
El café, la bebida más consumida en el planeta, tiene el poder de ser reutilizado y seguir beneficiando de muchas maneras una vez se ha terminado la taza de bebida caliente. Para hacerse una idea de cuán grande es el consumo de café hay que saber que la Unión Europea es el mayor importador de café del mundo, siendo Finlandia el país en el que se consume más café del mundo llegando a los 11,6 kilos por persona, según los últimos datos de ICO (Internacional Coffe Organization) en 2020.
En España, en la actualidad, se consume una media de 4,5 kilos de café per cápita por año, es decir, una media de 3,5 tazas por día. De hecho, según estudios recientes, el 87% de la población de entre 18 y 64 años consume café, de los cuáles un 70% lo hace a diario.
Pero ¿Qué tiene el café para que despierte en el ser humano ese placer, un tanto adictivo, hacia su consumo? Quizá sea su delicioso sabor o tal vez la dulce forma en la que despierta por las mañanas. Sea cual sea la razón, además de ese café mañanero o a mediodía que sirve para continuar la jornada el café tiene muchos más usos, de hecho, los posos pueden servir tanto para las plantas como para la piel o, incluso, para la limpieza.
Es como un pequeño ritual. Hacemos una taza de café, bebemos nuestros cafés y tiramos la bolsita de café o el filtro. Sin embargo, la próxima vez deberíamos saltarnos ese paso final. Los posos de café son aparentemente útiles para muchas tareas domésticas.
- Para cocinar
Con los restos o posos del café se puede hacer un excelente marinado para las carnes. ¿Cómo? Mezclando los restos de café con pimienta, azúcar y sal. Después se embadurna la pieza de carne con un chorrito de aceite de oliva y se cubre con el marinado anterior. Hay que dejarlo en reposo unas horas y, luego, cocinarlo al gusto. Pero, ¿por qué le da un sabor más rico? Porque debido al ácido en los posos del café, el sabor de la carne es aún más fuerte.
- Cabello fuerte y brillante
Con los desechos del café no llega para una taza más en calidades óptimas. Sin embargo, si se cuela una taza de estos restos de café fuerte y se deja enfriar, puede ser utilizada para dar color y brillo a la melena.
¿Cómo se puede hacer? Simplemente lavando el cabello como normalmente, después se vierte la taza sobre el pelo y deja actuar durante 20 minutos aproximadamente. Pasado este tiempo, hay que aclarar con agua tibia y seguir con la rutina habitual de cuidado del cabello.
- Lavar el cabello
También puede lavarse el pelo a fondo con algunos posos de café. De esta forma, el cabello puede eliminar los restos de laca y champú seco, se puede decir que sirve de exfoliante capilar. También dejará tu cabello suave y liso. Sin embargo, ten cuidado si tienes el cabello de color claro, porque el café puede decolorarlo. Hay que asegurarse siempre de enjuagar bien el cabello después de lavar con los posos de café.
- Exfoliante natural para la piel
Determinados productos de cosmética emplean restos de café en su proceso de fabricación, un ejemplo de ello son las cremas exfoliantes. De hecho, se puede hacer crema exfoliante casera mezclando los desechos con aceite de oliva y sal. Para ello, solo se tiene que aplicar la mezcla obtenida en la zona afectada con movimientos circulares.
La razón de que sea un buen exfoliante radica en que la cafeína acelera el metabolismo y es por ello que el café también se emplea en la elaboración de cremas anticelulíticas. De hecho, una de las mejores formas de reutilizar los posos de café es para hacer un exfoliante natural para la celulitis o piel de naranja.
- Tratar los ojos hinchados
No importa cuántas tazas de café se tomen por la mañana, a veces todavía te ves un poco somnoliento. Hay muchos trucos para deshacerse de las ojeras y el uso de posos de café es uno de ellos. Simplemente hay q mezclar algunos posos de café con agua o aceite de oliva, luego aplicar con cuidado la mezcla alrededor de los ojos. Esto es porque la cafeína mejora la circulación sanguínea, haciendo lucir más despierto. Para que haga efecto hay que dejar la mascarilla durante unos quince minutos y luego enjuagar con agua templada.
