
Puede que alguna vez al ir a la compra uno se haya fijado en la cantidad de cepillos para el cabello diferentes que existen. Algunos son más populares, a raíz de modas y tendencias. Otros, sin embargo son los que se usan sobre todo en las peluquerías.
Pero lo que quizá no es tan conocido es que cada tipo de cepillo tiene una función concreta y algunos, incluso varias, por supuesto también hay que saber que no todos sirven para cualquier tipo de pelo. Así que si hasta ahora se elegía el cepillo en función de la estética, las disponibilidad o las modas, puede que ahora uno se replantee si está usando el cepillo más apropiado para su tipo de cabello. He aquí las principales clases de cepillo que existen:
Tipos de cepillo para el cabello
- Cepillo desenredante: son los tipo "detangler", con cerdas blandas de punta redondeada, ideales para desenredar el cabello en mojado y húmedo, evitando así los nudos. Son necesarios sobre todo para melenas largas o lacias, que tienden a enredarse con facilidad, aunque se puede usar en casi todos los tipos de cabello.
- Cepillo esqueleto: es fácil de identificar por sus cerdas separadas, dispuestas en una base llena de orificios que nos recuerda a la estructura del esqueleto. Son apropiados para cabellos rizados porque permiten dar definición. También se suelen utilizar para peinar y dar definición a cabellos cortos, por ejemplo, a la hora de hacer un tupé. Eso sí, no son apropiados para desenredar la melena.
- Cepillo paleta: son cepillos con cerdas muy juntas, ya sean de nylon, iónicas o de jabalí. Su función es la de suavizar el cabello con un acabado brillante y voluminoso, moldear el peinado para que quede liso y sin cabellitos, y masajear el cuero cabelludo para distribuir los aceites naturales de las raíces a las puntas.
- Cepillo rectangular: son esos cepillos planos de grandes dimensiones, también conocidos como «paddle brush» son muy versátiles porque sirven todo tipo de cabellos. Son apropiados para desenredar en seco sin romper el pelo, porque al tener muchas púas evita que se tengan que dar demasiadas pasadas.
- Cepillo raqueta: comúnmente es rectangular, grande y tiene un mango muy cómodo para manejar las cabelleras largas, lacias u onduladas. Es útil para deshacer nudos rápidamente y también existen presentaciones de madera, con bolitas en las cerdas, para dar un masaje súper relajante y libre de estática. Ojo, pueden ser cepillos planos o acolchados.
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Cepillos con púas de madera: son cepillos cuya principal ventaja reside en que evita la electricidad estática, si bien puede resultar demasiado agresivo para cabellos finos y quebradizos, llegando incluso a partirlos.
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Cepillos híbridos: combinan el diseño de los rectangulares con los de esqueleto, por lo que son ideales para todo tipo de cabellos. Así, se caracterizan por su estructura flexible y su diseño curvado, que permite que se adapten a la forma de la cabeza, así como al movimiento y la presión durante el cepillado, proporcionando una especie de masaje en el cuero cabelludo. Este tipo de cepillo es también idóneo para secar el pelo porque deja pasar el aire del secador a través de su estructura tipo esqueleto. También permite moldear gracias a su flexibilidad.
- Cepillos térmicos: son aquellos diseñados para distribuir el calor de manera uniforme, favoreciendo el secado y moldeado. Son perfectos para conseguir un acabado pulido en la melena.
- Cepillo redondo: es ideal para dar volumen a la melena y moldear las puntas con ayuda del secador. Se puede usar para secar el cabello cuando aún está húmedo y dar forma. Aportan mucho brillo al cabello y son ideales para cabellos lisos y ondulados. Pueden ser térmicos o no. Existen 3 clases: fino, medio y grueso. Los tres tipos de cepillos sirven para estilizar el cabello durante el secado, así como para aportar brillo y movimiento. El más delgado es perfecto para el pelo corto y detalles, el medio para dar cuerpo en las puntas y el flequillo, y el grueso para las que anhelan más volumen.
- Cepillos para extensiones: son aquellos cuyas púas han sido diseñadas para evitar dañar la unión entre el cabello natural y la extensión, permitiendo desenredar la melena con efectividad. Por eso combinan dos tipos de cerdas (duras y blandas) que permiten compatibilizar ambas funciones.
- Cepillos de cerdas metálicas: son específicos para melenas con mucha cantidad de pelo y cierto grosor.
- Cepillos neumáticos: cuentan con una base flexible, como si se tratase de un cojín que deja pasar el aire a través de unos orificios. Valen tanto para desenredar el pelo, como para peinar y moldear. Los encontramos tanto con cerdas naturales, como de madera, sintéticas o híbridas.
- Cepillos con púas de plástico: son los más asequibles y sirven como cepillo multiusos para casi todo tipo de cabello, si bien los más finos o debilitados podrían partirse con su uso, ya que suelen tener las puntas redondeadas o con una bolita.
- Cepillo de cerámica: es el aliado predilecto para peinar con secador. Generalmente, posee el mango hueco, lleva ventilaciones para mejorar el flujo de aire. El mango está cubierto de cerámica o magnesio para retener el calor y lograr un estilizado más ágil, las cerdas casi siempre son mixtas y su cepillado crea movimiento y combate el frizz.
Cómo elegir el más apropiado
A la hora de elegir el cepillo ideal no solo deber tener en cuenta el atractivo del diseño, sino las características de cada cabello. Así por ejemplo, los cepillos con púas más anchas son apropiados para cabellos rizados o gruesos, mientras que los que las tienen finas, para los lisos, lacios y finos.
Por otra parte, los cepillos con cerdas naturales son ideales para desenredar y cepillar cabellos frágiles, ya que resultan más respetuosos. Además, aportan más brillo a la melena. En concreto, si lo que se busca es controlar el encrespamiento, se necesita un cepillo de púas de jabalí, que además aportará mucho brillo y ayudará a extender los aceites naturales del cabello por toda la melena.
Adicionalmente, conviene que se disponga siempre de al menos dos tipos de cepillos, ya que, por ejemplo, para desenredar cabellos en mojado, lo mejor es usar aquellos con púas sin bola que se enganchan menos al pelo, evitando así romperlo.
Al margen del tipo de cepillo, hay que recordar que lo apropiado es desenredar de abajo a arriba para mantener el cabello sano. Es decir, comenzando por las puntas con pasadas cortas y aumentando el recorrido progresivamente a medida que se desenreden los mechones.
Si uno siente que un cepillo araña el cuero cabelludo es preferible cambiarlo porque irritará y puede dañar el cabello. Lo mejor es probar con qué cepillo uno se siente más cómodo, el pelo lo agradecerá. Cuánto más corto se tiene el pelo, más pequeño deberá ser el cepillo. Parece algo insignificante pero el tipo de cepillo que usemos para peinar nuestro cabello influye a la hora de darle forma.

