
Si una relación romántica tradicional es difícil, mantener una en la cual la pareja no se encuentra físicamente junta lo es incluso más. Es tan complicado que pocos saben cómo llevar una relación a distancia, pero a pesar de las adversidades que pueden presentarse, hay formas para conseguir funcione. Obviamente, muchas personas creen que una relación de este tipo nunca va a funcionar. Y para complicar aún más las cosas, las personas de alrededor no suelen comprender ni apoyar que se mantenga este tipo de relación. Es más, mantener una relación a larga distancia puede ser la prueba más difícil para cualquier pareja. Sin embargo, con una planificación cuidadosa, una comunicación abierta y un poco de esfuerzo extra, es posible mantener una relación saludable y feliz a pesar de la distancia.
Primero es importante admitir que las relaciones a distancia no son ideales. La situación a veces se complica y, en más de una ocasión, los integrantes de la pareja pueden experimentar soledad o tristeza. Tanto es así que uno puede llegar a echar de menos, hacer cosas tan simples como cogerse de la mano, salir a pasear o comer juntos, darse mimos en el sofá… No obstante, con el enfoque adecuado, la mentalidad correcta, las expectativas a raya y los consejos oportunos, una relación a distancia puede crecer, solidificarse y funcionar, convirtiéndose en una relación a prueba del paso del tiempo.
También es importante destacar que las relaciones a distancia no siempre acaban en separación, esto dependerá sobre todo de cuánto luche cada miembro de la pareja para que no sea así. Manteniendo una buena comunicación y conservando un compromiso real pueden llegar a ser hasta más estables que aquellas que se ven seguido. Tan solo hay que seguir algunos consejos y estar muy seguro de lo que cada uno desea como pareja.
En primer lugar, es importante establecer expectativas claras. Esto significa hablar como pareja sobre lo que se espera de la relación a larga distancia y qué límites se están dispuestos a aceptar. Por ejemplo, ¿Cuántas veces a la semana planean hablar por teléfono o por videollamada? ¿Cuánto tiempo esperan que dure la separación? Establecer estas expectativas puede ayudar a evitar malentendidos y problemas de comunicación en el futuro.
Es fundamental mantenerse en contacto diariamente, ya sea por mensaje o llamada. Además, en una relación a larga distancia, es importante encontrar formas creativas de mantener ese contacto, esto puede incluir mensajes de texto, llamadas telefónicas, correos electrónicos, videochats y cartas escritas a mano. La clave es encontrar un equilibrio que funcione para ambos, para que la comunicación no se convierta en una carga para ninguna de las partes. Por otra parte, la conexión emocional tiene que ser frecuente y constante, ya que no tienen la posibilidad de verse en persona. Sin embargo, esto no quiere decir que haya que tener siempre conversaciones largas e intensas, simplemente con saludarse todos los días o mantener charlas sin mayor importancia, denota que la relación les importa y le dedican tiempo. De esta forma logramos estar al tanto de lo que sucede del otro lado siempre.
No evitar las discusiones. Cuando pasan semanas o meses antes de que la pareja se vea, o cuando se hablan idiomas distintos, es fácil ignorar los problemas o las preocupaciones. Nadie quiere pasar el tiempo discutiendo si solo tiene unas pocas horas para estar con la otra persona, pero evitar los enfrentamientos y las discusiones puede ser dañino a largo plazo. Es mejor hablar las cosas que molestan antes de que se conviertan en enormes obstáculos en la relación. Pero no se debe discutir a través de mensajes de texto o del correo electrónico ya que hay que leer demasiado entre líneas y se pueden malinterpretar muchas cosas, sino que es mejor discutir las cosas en persona o por teléfono.
Hay que intentar siempre ser sincero y abierto acerca de los sentimientos. No saber dónde está la pareja en algún momento o con quién pasó la noche del sábado puede llevar a pensar demasiado y a tener miedos innecesarios. El hecho de que las redes sociales hacen que sea más fácil ver (o imaginar) lo bien que se lo ha pasado alguien no ayuda demasiado. Es importante que se confíe el uno en el otro lo suficiente como para compartir los pensamientos y sentimientos y encontrar la manera de lidiar juntos con los celos, la ansiedad o las dudas.
Es importante mantener la confianza en la relación. Las relaciones a larga distancia pueden ser especialmente desafiantes cuando se trata de confiar en el otro. Es importante ser sincero con la pareja y no hacer nada que pueda minar la confianza de la otra persona. También es importante respetar los límites y necesidades de cada uno, y evitar situaciones que puedan poner en peligro la relación.
Realizar actividades juntos. En la actualidad Internet hace que la relación a distancia sea mucho más llevadera, ya que se pueden compartir actividades por este medio. Por ejemplo, se puede ver una película por Netflix al mismo tiempo, o jugar juntos algún videojuego, o hacer karaoke a través de Zoom, Skype o alguna otra plataforma que realice videollamadas.
Trabajar hacia un fin en común. Es verdad que una relación a distancia no va a ser eterna, por ello es esencial preguntarse cada uno por su parte cuanto tiempo estarán separados; si es que la distancia está haciendo la relación más fuerte o no; cuál es el objetivo que tienen como pareja a corto y medio plazo. Para que realmente funcione habrá que formalizar un plan en el que ambos que estén de acuerdo, sin dejar de lado en cuanto tiempo volverán a estar juntos, y puntualizando un objetivo en común. Solo se puede llegar a realizarlo si ambos están en concordancia con lo que sienten el uno por el otro.
Por último y no menos importante, hay que mantener una vida propia. Cuando se está en una relación a larga distancia, puede ser tentador dedicar todo el tiempo libre a hablar con la pareja. Sin embargo, es importante encontrar un equilibrio saludable y tener una vida propia fuera de la relación. Esto puede incluir mantenerse ocupado con actividades e intereses propios, pasar tiempo con amigos y familiares, y mantener una vida social fuera de la relación.