- Tinte para telas
Que el café sigue desprendiendo color y aroma tras el primer uso es un hecho. Y que sus restos sirven para teñir telas o crear acuarelas también es un hecho. Para ello solo se deben calentar los restos de café, llevar el agua a ebullición e introducir la tela a teñir. La cantidad de café y agua siempre dependerá de las telas que se desee teñir. Como es lógico, cuanto más tiempo se deje la tela a remojo, más penetrará el color en las fibras de la tela.
Para crear pintura con restos de café tan solo hay que acumular buena cantidad de posos de café (por lo menos media taza de posos) y luego, con un poquito de agua poner a hervir los restos hasta que quede una mezcla elástica, densa, oscura, tirando a pegajosa. Después, tan solo se necesitará un pincel y dejar volar la imaginación sobre un papel.
- Repelente de insectos
Las hormigas y pulgas aparentemente no son fanáticas del café, es por ello que se pueden repeler insectos usando algunos posos de café. Para hacer esto, hay que colocar una taza de café molido en lugares donde los insectos puedan entrar fácilmente, cerca de ventanas o puertas. En verano, los posos de café también son una cura milagrosa contra los mosquitos. Hay que usarlo como una especie de vela encendiendo una taza de café molido.
Además, el olor y acidez del café lo convierten en un aliado perfecto para luchar contra las pulgas y garrapatas de las mascotas. Después de bañarla, hay que frotar café húmedo sobre su pelaje y enjuagar. De esta forma, no sólo se eliminarán las pulgas, sino que además se evitará el olor desagradable que cogen algunas mascotas con el contacto con el agua.
- Inhibidor del polvo o ceniza en lugares como chimeneas
Otra de las mejores formas de reutilizar los restos de café se encuentra en que es un perfecto inhibidor de polvo o cenizas en lugares como las chimeneas. Para ello solo se debe regar restos de café húmedo sobre las cenizas y listo.
- Evitar y eliminar los malos olores
Los restos de comida y la mezcla de alimentos pueden provocar un olor desagradable en la nevera o en el cubo de la basura. Si se colocan los restos de café en un cuenco o vaso y se introduce en el interior de la nevera, los posos de café absorberán los malos olores que se puedan generar en el frigorífico. Y, si además se le añaden unas rodajas de limón, servirá como un ambientador natural exquisito.
Por supuesto, también sirve contra el olor a tabaco que impregna el hogar de un fumador. En este caso, bastará con colocar los restos de café en recipientes pequeños alrededor de la casa. ¿Y para quitar el olor de las manos tras manipular pescado o ajos? También funciona. Solo hay que frotar los restos de café en las manos junto a un chorrito de jabón. Cuando se aclaren las manos, se notará que el olor a pescado o ajo ha desaparecido.
- Eliminar el mal olor de las tuberías
Uno de los mejores trucos para desatascar las tuberías de la cocina y del baño es utilizar bicarbonato de sodio y vinagre. No solo se irá la suciedad, sino también el mal olor. Si se quiere añadir un producto extra para quitar de raíz ese mal olor, hay que utilizar posos de café. Pero, cuidado, no hay que tirarlos por el desagüe. Solo hay que poner a calentar los posos de café en 2 litros de agua y añadir el zumo de 1 limón. Colar los posos de café y verter el agua por el desagüe.
- Desatascar el fregadero
Los posos de café hacen milagros para destapar el fregadero. Solo hay que poner los posos de café en el fregadero y luego verter un poco de detergente y agua hirviendo. También se puede usar este truco para el baño. Sin embargo, no puede utilizarse con demasiada frecuencia para evitar daños en el fregadero.
- Limpiar ollas y sartenes
¿Se ha quemado algo accidentalmente en una sartén? No hay problema, se pueden eliminar los alimentos quemados en ollas y sartenes con algunos posos de café. Solo hay que colocar los posos en el fondo de la sartén y frotar con un estropajo.
- Abono natural para las plantas
Los restos de café contienen nutrientes que favorecen muchísimo el crecimiento de las plantas, es por ello que también puede utilizarse como fertilizante. Si eres aficionado a la jardinería se puede hacer compost con los posos de café. Es un fertilizante casero muy recomendable, sobre todo por sus propiedades para nutrir las plantas con minerales como el cobre, el potasio, el magnesio y el fósforo. Si cultivas setas, hongos, zanahorias u hortensias, que son plantas que necesitan una tierra ácida, espolvorea los restos de café por el suelo. Con esta acción mejorarás y acelerarás su crecimiento. Además, los restos de café actuarán como repelente de plagas e insectos.

