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¿Por qué dormir con la puerta cerrada es importante?

Cerrar o no la puerta de la habitación antes de dormir es un debate en muchas casas. Cerrarla puede ser beneficioso. ¿Qué sucede si hay un incendio?

Cerrar o no la puerta de la habitación antes de dormir es un debate en muchas casas. Cerrarla puede ser beneficioso. ¿Qué sucede si hay un incendio?
habitación, diseño de interiores, interior de dormitorio moderno | Pixabay/CC/Lisaphotos195

Esos afortunados que se tumban en la cama y entran en un profundo sueño que no es perturbado por nada hasta que suena el despertado no saben lo que es el insomnio. Luego está esa gente que lo ha probado todo para poder dormir, desde aplicaciones que ayudan al sueño, meditación o máquinas de ruido blanco. Lo que seguramente no imaginaban era que solo un gesto les ayudaría a dormir mejor: dejar la puerta abierta. El motivo es que la puerta o la ventana abiertas ayuda a que corra mejor el aire y no se concentre el CO2 en el interior. Pero, si se duerme con la puerta abierta uno no es especial ya que, según una encuesta elaborada por la Organización de Ciencias de la Seguridad UL, aproximadamente un 60% de la población elige dormir con la puerta abierta. Los motivos son variados, algunos, lo prefieren para librarse del calor y los sofocos de la noche. Otros, porque dormir con la puerta cerrada les resulta agobiante, y hay quien lo hace por seguridad, por si sus hijos se levantan en mitad de la noche o por si alguien les llama.

Sin embargo, este gesto aparentemente trivial e inofensivo puede llegar a poner en peligro la vida. De hecho podría incluso marcar la diferencia entre la vida y la muerte en el supuesto de que hubiera un incendio por la noche. ¿Por qué? Porque una puerta cerrada puede retardar la propagación de las llamas, impedir que uno se asfixie con el humo, mantener los niveles de oxígeno en el cuarto y hacer que la temperatura no se dispare. Por este motivo se ha creado la campaña "Cerrar antes de dormir" para concienciar sobre las puertas cerradas para ayudar a salvar vidas. Aunque no lo parezca, hoy en día cerrar las puertas es más importante que nunca. Las evoluciones en el mobiliario, el diseño y la construcción han reducido el tiempo promedio para escapar de un incendio de 17 minutos a tres. Y, sin embargo, un informe por parte de la Asociación Nacional de Protección contra Incendios concluyó que los residentes tienen más probabilidad de morir en un incendio ahora que la que tenían en 1980. Algunos motivos pueden ser el aumento de los muebles fabricados con materiales sintéticos e incluso la calidad de las construcciones de hoy en día, que han provocado que el hecho de cerrar o no la puerta de la habitación pueda marcar la diferencia a la hora de escapar de un incendio.

Pero, hay que ir un poco más allá y es que dormir con la puerta cerrada puede ser más que una simple preferencia estética o hábito personal, ya que tiene implicaciones importantes para la seguridad y la salud. Y no solamente por la prevención frente a los incendios. Y es que, entre las razones fundamentales para cerrar la puerta al dormir se encuentra que ayuda a mantener una temperatura más constante en la habitación. La calidad del sueño también puede mejorar al cerrar la puerta ya que se reduce la interferencia de ruidos externos, lo que puede contribuir a un ambiente más tranquilo y propicio para el descanso. Adicionalmente, proporciona privacidad y un sentido de seguridad psicológica. De hecho, muchas personas encuentran que cerrar la puerta crea una sensación de intimidad y resguardo, lo que contribuye a un ambiente más cómodo y relajante para conciliar el sueño. En términos de seguridad personal, también puede disuadir la entrada no autorizada, tanto es así que, en situaciones donde la seguridad es una preocupación, tener la puerta cerrada actúa como una barrera física adicional, proporcionando una capa más de protección.

Dormir con la puerta cerrada es más seguro

En las últimas décadas, las viviendas han cambiado sustancialmente, tanto en el diseño como en los materiales que se utilizan en su construcción y decoración. Los apartamentos de ahora son más grandes, están decorados con muebles de materiales sintéticos y tienen menos habitaciones individuales que las casas de padres y abuelos, aunque todos los espacios están mejor conectados entre sí. Esta evolución en el diseño y el mobiliario ha provocado que hoy en día sea mucho más difícil escapar con vida de un incendio que en el pasado. Según este documento, en 1980 el tiempo promedio que se tenía para escapar de un incendio que se produjese en casa era de unos 17 segundos. Hoy, sin embargo, esta cifra se ha reducido a tan solo tres segundos, por lo que las probabilidades de sobrevivir son mucho más bajas que hace cuarenta años.

Básicamente, en caso de incendio en la casa, es mucho menos arriesgado dormir con la puerta cerrada. El motivo es que, en caso de un incendio durante la noche, una puerta cerrada puede actuar como una barrera vital que ralentiza la propagación del fuego y del humo. Esto brinda a los ocupantes del hogar un tiempo adicional para despertarse, reaccionar y evacuar de manera segura. Además, tener la puerta cerrada de la habitación permite estar un poco más protegido ante temperaturas que pueden alcanzar los 300ºC. Tanto es así que otra clave es la diferencia de temperatura entre una habitación que se encuentra abierta y otra cerrada. Durante un incendio, la primera puede llegar a alcanzar más de 281 grados Celsius, mientras que si se hubiera cerrado podría no superar los 38ºC. Añade a esto la diferencia que existe a la hora de escapar del humo con un obstáculo, una puerta cerrada, o sin él en absoluto.

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