
El vestido de Marilyn versión Kim con pinchazo incluido trae cola. Y nunca mejor dicho. Aunque la cola aterrice con sabor a polémica, discusión y muchos insultos bajo anonimato en redes. Mientras Pelayo Díaz saltaba en defensa de Kim en el perfil de Harper’s Bazaar de España en Instagram en el debate que se recreaba a partir de un post, otros tantos seguían considerando que la pieza que llevó la reina de los realitys es patrimonio cultural digno de proteger en un museo para atesorar cual Picasso. Pieza que, por si no lo saben, ha sido destrozada y además reemplazada inicialmente por una pieza secundaria cual falsificación en toda regla (por si colaba, ya saben) como solución a la crisis por parte de Kim.
Es imposible que la empresaria no sea noticia. Igual que es casi un delito periodístico no mencionar el espectacular desfile de Dior el pasado jueves en Sevilla, en donde, sin lugar a duda, el bailaor El Yiy0 le hizo sombra a la propia colección. También la bailaora Belén López, una de las estrellas del Corral de la Morería, que puso su baile y larga melena negra a ojos del mundo para mayor gloria del flamenco. Y si hablamos de moda, la colección presentada, dentro de ser pura fantasía, no deja de ser una propuesta como otra cualquiera que toma de inspiración España, el folclore, el flamenco y la estética de lo taurino.
Algo que lleva haciendo mucho tiempo Dolce & Gabbana o Victorio & Lucchino (con todas las de la ley), con el matiz de que Dior le aporta a su estilo ese allure francés en el que el exceso de refinamiento (que puede llegar a aburrir en algunas ocasiones) ha sucumbido al encanto y la pasión de las palmas de Andalucía, a los cantes jondos de Utrera y a las alegrías de Cádiz. Todo ello como metáfora plasmada en un lenguaje corporal y sonoro. Lo que sigo sin entender es "La Rosalía" y su música de fondo en un desfile de alta costura (y alta cultura). Me cuesta creer que todavía hay quien piense que lo que hace esta señora es flamenco, cuando no es más que reguetón puro y duro, con aires flamencos. Pero, en fin… supongo que traerla de los Ángeles a cantar en vivo y en directo se les salía ya del presu.
En cualquier caso toda esta colección en plena ola de calor (a saber cuántas ‘celebs’ han decidido quedarse en sus casas con el aire puesto a tope), en una Plaza de España de Sevilla impregnado de tanta belleza, es imposible de pasar por alto. Recordaremos siempre (incluso los que seguimos el desfile desde el sofá con el iPhone, en compañía de ventilador y cerveza) la magia que hace escasas tres noches sucedía en una de las ciudades (para mí) más preciosas del mundo. Pasa con estos fenómenos que #DiorCruise , nombre de la colección, ha sido desplazado por un entorno imborrable y tan socorrido como fascinante.
