y, sobre todo, no te pongas nervioso. Respira profundamente y evita pensar en el calor que hace, pues si lo piensas te será más difícil conciliar el sueño.
- Evitar las fuentes de calor
No tengas encendidas demasiadas luces, el horno o los fuegos de la cocina durante mucho tiempo. Incluso la televisión u otras máquinas que desprendan calor podrían hacer que la temperatura aumente de forma considerable en tu hogar.
- Utilizar ventiladores
Estos electrodomésticos pueden ser muy útiles para refrescar una habitación. Además, cuentan con la ventaja de que puedes posicionarlos a cierta distancia y ponerlos fijos o móviles. Incluso tienes la opción de colocar un bol metálico lleno de hielo y sal gruesa delante para que el aire que emitan sea todavía más fresco. Recuerda también que existen ventiladores de techo, muy útiles para evitar el consumo de un aire acondicionado. Debes saber que dependiendo del tipo de ventilador con el que cuentes deberás situarlo de una u otra forma para conseguir sentirte fresco.
Los ventiladores de techo siempre debes fijarlos de manera que giren hacia la izquierda para que el aire caliente sea desplazado hacia el techo. En el caso de los ventiladores de pie hay que ponerlos de forma que expulsen el aire hacia fuera durante el día y al revés por la noche.
- Pulverizador
Hazte con un pulverizador y rellénalo de agua. Así podrás salpicarte y refrescarte la piel sin tener que empaparte. Notarás un efecto refrescante de manera inmediata. También puedes probar a usar un pulverizador delante del ventilador para humedecer y enfriar el aire.
- Baño de agua fría
Llena tu bañera con agua fría y sumérgete en ella el tiempo que desees. Con el agua fría, no solo te refrescarás al instante, sino que te ayudará a relajarte. En caso de no tener bañera, te aconsejamos que te des una ducha de agua fría. El efecto también será inmediato y el cuerpo se mantendrá fresco durante un buen rato tras salir de la ducha.
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Coloca plantas y riégalas
Aprovecha si hay plantas en tu terraza, ventanas o en el interior de tu hogar para refrescar la atmósfera cada vez que las riegues. Asimismo, también disminuirás la temperatura de la fachada exterior. Otro truco es dejar un barreño lleno de agua e ir rellenándolo a medida que se vaya evaporando. Con este truco tampoco será necesario utilizar tu aire acondicionado de bajo consumo.
Las plantas, además de decorar, también refrescan por lo que situadas en el patio y, sobre todo, en las paredes absorberán mayor cantidad de calor y evitarán que traspase de forma más directa.
- Utiliza sábanas de algodón o seda
Si el calor te molesta, sobre todo a la hora de dormir, y no quieres aumentar el consumo energético, puedes optar por utilizar sábanas de algodón o seda, suelen acumular mucho menos calor. Y si son de colores claros, mucho mejor.

