
La influencer Chiara Ferragni se ha marcado un Pedroche; y entre la desnudez y las lecciones morales en ropa, en colaboración con Dior, nos ha deleitado esta semana con 4 vestidos cada cual más aburrido que el anterior. Y es que en la 73 edición del Festival de la Canción de Sanremo dio la nota. Pero no cantando precisamente. Fabio Maria Damato y Maria Grazia Chiuri, gerente y directora artística de Dior, han participado en esta campaña feminista en donde se ha reivindicado el acoso al que se someten las influencers en las redes y más tratándose de mujeres. Todo muy original y diferente. Sí, señor. Como si salir con transparencias o con un vestido blanco en el que están grabadas algunas perlitas que le han dedicado los haters de la italiana fuera a conseguir la paz en el mundo. O al menos en la red.
En esta línea Pedroche amenazaba con dejar de compartir su vida más personal en Instagram debido a los insultos en Twitter que ha recibido esta semana al hacer público su nuevo proyecto profesional. Como si se fuera a acabar el mundo si la vallecana deja de regalarnos sus momentos más íntimos.
Ya para rematar el asunto, la vegana de la semana y el premio a la estupidez es para una madre que protesta porque a su hijo de 7 años le ha tocado ir disfrazado de pescador. Su alegato es que ello atenta contra sus principios morales y éticos. La estupidez no tiene límites. Si llego a saberlo en mis tiempos de infancia hubiera dejado ir a clases de matemáticas justificándolo con que mis principios son "más de letras".
Letras como las del director creativo de Balenciaga que tras la polémica de usar la imagen de menores para su campaña nada "ética", ahora reaparece pidiendo disculpas y diciendo que van a trabajar con la asociación National Children’s Alliance (NCA). Que sí. Que venga. La paz en el mundo gracias a Chiara, Pedroche, las madres veganas y Demna Gsvalia. Tomen de ejemplo a Eugenia Silva que usa su Instagram para pedir que hagamos donativos para los damnificados por el terremoto de Turquía y Siria. Feliz sábado.
