Cocinar es algo que se realiza a diario, al menos dos veces por día, por lo que tener los electrodomésticos y los utensilios de cocina bien mantenidos es algo realmente importante. En Europa, y especialmente en España, se utilizan las sartenes antiadherentes como principal herramienta en la cocina, ya que sirven para tener que utilizar menor cantidad de aceite en las preparaciones. Pero, si no se cuidan adecuadamente pueden dañarse de manera rápida e irreversible. No hay que olvidar que, cuando uno está cocinando, una de las peores cosas que puede suceder es que los alimentos se queden pegados a la sartén. Y sin embargo, todo el mundo ha vivido alguna que otra vez esta incómoda situación.
Cierto es que en el mercado existen sartenes con propiedades antiadherentes diseñadas específicamente para evitar estos problemas, pero estos utensilios muchas veces acaban perdiendo sus facultades, ya sea por el deterioro propio del paso del tiempo o por un mal uso tanto a la hora de cocinar como a la hora de limpiarlas. En ocasiones, este tipo de sartenes que han perdido su antiadherente no queda más remedio que reemplazarla.
No obstante, existen una serie de trucos y consejos que pueden recuperar la plenitud de la sartén. Es cierto que recuperar una sartén antiadherente rota puede ser un desafío, pero no es imposible si el daño es menor. Por este motivo, es fundamental evaluar el tipo de daño antes de intentar repararla, ya que una sartén con el revestimiento antiadherente severamente desgastado o con rayones profundos puede no ser segura para su uso y debe ser reemplazada.
Cómo funciona una sartén antiadherente
Una sartén antiadherente es un utensilio de cocina que cuenta con una superficie que es revestida con material antiadherente, por lo general teflón, que es un material que ayuda a evitar que los alimentos se peguen a la superficie de la sartén, lo que hace que la limpieza sea más sencilla y también reduce la cantidad de aceite o grasa que se necesita para cocinar.
Esta capa que evita la adherencia de los alimentos a la sartén se aplica mediante un proceso de recubrimiento. El revestimiento se adhiere a la superficie de la sartén gracias a una capa de imprimación que se aplica previamente. Posteriormente se aplica una capa gruesa de la sustancia antiadherente y se hornea a una elevada temperatura que hace que se fije a la sartén. Este proceso ayuda a crear una superficie lisa y resistente que impide que los alimentos se peguen. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que, con motivo del paso del tiempo o un mal uso de la misma, se pueden dañar las sartenes antiadherentes. ¿Qué puede dañar una sartén antiadherente? Por ejemplo, un uso excesivo de utensilios metálicos, raspones y limpieza con estropajos. Hay que tener cuidado con eso ya que, cuando esta capa antiadherente sufre daños, la sartén puede dejar de cumplir con su función, y los alimentos se pueden pegar a la superficie.
Métodos de reparación del antiadherente
- Cocinar sal: Lo primero que hay que hacer es lavar bien la sartén con agua y jabón y con un estropajo suave, después, hay que poner la sartén en el fuego y dejarla durante un minuto para que se caliente. Una vez esté caliente se echa sal de mesa suficiente como para cubrir toda la base de la sartén, después hay que cocinar la sal en la sartén durante algunos minutos, hasta que esta empiece a dorarse y adopte una tonalidad marrón. Llegado ese momento esa sal hay que desecharla y entonces pasar un papel de cocina húmedo por la base de la sartén, eliminando los restos de sal que han quedado más pegados. En cualquier caso, este es un truco que consigue recuperar la sartén de forma temporal y que hay que repetirlo prácticamente antes de cada uso.
- Vinagre blanco y bicarbonato de sodio: Otro remedio casero para tratar de recuperar las propiedades antiadherentes de las sartenes es emplea vinagre blanco y bicarbonato de sodio. En este caso, lo primero será llenar la sartén con agua tibia y verter un vaso de vinagre blanco. Tras esto, es importante remover la mezcla hasta que quede completamente integrada. Una vez se haya conseguido, se debe colocar la sartén al fuego y esperar a que la mezcla hierva. En el momento en el que empiece a hervir, hay que retirar la sartén del fuego y añadir un par de cucharadas de bicarbonato. Al reaccionar con el vinagre, se eliminará cualquier tipo de suciedad que haya podido quedar incrustada, lo que permitirá recuperar las propiedades antiadherentes de la sartén. Una vez haya hecho efecto el bicarbonato y la sartén se haya enfriado, se puede retirar la mezcla y lavar la sartén. En estos casos, se recomienda utilizar agua caliente y frotar con un cepillo para eliminar cualquier resto.
- Revestimiento con aceite: Un método casero para revitalizar el antiadherente es el "curado" con aceite. Este consiste en aplicar una capa delgada de aceite vegetal en la superficie de la sartén y calentarla a fuego medio-bajo por unos 10 - 15 minutos. Luego, hay que dejar que la sartén se enfríe y limpiar el exceso de aceite con un paño.
- Productos reparadores: Si se quiere buscar algo que no sea 100% casero, existen sprays específicos en el mercado diseñados para reparar revestimientos antiadherentes. Cuando se vayan a utilizar es importante seguir las instrucciones del fabricante cuidadosamente, generalmente, implican rociar la sartén con el producto, calentarlo para fijar el revestimiento y dejarlo enfriar.
Consideraciones de seguridad
Es crucial recordar que los productos antiadherentes pueden liberar compuestos tóxicos si se dañan gravemente o se sobrecalientan. Por este motivo, si la sartén presenta un desgaste significativo del revestimiento antiadherente, lo mejor es reemplazarla por una nueva para asegurar la seguridad alimentaria.